
Una vez más la ciudad de El Alto ha marcado el compás de las protestas contra el gobierno.
Un gobierno se debe preocupar cuando los rugidos de descontento llegan de El Alto. No es ajeno para ningún político que esta ciudad ha demostrado a lo largo de su corta historia un poder de paralización que hace temblar los cimientos del país cuando se propone ingresar en protestas. Sin el frio extenuante de los últimos días, ayer la jornada fue una llamada de advertencia para que la administración gubernamental resuelva con plazos de horas la carestía de combustible y dólares. Una de las ciudades del país por donde ingresa gran parte del comercio de los puertos del Pacífico.
Algunos distritos de la ciudad pararon y el gobierno reconoció 26 puntos de bloqueo que hace intransitable el paso a La Paz que en estos casos es la que más sufre el desabastecimiento de todo tipo de productos. El sector del autotransporte ha iniciado un paro indefinido que podría complicar la situación y poner en punto muerto la convocatoria al diálogo en la que está empeñado el gobierno.
Otras protestas en La Paz
El centro de la sede de gobierno fue escenario de marchas de sectores que exigen solución a los mismos problemas que tienen a la población en apronte. Los manifestantes estuvieron a punto de enfrentarse con las fuerzas del orden por su intensión de ingresar a la plaza Murillo, donde radica la administración central.
Las marchas podrían incrementarse, aunque se sabe que cisternas cargadas con combustible están ingresando al país desde Chile para normalizar el abastecimiento de diésel y gasolina.