Chromebook: la apuesta de Google en nube

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Con la nueva versión de la laptop, la firma busca mejorar la experiencia de los usuarios en la red; sin embargo, el aparato parte de un precio de 1,299 dólares, superior al de la MacBook Air.

Aunque la computación en nube lleva ya varios años con nosotros, no muchas personas creen que pueden hacer prácticamente todas las tareas informáticas en la nube. Como sí lo cree la gente que ocupa los cuarteles de Googleplex.

Con su línea de Chromebooks manufacturada por distintos socios de hardware, Google comenzó a probar en serio la idea de que los usuarios de tecnología podrían vivir su vida digital casi enteramente en la nube. Las computadoras portátiles de bajo costo que funcionan con el sistema operativo Chrome salieron a la venta por primera vez en 2011. Sólo ejecutan aplicaciones basadas en Web, no los programas tradicionales de escritorio, y evitan los elementos característicos de las laptops tradicionales, tales como una unidad de disco óptico o un disco duro de gran tamaño.

Después de un arranque más bien flojo, las Chromebooks están ganando tracción. Pero, en general, la gente las compra porque son baratas. Yo personalmente elogié la Chromebook  de Samsung de 250 dólares no porque sea una maravillosa computadora, sino porque ya tengo un par de Macs en la casa y a ese precio podía costearme una laptop portátil adicional y compensar las deficiencias de un dispositivo basado puramente en la nube: sin iTunes ni iPhoto, ni Skype, y versiones mediocres de programas para procesar textos y hojas de cálculo.

Ahora Google está apostándole a que algunas personas querrán vivir enteramente en la nube, no principalmente porque es más barato… sino porque es mejor. El jueves, la compañía desveló la Chromebook Pixel, una portátil tan elegante y rápida como cualquier ultrabook. (Esa categoría fue creada por Intel para ayudar a impulsar las debilitadas ventas de PC, y hasta ahora, no ha tenido suerte.) La Pixel de Google tiene un teclado de tamaño completo y una pantalla de súper alta resolución que funciona como una pantalla táctil, como muchas de las más nuevas computadoras que llevan Windows 8 de Microsoft.

“Creemos que este es un dispositivo que revolucionará la manera en que la gente puede empezar a vivir la nube”, dijo Sundar Pichai, vicepresidente senior a cargo de Chrome y las aplicaciones de Google, cuando dio a conocer la Pixel en San Francisco el jueves. Quizás. Pero el problema es que la Pixel, que comenzará a distribuirse la próxima semana, cuesta la friolera de 1,299 dólares para un modelo sólo-WiFi. Una versión con LTE para conectarse a redes celulares de alta velocidad aparecerá en abril y tendrá un costo de 1,449 dólares.

Tal vez sea un venta difícil, pues por 100 dólares menos que el modelo básico, puedes comprar una MacBook Air de 13 pulgadas, cuya popularidad fue la que esencialmente detonó la creación de la categoría ultrabook en primer lugar. Puede que la Air de Apple no tenga una pantalla táctil, pero puedes hacer toda la computación en nube que desees y ejecutar casi cualquier programa de escritorio. Puedes almacenar tus fotos, música y vídeos, y sí, hacer una copia de seguridad en la nube si quieres.

Entonces, ¿quién comprará la Pixel? Pichai dijo que muchas empresas ya han adoptado el concepto de ‘cloud computing’ y utilizan Gmail y otras aplicaciones de Google para la mayor parte de sus necesidades de productividad. Lo que ha faltado es una muy buena laptop basada en Chrome, sobre todo para los desarrolladores de software y otros usuarios avanzados que demandan velocidad y pantallas de alta resolución. “En mi experiencia personal, es la laptop más veloz que he usado,” expresó Pichai.

Como un incentivo adicional – o tal vez para compensar sus limitaciones – la Pixel viene con un terabyte de almacenamiento gratuito en Google Drive, suficiente para almacenar múltiples veces las colecciones de música y fotos de la mayoría de la gente, durante tres años. En un par de meses, Google también ofrecerá una versión web de Quickoffice, que Google adquirió el año pasado, y que proporcionará una mejor compatibilidad con los programas de Microsoft Office que la que ofrece actualmente Google Docs.

La Pixel también representa la última incursión de Google en el hardware. A diferencia de las Chromebooks anteriores, que fueron construidas por Samsung, Acer y Hewlett-Packard, la Pixel es íntegramente un producto de Google, si bien está manufacturada en Asia.

Todos los indicios sugieren que la transformación de Google de una compañía de Internet en una compañía de informática que produce tanto el hardware como el software continuará a buen ritmo. En lo que respecta al hardware, tendremos por supuesto los lentes Google Glass, y más dispositivos móviles marca Nexus hechos por Google o sus socios en Android. También habrá teléfonos y tablets, hechos por Motorola Mobility, adquirida por Google en 12,500 millones de dólares. En palabras de Larry Page, se trata de seguirle el paso a la tasa de cambio sin precedentes en la computación personal. “Es por eso que hemos puesto tanta atención en los dispositivos”, explicó Page en la última presentación de resultados trimestrales. “(Los dispositivos) han sido una de nuestras mayores apuestas en los últimos años, junto con el software que va con los dispositivos, Chrome y Android.”

Será interesante observar esta carrera. Si tiene éxito, la Pixel sería una enorme validación para la visión de Google de una computación afincada exclusivamente en la nube. La compañía desde hace tiempo ha cubierto sus apuestas con Android, que ejecuta aplicaciones que viven en la nube o en el propio dispositivo. Pero nadie en la industria tendría más que ganar si la computación en nube se convierte en una alternativa realmente viable para la PC.

 

Miguel Helft

CNNexpansión

 

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