Corea del Norte sufre un apagón de internet tras aviso de Obama
El Gobierno de Estados Unidos respondió este lunes con desprecio a la propuesta de colaboración de Corea del Norte para investigar juntos el ataque informático contra Sony Pictures y a su amenaza de represalias. Washington acusa a Pyongyang de ser responsable del asalto que llevó a la multinacional a cancelar el estreno de la película La entrevista, una parodia del régimen norcoreano en la que su líder, Kim Jong-un, es asesinado. El hermético país asiático niega ser el autor del ciberataque.
La respuesta de Washington llegó el mismo día en que Corea del Norte sufrió un severo corte de Internet durante cerca de diez horas, según datos de la la firma Dyn Research, que analiza el funcionamiento de Internet. El servicio se restableció en la mañana del martes en el país asiático, que cuenta con una conexión muy escasa, según informan las agencias Reuters y AP. El incidente tuvo lugar a los tres días de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometiera una respuesta “proporcionada” al ciberataque.
La portavoz del Departamento de Estado Marie Harf evitó valorar este lunes el apagón de Internet y una supuesta participación estadounidense. “No vamos a discutir públicamente detalles operativos sobre las posibles opciones de respuesta o comentar sobre ese tipo de informaciones más allá de decir que mientras implementamos nuestras respuestas algunas se verán, y otras puede que no se vean”, afirmó. Fuentes del Gobierno de EE UU consultadas por Reuters negaron cualquier implicación.
Según Dyn Research, las conexiones en Corea del Norte empezaron a fallar el viernes y a partir de las 16:15 GMT de este lunes se volvieron del todo inoperativas. Según dijo al diarioThe Wall Street Journal el consejero delegado de la empresa tecnológica Cloudflare, Matthew Prince, podría deberse a una de estas tres causas: Corea del Norte ha cerrado su propio acceso a Internet, China -el suministrador de Internet a ese país- ha bloqueado el acceso o la red de Corea del Norte ha sufrido un ataque externo.
En declaraciones a The New York Times, Doug Madory, director de análisis de Dyn, consideró el tercer motivo el más probable. En cualquier caso, la escasa penetración de Internet en Corea del Norte hace que el impacto de la interrupción del servicio sea muy limitado.
El Ministerio de Exteriores de Corea del Norte ofreció el sábado a EE UU una comisión de investigación conjunta para esclarecer las causas del incidente cibernético contra Sony, pero advirtió de que en caso de negarse sufriría “graves consecuencias”. En paralelo, la Comisión Nacional de Defensa amenazó a Washington con responder a los posibles castigos que adopte contra Pyongyang con ataques a la Casa Blanca, al Pentágono y a todo el territorio estadounidense.
“Si quieren ayudar, que admitan su culpabilidad y compensen a Sony”, replicó Harf a la propuesta de investigación conjunta. En su rueda de prensa diaria, la portavoz dijo que EE UU se toma “muy seriamente” cualquier advertencia, pero que no ha hallado “información específica creíble” sobre el riesgo de ataques norcoreanos. Sus palabras llegaron el mismo día en que el Consejo de Seguridad de la ONU celebró por primera vez una reunión sobre las violaciones de derechos humanos en ese país.
La portavoz declinó concretar la compensación que Sony debería recibir. Analistas citados por The Hollywood Reporter calculan unas pérdidas de al menos 200 millones de dólares (163 millones de euros). Un grupo de hackers atacó los servidores de Sony el 24 de noviembre. El 2 de diciembre, empezó a volcar información en Internet. Y la semana pasada, amenazó con atentar contra las salas que proyectaran La Entrevista.
El presidente Obama criticó el viernes la claudicación de Sony y avanzó una respuesta al ciberataque. Desde sus vacaciones en Hawái, baraja posibilidades, como incluir a Corea del Norte en la lista de países que patrocinan el terrorismo -lo que implica restricciones comerciales y de ayuda- o imponer sanciones financieras como las que adoptó entre 2005 y 2008 su predecesor, George W. Bush.
Todo apunta a que la réplica será menos contundente de la que querrían algunos legisladores republicanos. “No creo que fuera un acto de guerra. Fue un acto de cibervandalismo”, les respondió Obama el domingo en una entrevista televisiva.