El narcotraficante y futbolista, productor musical Sebastián Marset, de 32 años.
El gángster con cara de bebé de 32 años, conocido por alias como el “Rey del Sur”, que supuestamente estampa en ladrillos de cocaína, y el “Hombre de las Mil Caras” por su capacidad para obtener identidades y pasaportes falsos de varios países, apareció en el noticiero Santo y Seña el 26 de noviembre en una entrevista pregrabada.
La destacada cadena de noticias uruguaya Canal 4 anunció a mediados de la semana pasada que una de sus periodistas, Patricia Martín, se reunió con Marset en su escondite actual, probablemente en algún lugar de los vastos terrenos del vecino Paraguay a principios de noviembre. El hecho retrotrajo a la memoria la entrevista grabada en condiciones simulares de seguridad al entonces jefe del cartel de Sinaloa, el Chapo Guzmán que poco después fue detenido por la DEA.
Más allá de los pormenores de como sucedió la entrevista, el medio ViceNews, afirma que “la infamia de Marset es un fenómeno relativamente nuevo”. Una investigación de septiembre publicada por el medio digital expuso en detalles sus recientes escapadas, “desde que lo arrestaron moviendo kilos de marihuana con el tío de un presidente paraguayo en 2012, hasta su ascenso en el mundo criminal detrás de las rejas antes de su liberación en 2018. Luego supuestamente se convirtió en un actor destacado en la escena de la droga en América del Sur, trabajando como “administrador” de varios cárteles de la droga, conectando diferentes grupos, rutas y organizaciones de lavado de dinero. Durante ese tiempo, Marset se escondió a plena vista, sobornando a un equipo de fútbol profesional para que le permitiera jugar en su equipo, además de hacerse pasar por productor musical y promotor de conciertos mientras supuestamente ganaba millones y millones en fondos ilícitos”.
“En 2022 -sigue Vice News- las autoridades paraguayas lo nombraron cabecilla de una vasta conspiración que involucraba a actores, entre ellos políticos y un líder de la iglesia evangélica, de uno de los mayores señores del crimen de la región, Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico. Posteriormente, el presidente colombiano Gustavo Petro lo acusó de ser el cerebro detrás del sonado asesinato del fiscal paraguayo contra el crimen organizado Marcelo Pecci mientras celebraba su luna de miel en una playa colombiana en mayo de 2022”.
“Pero incluso con la atención mundial y una notificación roja de Interpol, Marset ha seguido siendo esquivo. Pudo escapar de las autoridades de Dubai en un escándalo de pasaportes que derribó a políticos uruguayos de alto rango pocos días antes de ser nombrado en la investigación sobre su organización. Luego, Marset comenzó a esconderse a plena vista en Bolivia, utilizando una vez más una identidad falsa para vivir lujosamente y unirse a otro equipo de fútbol profesional local, apareciendo en televisión en partidos bajo un seudónimo”.
De acuerdo a ViceNews “las autoridades bolivianas finalmente localizaron a Marset hasta una mansión en la ciudad de Santa Cruz en julio, pero cuando llegaron, ya no estaba. Poco después, Marset, que se ha hecho famoso por enviar mensajes en vídeo a la prensa para dar su versión de los hechos, publicó otra comunicación sorprendente, afirmando que la policía boliviana le avisó de la redada”.
Desde entonces, se desconoce el paradero de Marset, existiendo rumores de que podría estar desde Brasil hasta África.
- Estados Unidos
Cómo barrer la burocracia estatal
- Geopolítica
La presencia China en América Latina
- Actualidad
La decadente actitud del Washington Post
- Apertura del MercadoRusia ataca a Ucrania con un Misil Intercontinental
- Estados UnidosCómo barrer la burocracia estatal
- GeopolíticaLa presencia China en América Latina
- ActualidadLa decadente actitud del Washington Post
- LibrosEsculturas de libros
- TendenciasNicole Coco Austin
- EspectáculoMujeres que encantan: Irina Shayk
- Argentina – Elecciones 2023Los dichos por Javier Milei, ganador
El GRUPO EDITORIAL EXPRESS PRESS desea renovar su concepción y compromiso empresarial a través de una visión amplia e integradora, que más allá de la cuestión meramente económica, incorpore valores sociales, transparencia y ética profesional a fin de alcanzar la adecuada implementación de un modelo de negocio sustentable, acorde a los desafíos que nos plantea la revolución tecnológica.