El detenido del año

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Roger Pinto ha cumplido 6 meses de asilo en la Embajada del Brasil y se ha convertido en el detenido número uno, pero en libertad. Su caso comenzó a complicarse por el reportaje de la revista brasileña Veja que en una de sus ediciones de este año comprometió al Ministro de la Presidencia con el narcotráfico. El hecho además de generar indisposición en esferas políticas del Gobierno se convirtió en el principal meollo para emitir el salvoconducto que le hubiera significado la salida del país.

Las relaciones entre ambos gobiernos comenzaron a sufrir una serie de retrocesos a partir de la denuncia de Veja y por el efecto de una posible relación entre altas autoridades de la actual administración con grupos delincuenciales de la droga que están operando en Bolivia. Quintana dijo que iniciará un proceso contra la editora Abril responsable por la publicación de más de una decena de revistas en el vecino país y con ventas por encima de los dos millones de ejemplares de sus ediciones impresas.

Una serie de conjeturas se manejaron en torno a la situación del senador pandino y sobre los elementos probatorios de la denuncia. Ya en 2011 Pinto dijo que había enviado al presidente Morales información confidencial sobre el envolvimiento de sus allegados con el narcotráfico. Esa información clasificada nunca fue procesada hasta que estalló la denuncia. Se dice que Pinto tuvo acceso a la información clasificada en uno de los panales de máxima seguridad que hay en Bolivia. Al poco tiempo fue acuchillado en Chonchocoro un detenido que guardaba reclusión por el asesinato de la hija de la Cónsul estadounidense. Una cadena de sucesos que posiblemente tengan que ver con la investigación a la que tuvo acceso Veja en Brasil. El Gobierno de La Paz no se ha vuelto a pronunciar sobre el tema a pesar de que el embajador de Bolivia acreditado ante el Planalto dijo que “sentaría la mano a la revista”, supuestamente por basar su información en especulaciones.