Cristina presa

Por Noticias con edición dat0s
0
111
cristina fernandez, prisión domiciliaria, Argentina
Foto: NA

Cristina Kirchner fue condenada y está fuera de carrera para cualquier nominación a un cargo público.

La Plaza de Mayo volverá a ser escenario de una masiva movilización convocada por sectores del peronismo, organizaciones sociales y de derechos humanos en defensa de Cristina Fernández de Kirchner, luego de que la Corte Suprema confirmara su condena a seis años de prisión en la causa Vialidad y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. La marcha no es solo un acto de respaldo a la ex presidenta, también es una advertencia: el peronismo considera que lo que está en juego no es solo una figura política, sino un proyecto de país. Al mismo tiempo, la sentencia abre un debate interno —silencioso pero en marcha— sobre el liderazgo poscristinista y la construcción de nuevos horizontes electorales.

De acuerdo a dirigentes peronistas, la condena de la ex presidenta que gobernó ocho años tras la muerte su Ernesto Kirchner fue “un plan de proscripción y entrega del país”. “Intentaron por varios lados, con varias causas, y esta fue la que les permitió llegar al objetivo. Lo que hicieron con Cristina fue para proscribirla políticamente y habilitar un modelo económico predatorio”, han señalado dirigentes peronistas tras conocerse la condena. Las mismas fuentes advirtieron que detrás del fallo judicial hay intereses corporativos que buscan implementar un régimen de exclusión social y concentración económica, y el gobierno de Javier Milei funciona como vehículo de esa ofensiva.

Fallo político y crisis económica

Varios parlamentarios afines a la ex mandataria han señalado que la sentencia como “un fallo político” dictado “bajo presión mediática y corporativa”. “Cristina representa un proyecto que incomoda a los sectores de poder. Logró una distribución histórica entre capital y trabajo. Por eso la quieren fuera de juego”, Han denunciado la vulneración del sistema republicano y anticiparon movilizaciones masivas y pacíficas, pero con un mensaje claro: no se puede seguir gobernando con ajuste y represión.

El falló ha encendido las pasiones políticas y ha servido para echar fuego al gobierno de Javier Milei. “El nivel de confrontación con Milei lo va a definir Milei, no nosotros”, se dice entre allegados del peronismo. Pero hay quienes prefieren acordonar las protestas en otro nivel. “No lo tomemos como una tragedia. El peronismo en la calle es una fiesta. Siempre volvimos, y esta no va a ser la excepción”, se dice.

Las reacciones también apuntaron al modelo económico del actual gobierno al que calificaron de “suicida” para la industria nacional: “Hoy Argentina está carísima en dólares. Vas a Brasil y todavía está más barato. Todos los productos argentinos están siendo reemplazados por producción extranjera. Y eso ocurre porque tenemos un presidente que prefiere importar antes que defender a los suyos”.

En paralelo, otras figuras históricas del kirchnerismo denunciaron que la proscripción de Cristina busca “instalar una narrativa donde los únicos candidatos válidos sean los funcionales al poder económico”. “Si Cristina no tenía poder, ¿por qué la proscribieron? Porque le tienen miedo. Porque es la única que puede ganarles”.

Mientras sectores del kirchnerismo duro se preparan con una mística de resistencia, otros espacios ya planifican internas, relanzamiento de figuras y reordenamiento territorial. Gobernadores, intendentes y referentes sindicales evalúan candidaturas propias en un escenario donde Cristina ya no puede ser la cabeza visible de la boleta. La pregunta que subyace no es solo quién conducirá el nuevo ciclo, sino qué narrativa logrará mantener unido a un peronismo que sigue siendo socialmente mayoritario, pero políticamente fragmentado.

"Estudio y practico la tecnología para odiarla mejor"

Nan June Paik (artista e investigador)
Si quieres apoyar nuestro periodismo aporta aquí
Qr dat0s