Doble atentado en exteriores del aeropuerto de Kabul

El País
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Aeropuerto Kabul, atentado

Un doble atentado ha provocado una matanza en la evacuación de Kabul. Al menos 13 personas, entre ellos varios niños, han muerto este jueves en un atentado en el exterior del aeropuerto de la capital afgana, según las cifras oficiales de un portavoz talibán. Las imágenes que llegan de la zona hacen prever que la cifra sea más elevada: un alto funcionario afgano, según el Wall Street Jornal, señala que las víctimas mortales afganas son más de 60. El Pentágono ha confirmado además que hay “varios” soldados estadounidenses entre los fallecidos, que según Fox News, podrían ser hasta diez. Se sospecha que el ataque ha sido obra de un terrorista suicida. También se han registrado al menos 60 heridos, uniformados de EE UU incluidos. Washington y sus aliados llevaban varios días advirtiendo del riesgo de un atentado del grupo terrorista Estado Islámico y pidiendo a la gente que no acudiera al lugar.

El Pentágono ha confirmado que fueron al menos dos las explosiones, la primera en una de las tres entradas del aeropuerto de Kabul y otra en las instalaciones o cercanía de un hotel situado a escasa distancia del aeródromo. El ataque ha causado víctimas entre los civiles y los militares de EE UU a cargo de la evacuación, explicó el Pentágono, sin proporcionar un balance siquiera aproximado.

“Podemos confirmar que la explosión en la puerta Abbey fue el resultado de un ataque combinado que resultó en un número (indeterminado) de víctimas estadounidenses y civiles”, ha informado John Kirby, portavoz del Pentágono, en Twitter. “También podemos confirmar al menos otra explosión en o cerca del hotel Baron, a escasa distancia de la puerta Abbey”, añadió Kirby, quien calificó el ataque de atroz. Dos fuentes de la Administración indicaron la presencia de al menos tres militares estadounidenses entre los heridos, uno de ellos en estado muy grave.

La Casa Blanca no se ha pronunciado sobre una hipotética modificación del plazo de evacuación, que concluye el próximo martes, a consecuencia del doble atentado. El presidente Joe Biden fue informado del ataque mientras mantenía su reunión diaria con los miembros del equipo de seguridad nacional, a la que se incorporó telemáticamente desde Vietnam la vicepresidenta, Kamala Harris, de gira oficial por Asia. La noticia del atentado ha obligado a posponer la importante reunión que el mandatario iba a mantener a mediodía, hora local (seis horas más en la España peninsular) con el primer ministro israelí, Naftali Bennett.

El portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, ha condenado “enérgicamente” el atentado del aeropuerto. “Ha ocurrido en una zona donde las fuerzas de EE UU son responsables de la seguridad”, precisa en el breve comunicado difundido en su cuenta de Twitter. Mujahid elevó poco después, en declaraciones a la agencia France Presse, el balance de víctimas mortales, “entre 13 y 20″.

Tras conocerse la noticia, la cadena Shamshad News mostraba en sus redes sociales imágenes en las que se ve a varias personas empujando carretillas con heridos para llevarlos hasta el hospital más próximo. Varios de ellos tienen la ropa ensangrentada, incluido un hombre con uniforme militar.

La Embajada de EE UU en Kabul había pedido este miércoles a sus ciudadanos que evitaran trasladarse al aeropuerto, así como a los concentrados en el recinto que abandonaran sus instalaciones en previsión de un posible atentado frente a uno de los tres accesos. Un diplomático occidental en el lugar confirmó a Reuters que las entradas del aeródromo seguían colapsadas por una multitud incluso tras conocerse la alerta. Tras el atentado, la Embajada estadounidense en la capital afgana ha reiterado el llamamiento a todos sus ciudadanos a alejarse del aeropuerto cuanto antes. “Ha habido una gran explosión y hay informaciones sobre intercambio de disparos”, explicó.

Poco antes del doble atentado, el portavoz del Pentágono había desmentido informaciones que anticipaban el inminente fin de las operaciones de evacuación por parte de EE UU a consecuencia de la amenaza terrorista. Varios países europeos -Polonia, Hungría, Países Bajos y Bélgica- han dado por terminada la repatriación, mientras otros como Francia y España prevén concluir este viernes. Pero el gran número de ciudadanos estadounidenses que aún permanecen en Afganistán no permite un adelanto. “Vamos a seguir evacuando a tantas personas como sea posible hasta el término de la misión”, el próximo 31 de agosto, tuiteó Kirby.

Desde la entrada de los talibanes en Kabul el pasado día 15, decenas de miles de afganos se concentran en los alrededores del aeropuerto con la esperanza de colarse en alguno de los vuelos que Estados Unidos y sus aliados han organizado para evacuar a sus nacionales y a sus colaboradores locales. Las aglomeraciones han dificultado la tarea y causado estampidas mientras que los tiroteos han causado una veintena de muertos en medio de una creciente tensión.

El presidente de EE UU, Joe Biden, justificó el pasado martes no extender el plazo de evacuación más allá del 31 de agosto por la “amenaza creciente de ataque del ISIS”. Son las siglas que se usan en inglés para el grupo terrorista Estado Islámico, pero en Afganistán actúa una rama local de esa formación surgida en la frontera entre Irak y Siria y que se autodenomina Estado Islámico en la Provincia de Jorasán (EI-J o ISIS-K en inglés). Jorasán es como llaman al subcontinente indio.

EE UU, Reino Unido y Australia habían pedido desde entonces a sus ciudadanos y a los afganos a los que tienen previsto evacuar que eviten el aeropuerto y esperen en zonas seguras. Los servicios secretos norteamericanos habían detectado indicios de que el grupo, responsable de algunos de los atentados más brutales que ha sufrido Afganistán en los últimos años, planeaba aprovechar para apuntarse un doble tanto: atacar tanto a los estadounidenses como a los talibanes, con los que rivaliza.