En la mira de la UE: Google puede dividirse para escapar de las acusaciones
La Big Tech está acusada de prácticas anticompetitivas, lo que sugiere una posible separación de la división publicitaria para garantizar una competencia justa.
La Comisión Europea ha dicho que la gigante de la tecnología Google esta cometiendo “abuso de posición dominante”. Esto conduce a una situación de conflictos de intereses inherentes a Google. La opinión preliminar de la Comisión es que solo la desinversión obligatoria por parte de la compañía de parte de sus servicios resolvería sus problemas de competencia. La sanción y, al mismo tiempo, solución propuesta es una conclusión preliminar, a la que la empresa puede presentar alegaciones para evitarlo o cambiarlo antes de que sea definitiva.
El caso es importante por dos motivos. No es normal que, en el pliego de cargos, como oficialmente se llama a este punto del expediente, ya se plantee una posible sanción o solución al problema. No pasó así en los dos grandes casos anteriores que afectaron a Google y que concluyeron con sendas sanciones de 4.343 millones de euros y 2.424 millones. Y, además, no hay precedentes, explican en el sector de que se fuerce a un grupo a desgajar parte de su negocio como solución a su dominio de mercado.
Bruselas cree que, desde 2014 Google, empresa más conocida del grupo Alphabet, ha abusado de posición dominante. “Ha distorsionado ilegalmente el mercado de la publicidad digital. Ha abusado de su posición”, según la comisaria, Margrethe Vestager, en la presentación de las conclusiones de su departamento. La también vicepresidenta ejecutiva ha explicado que Alphabet, matriz de Google, está presente en los tres elementos de la cadena que participan en los breves momentos que pasan desde que selecciona una web hasta que se genera: los intermediarios que actúan nombre de los anunciantes, los otros intermediarios que lo hacen en nombre de los editores y lo que en el argot del sector se llama ad exchanges, mercados donde la oferta y la demanda se casan en tiempo real.
“Google ofrece todos estos servicios (…). Nuestra investigación muestra que tiene una posición dominante en los dos extremos de la cadena, lo que muestra que ha abusado de su posición en el mercado”, ha explicado Vestager.
Cuando se abrió el caso, hace dos años, el tamaño del mercado de la publicidad digital se calculaba en unos 20.000 millones de euros. Entonces el departamento de Competencia explicaba que Google estaba en todos los niveles de la cadena publicitaria y que la tecnológica estaba privilegiando sus servicios de publicidad gráfica en internet frente a los de sus competidores. Las investigaciones sobre este asunto se remontan a 2014. No obstante, en el expediente aparece una filial de Google que la empresa compró en 2007, DoublleClick. Entonces Bruselas vio “problemas” a una operación que contó con la oposición de competidores como Yahoo, Microsoft o AT&T, y que contó con el visto bueno de las autoridades comunitarias. Finalmente contó con el visto bueno.
Las batallas de Bruselas contra las prácticas monopolísticas de las grandes tecnológicas estadounidenses, especialmente Alphabet, acumulan multas por miles de millones de euros. Solo en el caso de Google las sanciones ascienden a más de 8.000 millones desde 2017. La más cuantiosa hasta ahora ascendía a 4.342 millones, cantidad que fue rebajada en unos 200 millones en septiembre por el Tribunal General de la UE. El fallo definitivo del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), la máxima instancia judicial comunitaria, todavía no ha llegado.