El nacimiento de un dictador

La característica singular de estos personajes es modificar la constitución para perpetuarse en el poder.

Un dictador era por lo general el perfil del militar anticomunista alentado por teorías de Seguridad Nacional en las décadas de los 70´y 80´. Fue la época del surgimiento de las dictaduras del Cono Sur. Tenebrosos personajes como Rafael Videla o el almirante Masera en Argentina, Augusto Pinochet en Chile, Stroesnner en Paraguay, Geisser en Brasil y una larga lista de súbditos que sembraron terror en la región. Hoy en pleno siglo XXI, superado el periodo de lucha contra el comunismo, las corrientes populistas de la izquierda emergente cuya clase social suele estar próxima al progresismo, pero que se identifica con el discurso identitario y populista de la ultraderecha, es la que se niega a entregar el poder por las urnas.

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Dos casos son evidentes en esta oleada. El presidente de Venezuela Nicolás Maduro heredero de Hugo Chávez hace todo para cerrar cualquier posibilidad de sucesión y proscribe a los opositores como lo ha hecho recientemente con María Corina Machado, ya anteriormente encarceló a quienes pretendían disputar el gobierno en elecciones. Hay muchos otros ejemplos, pero sin dud uno de los que están dando que hablar es el caso del presidente de El Salvador Nayib Bukele.

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El controvertido mandatario ha anunciado que este domingo oficializará su candidatura a la reelección, a pesar de que hay candados legales establecidos en la Constitución de su país que le impiden repetir mandato. Desde el partido del presidente, Nuevas Ideas, han justificado la necesidad de que Bukele continúe en el cargo para mantener un modelo político que ha logrado reducir los niveles de inseguridad en el país centroamericano, pero voces críticas advierten de que se trata de un movimiento para perpetuarse en el poder y critican la deriva autoritaria del político. “No soy un dictador”, se ha defendido Bukele.

La proclamación de este domingo junto a su vicepresidente, Félix Ulloa, es el fin de un proceso que inició en septiembre de 2021, cuando los magistrados de la Sala Constitucional, impuestos por Bukele y leales al mandatario, hicieron una “interpretación” de la ley fundamental en la que establecían que la reelección es viable, con lo que despejaron el camino del popular presidente para repetir mandato. Ese mismo año, el Tribunal Electoral informó de que admitía la resolución de los jueces y dará luz verde a la inscripción de una candidatura de Bukele y Ulloa.

La Constitución salvadoreña establece en su artículo 152 que no puede ser candidato a presidente “el que haya desempeñado la Presidencia de la República por más de seis meses, consecutivos o no, durante el periodo inmediato anterior, o dentro de los últimos seis meses anteriores del periodo presidencial”.

Igual así, Bukele inscribe su nombre entre quienes, por encima de le lay deciden permanecer en el cargo.