Microsoft, Google y Twitter multiplican por dos su beneficio neto por la publicidad digital
Las cinco empresas más grandes por capitalización de mercado (las cinco grandes tecnológicas) presentan esta semana su balance de resultados del tercer trimestre del año. A los buenos datos que Facebook presentó este lunes, solo ligeramente inferiores a lo previsto pese a atravesar una crisis de reputación, se han sumado este martes las cuentas de Microsoft, Twitter y Google. Con ganancias que multiplican por dos las registradas en el mismo periodo del año anterior, sus balances confirman que la pandemia no ha hecho sino afianzar su posición de mercado y que las turbulencias que atraviesa la economía estadounidense no parecen ir con ellas. El negocio de la publicidad digital sigue en máximos de bum y ha catapultado el desempeño de las tres grandes.
Microsoft registró unos beneficios netos de 20.505 millones de dólares (unos 16.670 millones de euros) entre julio y septiembre pasados; un 48% más que el mismo periodo del año anterior. La facturación bruta fue de más de 45.000 millones de dólares, en su mayoría procedentes de los servicios, casi 10.000 más que el año anterior. El incremento eleva el valor de cotización a 2,73 dólares por acción, frente a los 1,84 anteriores. Las ganancias han sobrepasado las expectativas más optimistas de la firma. La compañía de Bill Gates denunció este lunes un nuevo ciberataque ruso en la estela del espionaje de SolarWinds, el gran hackeo informático perpetrado en la primavera de 2020.
Alphabet, la empresa matriz de Google, elevó un 41% su volumen de ingresos brutos en el tercer trimestre, a 65.120 millones de dólares. El beneficio neto se incrementó un 68%, hasta cerca de los 1.900 millones de dólares, una cifra que multiplica por dos el registrado en 2020, y por tres, el resultado de antes de la pandemia. Al igual que en el caso de Microsoft, las ganancias rebasaron las expectativas de la empresa. El sólido rendimiento subraya la pujanza de dos de los principales destinos de internet: el motor de búsqueda de Google y la plataforma de vídeos YouTube.
Mientras que otras redes sociales y empresas que dependen de la publicidad digital han experimentado las consecuencias del cambio de política de Apple de exigir que las aplicaciones pregunten a los usuarios si permiten ser rastreados, los ingresos por publicidad de Google se han mantenido sólidos, con una subida del 43% hasta los 5.300 millones. Pese a la creciente presión regulatoria, Google sigue siendo el primer destino de inversión para cualquier anunciante digital.
La introducción del requisito de Apple de consultar el rastreo de usuarios tampoco ha perjudicado la actividad de Twitter, que registró un incremento de ingresos del 37% entre julio y septiembre, hasta 1.280 millones. El aumento ha compensado sobradamente el desembolso de algo más de 800 millones para resolver una demanda de accionistas que databa de 2016. La compañía ha considerado también un logro haber podido evitar en gran medida los efectos de los cambios de privacidad que Apple ha promulgado, que han perjudicado la publicidad móvil.
La resolución del contencioso accionarial supone, pues, un revés menor para la compañía de Menlo Park. Apple lanzó en abril App Tracking Transparency, una ventana emergente en las aplicaciones de iPhone que brinda a las personas la opción de no ser rastreadas en aplicaciones y sitios web. La medida ha afectado más a empresas que como Snap -y, en cierta medida, Facebook– dependen del seguimiento para recopilar información sobre los usuarios y poder personalizar y orientar mejor los anuncios.