
El Gobierno nacional y la Central Obrera Boliviana (COB) acordaron ayer un incremento del 10% al Salario Mínimo Nacional (SMN), que pasa de Bs 2.500 a Bs 2.750, y de hasta 5% al haber básico en los sectores de salud, educación, policía y Fuerzas Armadas. La medida, según el Ejecutivo, busca compensar la inflación que golpeó al país en 2024, impulsada, entre otros factores, por los bloqueos impulsados por Evo Morales. Sin embargo, el sector empresarial rechazó la decisión y pidió reconsiderar la medida a fin de evitar efectos negativos para la economía.
El anuncio fue realizado por el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, en presencia del presidente Luis Arce y dirigentes de la COB, en Casa Grande del Pueblo. Según el acuerdo, también se modificará la base de cálculo del Régimen Complementario al IVA (RC-IVA), que se computará ahora sobre tres salarios mínimos nacionales.
La decisión —afirmó Montenegro— tomó en cuenta el contexto económico nacional e internacional, en un momento marcado por presiones inflacionarias, escasez de divisas y combustibles, y un entorno de crecimiento débil.
“El incremento de precios de la pasada gestión se debió principalmente a efectos climáticos, especulación y bloqueos”, explicó Montenegro, al recordar que en 2024 la inflación cerró en 9,97% tras más de 40 días de bloqueos en el país.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi, sostuvo que la propuesta salarial fue producto de un análisis técnico, considerando factores como la escasez de dólares, la presión sobre los precios de la canasta familiar y el contrabando. Aunque inicialmente la COB exigía un 15% de incremento al mínimo nacional y 20% al haber básico, finalmente aceptó un acuerdo menor, considerando la situación económica del país.
Huarachi remarcó también que se tomó en cuenta la necesidad de proteger tanto la estabilidad laboral como la inversión privada. “No podemos ir en contra del sector empresarial”, dijo, al recordar que la COB impulsó políticas como el programa “Consume lo nuestro” para fortalecer la producción nacional.
Empresarios rechazan
La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) y otras cámaras empresariales manifestaron su “firme rechazo” al incremento salarial, advirtiendo que afectará gravemente la sostenibilidad de las empresas, especialmente de las pequeñas y medianas, y profundizará el estancamiento económico.
Mediante un comunicado, la CEPB calificó el aumento como “el más alto de los últimos ocho años” en un escenario adverso, con decrecimiento del PIB, inflación creciente y déficits fiscales sostenidos.
La Cámara Nacional de Industrias (CNI), en la misma línea, advirtió que el incremento generará:
- Mayor estancamiento económico: el PIB creció apenas 2,1% en 2024 y se prevé un 1% para 2025, la cifra más baja desde la pandemia.
- Presión inflacionaria: la inflación acumulada llegó a 13,87% en marzo de este año y podría dispararse aún más.
- Aumento del déficit fiscal: actualmente en 10,9% del PIB, situación que empeorará con mayores gastos en salarios públicos.
- Riesgo para la viabilidad de empresas y el empleo formal: el alza salarial agravará las dificultades que ya enfrentan las empresas debido a la escasez de divisas, combustibles y caída de ventas.
- Desigualdad salarial entre sectores público y privado, afectando la competitividad empresarial.
- Altos costos laborales: por cada Bs 100 de incremento salarial, los empleadores deben cubrir Bs 48 adicionales en aportes y cargas sociales.
La CNI alertó que sólo el 15% de la fuerza laboral formal se beneficiará directamente de la medida, mientras que la mayoría de los trabajadores, empleados en el sector informal, sólo sentirán el impacto del encarecimiento de los productos.
Jean Pierre Antelo, presidente de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo (Cainco) de Santa Cruz, criticó duramente la medida y advirtió que la crisis económica se agudiza.
“No hay decreto que tape lo que todos vemos. La crisis es real y cada día más profunda”, afirmó, señalando que el incremento salarial no beneficiará al 80% de bolivianos que trabajan en la informalidad y ahora deberán enfrentar precios más altos.
“El 80% de los bolivianos que vive del día no recibe ni un peso más pero hoy paga el pan al doble”, escribió Antelo en redes sociales, apuntando también contra los “cómplices del modelo agotado”, en referencia a los sectores que apoyan el acuerdo salarial.