Las Femen extienden su influencia

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Femen, según Alexandra Shevchenko, una de sus fundadoras y actual responsable de la célula en Alemania, surgió en Ucrania en 2008 con la intención de llamar la atención sobre los problemas de la mujer, pero haciéndolo de una “forma distinta”. Según sus palabras, “la mujer tiene derecho a emplear todas las armas a su alcance, incluida la fuerza de su atractivo, y por eso en nuestras acciones tratamos conscientemente de desencadenar erecciones”.

Al mismo tiempo, Alexandra puntualiza que “nos desnudamos cuando queremos y nos acostamos con quien queremos. Deseamos que así sea para todas las mujeres y que ninguna sea vea obligada a hacerlo por dinero o bajo coacción”. Al uso del topless como recurso exhibicionista lo llaman “sextremismo”.

Empezaron a hacerse conocidas fuera de su país en 2010, cuando cuatro de ellas irrumpieron semidesnudas en el colegio electoral en donde votó Víctor Yanukóvich, que sería elegido presidente en aquellos comicios. Al año siguiente, con motivo del comienzo de las movilizaciones contra Vladímir Putin, se trasladaron a Moscú. Protagonizaron entonces diversas acciones reivindicativas, entre ellas una frente a la catedral de Cristo Salvador, en cuyo interior las rusas de Pussy Riot entonarían poco después una plegaria implorando a la Virgen que eche a Putin del poder.

En marzo del año pasado, el día de las elecciones presidenciales, se desvistieron en el colegio en donde Putin acababa de depositar su voto. Aquello les cerró definitivamente el acceso a Rusia, en donde fueron declaradas “persona non grata”. Y es que Femen ha tenido que cerrar también sus puertas en Ucrania. Inna Shevchenko, que lidera ahora la sección implantada en Francia, aserró una cruz en Kiev y su compañera, Yana Zhdánova, se abalanzó en topless sobre Kiril, el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa, durante una visita que efectuó a la capital ucraniana en julio de 2012. Lo hizo en solidaridad con las componentes de Pussy Riot encarceladas.

El pasado mes de agosto, la Policía llevó a cabo un registro en la sede de Femen en Kiev y dijeron haber encontrado una pistola y una granada de mano. La jefa del movimiento feminista, Anna Gutsol, acusó a los agentes de ser ellos quienes pusieron las armas dentro del local para justificar el inicio de diligencias judiciales y acabar con la actividad de Femen en Ucrania.

La sede mundial de esta organización feminista se encuentra ahora en París, en donde acaban también de abrir un “centro de formación” para las nuevas militantes. Por allí han pasado las integrantes españolas de Femen, entre ellas Lara Alcázar Miranda, la fundadora del grupo en nuestro país, que inició su andadura el pasado mes de mayo.

Femen ha llevado sus acciones de protesta al Vaticano, a la catedral de Notredame de París, a Santa Sofía en Estambul, a las sedes de diversas cumbres y encuentros internacionales e incluso a países musulmanes, a Túnez en particular.

Activistas en media Europa

La organización cuenta con activistas en Alemania, Bélgica, Brasil, Canadá, España, Francia, Holanda, Israel, Italia, México, Polonia y Suiza. Dicen combatir el patriarcado y los “tres enemigos mayores” que lo constituyen: la explotación sexual, las instituciones religiosas y los regímenes totalitarios. Defienden que la mujer es dueña de su cuerpo y, por tanto, a ella compete si debe o no abortar.

Algunos medios de comunicación rusos sostienen que Femen está financiada por una multimillonario estadounidense, pero ellas lo niegan y aseguran que su “modesto presupuesto” proviene de donaciones y de la venta online de fotografías, carteles y camisas con el logotipo de la organización.

Algo que ha contribuido a dar renombre a Femen ha sido el hecho de que el nuevo sello postal de Marianne, la mujer símbolo de Francia, está inspirado en Inna Shevchenko. Con tal motivo ella dijo que “ahora todos los homófobos, extremistas y fascistas tendrán que lamerme el culo cuando quieran enviar una carta”.