Obediencia que limita

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Se trata de un texto que fue escrito  por Howard Zin (1922-2010), activista, profesor de historia en la Universidad de Boston, escritor y guionista de cine. Los Derechos Humanos fue uno de los tema  principales de sus escritos.

El conocido actor norteamericano, Matt Damon, amigo personal de Howard, leyó estas palabras en el acto de apertura del Festival de Cine “Lowder than a Bomb” en la ciudad de Chicago, a principios del año  2013; y aquí, en este espacio de mi columna, aprovecho el pánico suscitado por  cómo pagar el doble aguinaldo (en especie, en cuotas, es decir en revistas pasadas o en textos no publicados etc.) para introducir un tema que creo nos daría algunas respuestas para entender  el porqué de las decisiones que nos afectan a todos.

Muchos creen que se trata de un llamado a la revolución planetaria, otros creen que se trata de un discurso inspirativo. De todas maneras recomiendo leerlo además de puntualizar que el análisis fue escrito en los años 70´del siglo XX.

“Comienzo bajo la pre misa de que el mundo está al revés. Mucha gente que  está en las cárceles debería estar libre y muchos que están libres deberían ir a la cárcel. Gente equivocada nos gobierna y la que tiene capacidad de decidir no tiene poder”. “La riqueza en este país (EEUU) como también en el resto del  planeta está repartida de tal manera que necesita una drástica redistribución y no solo una pequeña reforma. Parto de la premisa de que sobre este tema no hay que hablar demasiado, tan solo necesitamos pensar un poco sobre el estado de las cosas para poder entender que todo está al revés”.

“Si no escuchan lo que se dice en los programas de televisión y no piensan sobre ello se darán cuenta de  que las  cosas no están tan mal como parecen y que los problemas están en pequeñeces. Para entender eso, sin embargo, se deben apartar por un tiempo de todo, volver atrás para ver el mundo actual y aterrarse con esa imagen”.

“Nos hablan del problema del desorden y la desobediencia social y nos quieren convencer de que nuestro  problema es nuestra desobediencia. Ese no es nuestro problema. Lo contrario, nuestro problema es justamente la obediencia. Nuestro problema son las personas que aceptaron mansamente las órdenes de sus gobernantes para participar en las guerras y millones de  personas se murieron y siguen muriéndose justamente por esta obediencia”.

“Lo vimos en la Segunda Guerra Mundial en Alemania bajo los nazis. Sabemos que en ese caso el  problema fue justamente la obediencia. La gente obedeció a Hitler. Sabemos que eso fue un error. Había que desobedecer a Hitler. En Rusia bajo Stalin la gente fue obediente. Lo mismo sucedió en la época feudal cuando la gente obedecía y fue explotada. Eran épocas terribles. Todos estamos de acuerdo en eso”.

“Hoy en día tenemos una civilización occidental que gobierna las leyes. Son leyes que aumentaron la injusticia que existía antes de este sistema moderno de orden. En todos los países del mundo gobernar con leyes es la alegría de los gobernantes y el desastre y sufrimiento de la gente. Es hora de darse cuenta de eso. Debemos mover las fronteras de nuestro pensamiento. Nixon y Brezhnev tienen más puntos en común que nosotros. Los acuerdos internacionales sobre las leyes es lo que une a los líderes del planeta. Los que gobiernan se quieren sin importar  lo que hablan uno de otro. ¿Por qué  entonces nos sorprende verlos como se dan la mano, fuman puros, ríen y la pasan bien juntos?”

“En realidad, creo que debemos volver a los principios y al espíritu de nuestra Declaración de Independencia. Eso significa resistir a los gobiernos ilegítimos y los poderes que privan a la gente de sus derechos de ser felices, libres y les quitan el derecho de vivir”.

“Bajo la premisa de la Declaración de Independencia nuestra gente tiene derecho de anular todas las  formas de esa clase de gobiernos. Para lograrlo, se debe salir del marco legal. Dejar de obedecer leyes que nos obligan ir a matar, nos obligan aceptar la injusta  forma de distribución de las riquezas y el encarcelamiento de gente inocente, mientras los verdaderos culpables por crímenes graves están libres y toman  las decisiones por nosotros. Espero  que esta forma de pensar funcione no solo en mi país, sino en otras partes del mundo, pues lo necesitamos. Toda la gente necesita el espíritu de desobediencia civil. No se trata de metafísica. Se trata de libertad, poder y riqueza. Se necesita la Declaración de Independencia entre la gente de todos los países del planeta que se dirigen hacia un mismo objetivo”, terminó Matt Damon.