Los viajeros perderían tanta masa ósea y muscular que no volverían a la tierra.
Una empresa holandesa, que planea enviar en el futuro una tripulación amateur de astronautas en una misión sin regreso a Marte, se asoció a dos importantes compañías para trabajar, como vía de preparación, una misión robótica al planeta rojo.
La llamada misión Marte Uno, programada para iniciarse en 2018, tiene el objetivo de preparar el camino para la tripulación de voluntarios, probando la tecnología que necesitarán si llegan a Marte en las condiciones necesarias para iniciar la primera colonia humana en el espacio.
Lockheed Martin, empresa privada aeroespacial estadunidense que ha trabajado en numerosas misiones de la NASA, ha aceptado desarrollar los planos para un explorador tomando como base la sonda diseñada por esa agencia espacial de Estados Unidos que aterrizó en Marte en 2008.
El explorador despegará con un anexo satélite de comunicaciones que será puesto en la órbita de Marte y que enviará video y datos de la superficie de ese planeta a la Tierra. La empresa británica Surrey Satellites (SSTL) firmó ya un contrato para trabajar en este dispositivo de comunicaciones.
Si el lanzamiento resulta como está planeado, el suceso establecerá la fecha de la primera misión de exploración de otro planeta financiada con fondos privados. “Eso es realmente maravilloso”, dijo Ed Sedivy, un ingeniero en jefe de Lockheed Martin que fue director de vehículos espaciales en la misión Phoenix de la NASA. “Este es el inicio de una nueva era en la exploración espacial”.
En un informe de prensa fechado en Washington el 10 de diciembre, Bas Lansdorp, director Administrativo de Marte Uno, comentó con los reporteros que la misión robótica era “el primer paso del plan general de Marte Uno para establecer un asentamiento humano permanente en Marte”.
Lansdorp piensa que la misión humana a Marte costará apenas seis mil millones de dólares, pero Michael Listner, experto en leyes espaciales, calcula un costo total muy superior, cercano al billón de dólares. La mayor parte de los gastos serán pagados por financiamientos filantrópicos y derechos de transmisión: el modelo comercial del Marte Uno convierte a los viajes espaciales, y al riesgo real de muerte, en un reality de TV que seguirá a los personajes astronautas durante toda su misión.
Si la primera misión humana se realiza con éxito, Marte Uno espera enviar más tripulantes cada dos años. No se espera que nadie regrese a casa, la idea es que permanezcan en el planeta como la primera colonia humana extraterrestre. Lansdorp dijo que la empresa había recibido más de 200 mil solicitudes de personas que querían formar parte del primer grupo en viajar a Marte. Cada solicitud cuesta 75 dólares. Añadió que quienes pasen a la siguiente ronda de evaluaciones tendrán noticias a fin de año.
Este robótico explorador de Marte probará las cámaras de video y filmará continuamente, mientras que un experimento a bordo de la nave demostraría cómo se puede elaborar agua en la superficie del planeta. Otro experimento analizará la eficiencia con la cual los paneles solares de película delgada pueden recolectar energía del sol.
En un informe de prensa por video, Martin Sweeting, fundador de SSTL, dijo que la empresa aprovechará el trabajo realizado para desarrollar la versión europea del GPS -los satélites de navegación Galileo- para el satélite de comunicaciones de Marte. “Los que estamos en Surrey hemos soñado con esto durante muchos años”, dijo. Por años, la empresa “ha estado interesada en bajar los costos de exploración y aumentar el ritmo de la misma”.
Marte Uno planea organizar varios concursos con escuelas y universidades por un espacio a bordo del explorador para conducir experimentos o llevar cosas al planeta, como una carta para que lean las tripulaciones futuras. Marte Uno espera obtener parte de los fondos de proyectos abiertos de colaboración (crowdsourcing).
Una misión humana a Marte estaría plagada de peligros. Los niveles de radiación serán intensos tanto durante el viaje como sobre la superficie del planeta. El débil campo gravitacional de Marte también requerirá de un periodo de adaptación, y aquellos que se queden en el planeta probablemente perderán tanta masa ósea y muscular que no podrían sobrevivir en la Tierra. También el impacto psicológico sería devastador. Hasta los astronautas entrenados han sufrido problemas de salud mental, alteraciones serias de sueño y estrés luego de haber permanecido en simulacros de misiones espaciales largas, aunque nunca salieron de la Tierra. Uno de esos simulacros, que se llevó a cabo en 1999, llegó al límite en lo referente a proposiciones sexuales no deseadas, paredes agujereadas y manchadas de sangre.
“Nos estamos acercando a nuestro destino. Va a ser un camino accidentado y difícil, pero estoy seguro de que con mucha ayuda de gente de todo el mundo lograremos llegar”, dijo Lansdorp. D