Una nueva muñeca con proporciones humanas “razonables”, al contrario que las “exageradas” de Barbie, está a punto de ser manufacturada. Pero, ¿por qué tardó tanto?
Es hora de que Barbie haga una nueva amiga. Les presentamos a Lammily, que pronto podría estar compartiendo estante en las jugueterías junto a la muñeca más famosa del mundo.
El artista estadounidense Nickolay Lamm creó un prototipo de muñeca el año pasado basada en las medidas medias de una mujer de 19 años publicadas por el gobierno de Estados Unidos, y la respuesta fue apabullante. A través de un proyecto de crowfunding ya casi consiguió los US$ 95.000 que necesitaba para empezar la producción de su muñeca.
“¿Qué pasaría si las muñecas empezasen a usar proporciones humanas reales? Esta fue la pregunta que me hice después de comparar las proporciones de muñecas con las medidas medias reales”, afirma Lamm en su página web.
Pero el artista no es el primero que se hace esta pregunta.
Una revista calculó en 2009 cómo se vería una Barbie a tamaño real, escalándola a proporciones humanas, y los resultados fueron sorprendentes, tal como se ve más abajo.
La figura de la muñeca más famosa del mundo ha sido objeto de mucha controversia en los últimos años. Los críticos afirman que las proporciones de la muñeca no son nada reales.
Lamm dijo que en vez de esperar a que las compañías cambien la muñeca él se encargaría de construir la suya propia.
“Al fin alguien fue lo suficientemente valiente como para mostrar cómo se ve una mujer real”, dice Pat Hartley, experta en imagen corporal y autora de un libro sobre el tema.
“Se ha tardado mucho tiempo en conseguir que una muñeca como ésta llegue a las primeras fases de producción porque mucha gente ha estado haciendo mucho dinero proyectando una imagen de mujer flaca como ideal. Principalmente la industria dietética y de la moda. Ya era hora de que alguien se revelase”, añadió.
La empresa responsable de Barbie, Mattel, defendió las proporciones de su muñeca en una entrevista este año, afirmando que está diseñada para que se pueda jugar fácilmente con ella, sin tener en cuenta el realismo de sus proporciones.
Otra diferencia de la nueva muñeca es que, al contrario que Barbie, casi no lleva maquillaje, y su vestuario es mucho más austero.
No hay minifaldas rosas, ni chaquetas con diamantes, que se cambiaron por pantalones informales y zapatillas.
A favor de Barbie
Pero a pesar de las críticas y de los intentos de crear nuevas muñecas Barbie sigue teniendo una fiel legión de seguidores.
“Barbie es una muñeca que ha estado presente en la infancia de millones de personas”, escribe la bloguera de moda de 16 años Justina Sharp en el New York Times.
“Le mostró a las nenas chiquitas que pueden hacerlo todo, incluso ser astronautas si quieren. Acepta con calma las críticas y sigue siendo ella misma, una lección en sí misma”, añade.
Charlotte Alterwritesthat, de la revista Time, escribió que “es difícil no sentir pena por Barbie”, que ha sido “atacada sin compasión, quitada de las manos de niños por padres políticamente correctos y usurpada por libertinas que carecen de su dignidad y profesionalismo”.
La autora opina que el énfasis debería estar no tanto en su imágen irreal sino en sus logros profesionales, como haber sido doctora, astronauta o atleta olímpica.
“Por supuesto que representa la belleza y el materialismo, pero también representa flexibilidad, imaginación, y profesionalidad”, añade Alterwritesthat.
“Si nos tomásemos su carrera profesional con la mitad de la seriedad con la que nos tomamos sus medidas podríamos usar a Barbie para hablarle a las niñas sobre qué trabajos querrían tener, y no sus cuerpos ideales. Barbie sabe cómo pedir un ascenso, eso hay que reconocérselo”, añade.