La pesadilla de Taylor Swift

Por Veja con dat0s
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taylor swift brasil
Foto: Luana Longo-Arquivo pessoal

Prohibición de agua, quemaduras en pisos metálicos y ventilación bloqueada: organización brasileña convirtió el evento en una prueba de supervivencia.

Se suponía que sería un fin de semana de ensueño, pero terminó convirtiéndose en una pesadilla y angustia para miles de personas. El pasado viernes 17, Taylor Swift subió al escenario de Engenhão para la primera de seis presentaciones de la gira The Eras en Brasil. En las butacas del estadio el calor era intenso, pero fue lo que pasó en la pista lo que expuso la codicia y el desprecio del mercado musical brasileño hacia los aficionados.

Justo al inicio de la actuación, Ana Clara Benevides, una fan de 23 años, que venía de Mato Grosso do Sul para cumplir su sueño de ver a la cantante, se desmayó en la zona premium y tuvo que ser tratada de emergencia. Ana fue trasladada a un hospital local con un paro cardiorrespiratorio, pero no sobrevivió y falleció durante la noche.

En el estadio, se estima que la sensación térmica provocó alrededor de 1.000 desmayos durante todo el espectáculo.

Aún con la previsión de calor extremo, la organización prohibió la entrada de agua embotellada al estadio, alegando que es una exigencia de los organismos públicos. La afirmación no es del todo cierta. El Código de Protección al Consumidor en Brasil define que el público puede tomar agua, siempre que cumpla con restricciones de seguridad, como en vasos de plástico sellados. Después de la tragedia, el gobierno del país modificó la ordenanza, haciendo obligatoria la distribución de agua gratuita y permitiendo la entrada con botellas. La prohibición, sin embargo, es una práctica común en los grandes eventos y alimenta un mercado paralelo: dentro del estadio se vendían vasos pequeños por 8 reales (alrededor de US$ 1.80ctvs).

La falta de agua no fue el único problema. En las redes sociales, los fans informaron de graves quemaduras al caer al suelo de la pista, que quedó cubierta con un material metálico pese a la previsión de calor extremo. En uno de los informes, un fan informó que las enfermeras y médicos en el lugar intentaron ocultar la situación al equipo de Taylor. “El médico a cargo confirmó la quemadura a mucha insistencia”. Otro factor que intensificó la situación fue el uso inaceptable de cubiertas en las aberturas de ventilación sofocando aún más el lugar.

Con la muerte de Ana y el movimiento de fans en las redes sociales, la empresa liberó el sábado la entrada con agua y retiró las paredes del lugar. También se puso en fila a los bomberos para enfriar los ventiladores con mangueras y se aumentó el número de guardias de seguridad y bomberos. No sirvió de nada: cuando la mayoría de los aficionados ya estaban dentro del estadio, la presentación se pospuso hasta el lunes debido al calor extremo. Una decisión acertada, pero que podría y debería haberse tomado mucho antes.