Todas las caras del debate

Por Carlos Rodriguez San Martín
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Foto: 20 minutos | Diseño Henar de Pedro

Puede ser que hace dos meses los partidarios de Trump salieran a alardear la paliza a Joe Biden. Hay quienes afirman que, tras el debate del martes pasado, el de anteayer, entre Kamala Harris y el expresidente los que salieron a festejar fueron los demócratas. Las luces se iluminaron en la sala de prensa de la campaña de Harris (James Carville) incluido. ¿Qué periodista que se precie necesita oradores seleccionados por la campaña para decirle a su audiencia que su candidato lo hizo muy bien y que su oponente es un idiota? Las oficinas de campaña saben que muchos votantes se ven influenciados por la cobertura de la prensa y tratan de sembrar historias para cualquiera que escuche.

El martes por la noche tomé apuntes en mi carpeta de todo lo que iba interpretando del debate. Lo que llegué a ver fue una Kamala como quien llega a una fiesta a pasearse por toda la sala y dar la mano haciendo muecas de sorpresa y asumiendo cierta ambivalencia al momento de ser original. Estaba totalmente animada a dar pelea. Me fijé en Trump y se veía cien veces mejor que en el debate contra Biden. Tenía un semblante descansado, canchero y bronceado. Esa composición que es una mezcla de estilo y personalidad no figuran abiertamente en el análisis para los periodistas que juegan los impactos mediáticos de lo que sale de cada uno. ¿Se han fijado en su oreja? Y cosas de ese tipo para llamar la atención de que probablemente el disparó que recibió en Pensilvania podría ser una de sus mentiras. Ustedes vieron: Las cadenas le contabilizaron 26 mentiras a Trump. O sea, este tipo es un desastre, miente cada vez que se le ocurre. Un dictamen en general no sería menos evidente que las mentiras a las que estamos acostumbrados escuchar de los políticos. ¡¡¡Por amor a Dios!!!!

Las cadenas tenían el ojo puesto en el expresidente durante todo el debate esperando el momento de soltar la bocha. ¡¡¡¡Strike!!!!

No vamos a poner en este informe los resultados del debate que aparecen en las cadenas, casi todos favorables a la demócrata, pero lo que verdaderamente paso allí como escribió una compañera de curso que no era tan activa en colegio: “Es que (el debate) fue una lección para todos los hombres. Una mujer con cara de santa, puede desquiciar al hombre de acero. Sus muecas burlonas fueron la Kriptonita para Trump. Así también con muecas burlonas destrozará el mundo entero (si asume la Casa Blanca). ¡China celebrará Año Nuevo el 5 de noviembre!  ¡Finalmente gana China!” Es un comentario que vale la pena porque engloba en pocas palabras lo que nadie dice en la mass media. (Vea la nota en este mismo Newsletter sobre los ejercicios navales conjuntos de China y Rusia).

Más importante que aborto o la guerra, el apoyo de Taylor Swift cuando terminó el debate estaba en el Instagram. Entonces salió Elon y le ofreció un bebé a cambio de los gatos que ha decidido (seis) en lugar de hijos (Vea en este mismo Newsletter la nota: La respuesta de Musk a Swift, peor de lo que crees). Era una excelente oportunidad para la artista mejor pagada de todos los tiempos, pero, claro, más desequilibrada, Taylor va a seguir prefiriendo otro gato a tener que unirse las trompas para parir un hijo, sería un escándalo o casi ya lo es. Y esa cuestión de género que según la media norteamericana es más importante que la inflación o la misma guerra en Europa.

Mientras llegaba el apoyo de Swift, un envalentonado Zelenski lanzó un ataque desenfrenado con una impresionante cantidad de Drones que rosaron el Kremlin en pleno Moscú. “¡Quién puede detener la guerra en 24 horas soy yo!”. Otra de las mentiras de Trump, anotadas entre las restantes por las cadenas. En verdad, claro que Trump puede detener la guerra. Mencionó algo de la Otan que despejó la vista encuadrada en “las mil y una noche”, otro de los grandes dilemas para Kamala: El Oriente Próximo con sus más de 42.000 muertos. Su instinto maternal y el ataque de que en la gestión de Trump había reunido en Camp Davis “un símbolo del sueño norteamericano” a los jefes talibanes. Ningún medio contabilizó ese detalle como una mentira de la afroindoamericana, que se enteró que era negra en el debate.

Con los medios adversos que seguirán apoyando a Harris incondicionalmente, mientras “la oscuridad se adentra en las raíces profundas de la humanidad” como predijo hace 130 en Así habló Zaratrusta, Friedrich Nietzsche.