Permitirá Putin que Prigozhin, líder de Wagner, simplemente se vaya

El líder de Wagner, Yevgeny Prigozhin, llegó a Bielorrusia según el presidente del país, pero los funcionarios occidentales no pueden creer que se le permita vivir sus días en el exilio.

Conociendo a Vladimir Putin es poco probable que al líder mercenario rebelde Yevgeny Prigozhin se le permitan facilidades después del motín abortado que protagonizó. Después de un cauto silencio, el líder del Kremlin, les dijo a las fuerzas de seguridad rusas que habían evitado una guerra civil, mientras el jefe de los mercenarios de Wagner se encuentra en Bielorrusia como parte de un acuerdo con su presidente, Alexander Lukashenko, después de cancelar una rebelión de las fuerzas bajo su mando.

La pregunta que está rondando es si Wagner escapará del enjuiciamiento por el motín de corta duración el sábado después de que el servicio de seguridad del FSB dijera que se retirarían los cargos penales por insurrección armada. Por el momento lo que se sabe es que el grupo extremista está entregando armas pesadas y equipo al ejército ruso. Se ha anunciado que sus combatientes pueden alistarse en el ejército regular ruso si no participaron activamente en la rebelión, o unirse a Prigozhin en Bielorrusia, según los términos del acuerdo que puso fin al motín.

Hay una corriente de funcionarios europeos que no creen que a Prigozhin se le otorguen facilidades para establecerse en su nuevo lugar de residencia. Lo mismo vale para otras figuras importantes de Wagner, como el cofundador y comandante Dmitry Utkin.

“Faltan demasiadas piezas para que podamos evaluar realmente las cosas, parece que la situación se congeló en el tiempo y nadie está seguro de qué hacer”, ha revelado en off a ViceNews un alto funcionario de la OTAN. “Lo que les suceda a Prigozhin y Utkin nos dirá mucho”, según la misma fuente. “No puedo imaginar que Putin permita que estos dos se vayan”, habría afirmado la fuente citada por el medio.

Los combatientes de Wagner, considerados algunos de los mejor equipados y entrenados de las tropas rusas, tomaron Rostov-on-Don, una ciudad de más de un millón de habitantes la base militar más crítica de la región el sábado y luego el jefe Prigozhin anunció que las fuerzas de Wagner se dirigirían a Moscú para derrocar al liderazgo militar del país.

 El caos

Con la mayoría de las fuerzas armadas rusas concentradas en Ucrania, las fuerzas de Wagner encontraron una resistencia limitada incluso cuando los funcionarios de seguridad de Moscú, cortaron carreteras y puentes para frenar el avance del ejército mercenario. Hubo enfrentamientos con el ejército ruso en el camino, y se cree que Wagner derribó varios helicópteros de ataque y al menos un avión de ala fija durante la lucha, matando a 13 pilotos militares rusos. Al llegar a 120 millas (200 km) de la capital, un aparente acuerdo negociado por el presidente bielorruso Lukashenko, ampliamente visto como aliado del Kremlin, detuvo el avance de Wagner a cambio de amnistía para Prigozhin y sus hombres.

Dirigiéndose a los militares el martes, Putin les dijo que “esencialmente impidieron una guerra civil”. Él dijo: “Me gustaría enfatizar el hecho de que el país se habría hundido en el caos sin ustedes”. El líder del Kremlin agregó que Rusia “siempre ha respetado” a los combatientes de Wagner por su “gran cantidad de heroísmo”, y afirmó que el estado ruso había pagado al grupo a un costo de US$ 1.000 millones en el último año.

También guardó un minuto de silencio en honor a los 13 pilotos militares rusos que murieron en el motín.

Este discurso se produjo después de que el presidente ruso se dirigiera a la nación el lunes por la noche, en el que dijo que el motín estaba destinado al fracaso. “Cualquier chantaje o forma de generar confusión en Rusia está condenado al fracaso”, dijo. “Tomé medidas para evitar un derramamiento de sangre a gran escala”, dijo en un discurso televisivo.

El motín se inició después de meses de tensiones entre el grupo de mercenarios Wagner de Prigozhin y el Ministerio de Defensa ruso que estallaron en enfrentamientos directos en el sur de Rusia en la peor crisis política y de seguridad de los 23 años de gobierno de Putin. Los funcionarios de inteligencia y defensa de la OTAN no están seguros de cómo se desarrollarán los acontecimientos en las próximas horas y días.