Línea para exportar electricidad avanza en 86%, pero hay poco gas

Los Tiempos
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Energía eléctrica, empresas públicas
Foto: ENDE

La Empresa Nacional de Electricidad (ENDE Corporación) informó en pasados días que la línea de transmisión Juana Azurduy de Padilla, que permitirá exportar energía eléctrica a Argentina, tiene un avance del 86 % en el territorio argentino.

Sin embargo, los analistas José Padilla y Álvaro Ríos coinciden en afirmar que para exportar energía, Bolivia debe tener la seguridad de que contará con la materia prima necesaria -gas natural- para evitar contratiempos. Esta obra permitirá a Bolivia exportar aproximadamente 120 megavatios (MW) de potencia al país vecino.

El proyecto incluye una línea de 120,4 kilómetros que enlazará la subestación Yaguacua (Bolivia) con la subestación Tartagal (Argentina). Está compuesto por un par de trayectos, uno en territorio boliviano y otro en suelo argentino.

Sector argentino

La línea de transmisión en 132 kV en Bolivia ya fue concluida, mientras que en el sector argentino se cimienta una obra equivalente, que hasta el momento tiene 86 por ciento de avance, con un tramo urbano de 7,8 kilómetros y otro rural de 66,1.

El exgerente de Desarrollo Estratégico y Proyectos de ENDE Corporación, José Padilla, dijo que es fundamental contar con un contrato de venta y conocer sus alcances. Saber si será permanente o temporal, puesto que el éxito del proyecto depende del precio del gas y de la energía.

“Se tiene que tener un contrato de venta para poder generar. Si se tiene un contrato seguro de venta, también hay que tener estabilidad de provisión de gas”, señaló. También explicó que el 14 por ciento que resta por consolidar de la línea de transmisión está relacionado con el tema ambiental, ya que debe indemnizar a una comunidad porque la red atravesará su territorio.

“Yo estuve negociando con la Gobernación de Salta, pero como hubo el cambio ya no se avanzó. Lo importante es que esa zona necesita energía, pero para que el Gobierno argentino pueda adquirirla tiene que saber a qué precio puede venderle Bolivia, pero para ello nuestro país tiene que tener la seguridad del gas”, sostuvo.

YPFB

Agregó que hoy Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) no tiene sostenibilidad para exportar gas, puesto que los pozos petrolíferos de mayor producción están en caída, además que el 70 por ciento de la generación de la energía eléctrica depende del gas.

“No hay líneas terminadas. A la fecha no existe un contrato firme para exportar, porque para vender primero se debe tener el contrato y luego la obra. Ahora se está haciendo a la inversa, y esa no es la forma de hacer negocios”, añadió. Padilla explicó que faltan seis kilómetros para que la línea de trasmisión llegue a Tartagal, pero para materializar ese objetivo tienen que negociar con una comunidad que habita esa región.

Asimismo, comentó que otro aspecto fundamental en este acápite es que en Bolivia el espaciamiento entre torres de alta tensión es de 500 metros y en Argentina es de 400 metros, por lo que ENDE deberá adicionar algunas torres, puesto que la legislación de ese país no permite una distancia de 500 metros entre torre y torre.

Padilla recordó que el proyecto inicial de la línea de transmisión Juana Azurduy de Padilla demandaba 25 millones de dólares, pero después subió a 31 millones. No obstante, para culminar la obra se estableció un aditamento de 12 millones más,ya que se debía indemnizar a una comunidad.

“Estamos dispuestos a concretar juntos la primera etapa que comprende la línea de transmisión en 132 kV, proyecto que se está haciendo realidad y solamente falta el tendido de la línea en un pequeño tramo en territorio argentino”, sostuvo días atrás Flavia Royón, secretaria de Minería y Energía de Salta.

Proyecto ante un escenario decadente de reservas de gas

El analista en hidrocarburos Álvaro Ríos considera que toda exportación es positiva para el país. Sin embargo, plantea dos preguntas: ¿a qué precio se hará la venta de energía eléctrica a Argentina? y si existe algún estudio de factibilidad para llevar adelante el proyecto de exportación.

“¿Vamos a competir con un gas de Vaca Muerta que está alrededor de 3,50 dólares el millón de BTU, con un gas que podríamos exportarlo a 7 u 8 dólares?; ¡es una exportación a largo plazo o spot (temporal)? Realmente son muchas interrogantes las que tenemos al frente”, dijo el analista.

Ríos fue muy riguroso en su apreciación al señalar que el proyecto se lleva a cabo ante un escenario declinante en materia de reservas de gas, por lo que es preciso analizar si es pertinente hacerlo mediante ese recurso.

“Todavía quedan muchas interrogantes que deben ser resueltas en el afán que tienen de generar divisas para el país, aunque sí es mejor exportar gas natural a 7 u 8 dólares el millón de BTU, que ir a competir con energía barata en Argentina o subvencionada. Realmente hay que hacer muchos números”, agregó.

Ríos fue enfático cuando señaló que se necesita conocer los términos de contrato de compra y venta y en qué épocas del año se llevará a cabo el comercio entre ambos países. “Debemos saber si es un contrato esporádico o de largo plazo, además de saber con quién se ha firmado el PPA, si es con el Gobierno o con el sistema de despacho argentino, y si vamos a competir con el sistema eléctrico de ese país”, añadió.

El analista reiteró que la exportación es positiva, pero los resultados tienen que ser mejores que exportar gas. “Por eso, es importante conocer las condiciones de la compra de energía eléctrica en el lado argentino para poder opinar con más certeza y decir si esto es altamente positivo para el país”, puntualizó. Bolivia cuenta con una capacidad de generación de electricidad de 3.600 MW.