Referéndums dividen más a Ucrania

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La jornada electoral en Donetsk y Lugansk estuvo marcada por un clima de improvisación y tensión, que quedó reflejado en imágenes insólitas, como milicianos emitiendo su voto con el rifle cruzado sobre su espalda. La concurrencia fue masiva.

Sin fiscalización y acosados por el ejército, que intenta retomar el control de la región, rebeldes del este ucraniano celebraron ayer una victoria contundente en el referéndum autonomista que se realizó en la región de Donetsk. Roman Lyagin, jefe del comité central electoral de la autoproclamada República Popular de Donetsk, anunció que la autonomía fue aprobada por un 89,7 por ciento de los votos. En el mismo anuncio, Lyagin informó que la participación fue del 75 por ciento, en un padrón de más de 3,1 millones de electores. Los primeros resultados oficiales se conocerán hoy.

En abierto desafío al gobierno nacional, las potencias occidentales y Naciones Unidas, los habitantes de otra región, Lugansk, también acudieron masivamente a las urnas. Como un ejemplo de las irregularidades que marcaron la jornada electoral, Alexei Chmilienko, líder del Frente Popular de Lugansk, anunció el primer resultado preliminar mientras se votaba en parte de esa provincia y en Donetsk. No bien cerraron las mesas electorales en 29 de las 32 ciudades de la provincia y tres horas antes de que lo hicieran los tres centros urbanos restantes, Chmilienko informó a la agencia de noticias rusa Interfax que sólo un 5 por ciento de los votos fue contra de la independencia de Ucrania. La participación, agregó el dirigente, fue de al menos el 85 por ciento.

Por su parte, el jefe del comité central electoral de Donetsk se mostró sorprendido por lo que consideró un escrutinio inédito. “Muy poca gente votó por el No y también hubo pocos votos nulos, lo que nos permitió hacerlo todo muy rápido”, explicó Lyagin. Pese a la determinación demostrada por las autoridades rebeldes en Donetsk y Lugansk, no está claro qué efecto inmediato tendrá esta elección. Antes de conocerse los resultados, Lyagin ensayó una explicación a Interfax. “Sólo queremos declarar nuestro derecho de autodeterminación. Esto significa que el status de la provincia de Donetsk no cambiará después de que los resultados del referéndum sean anunciados. No dejaremos de ser parte de Ucrania, no nos convertiremos en parte de Rusia; simplemente le diremos al mundo que queremos cambios”, explicó.

Más allá de esas declaraciones, aún hay milicianos y manifestantes que dicen pelear por la independencia de Ucrania y el ingreso a la Federación Rusa, como lo hizo Crimea hace poco más de un mes. Prueba de ello es que otro de los líderes de la rebelde República Popular de Donetsk, Denis Pushilin, advirtió ayer frente a la prensa que, después del anuncio de los resultados de la consulta, “las tropas militares en nuestro territorio serán consideradas como ilegales y declaradas ocupantes”.

En tanto, otros rebeldes llaman a quedarse en Ucrania, pero como una entidad autónoma dentro de una federación. La jornada electoral de ayer estuvo marcada en las dos provincias por un clima de improvisación, desorganización y violencia, que quedó reflejado en imágenes insólitas, como milicianos emitiendo su voto con el rifle cruzado sobre su espalda o un centro de votación al aire libre en el medio del campo en Lugansk, donde sólo hubo una mujer sentada al lado de un pupitre donde se apoyó una urna y una pila de boletas.

El copresidente del consejo de Donetsk, Denis Pushilin, informó que los choques de ayer por el control de la sede del gobierno local dejaron al menos un muerto, mientras que el medio digital local 06239.com.ua. denunció que fueron dos las víctimas fatales. Ambos responsabilizaron a una presunta milicia vinculada al gobierno nacional, que asumió a fines de febrero, luego del derrocamiento del presidente pro ruso Viktor Yanukovich. El responsable del centro de prensa para el referéndum de Lugansk, Vasili Nikitin, informó durante la votación que 1500 civiles bloquearon la entrada de los blindados de la Guardia Nacional de Ucrania a esa ciudad. “Estoy escuchando disparos. Me dijeron que ya hay al menos dos heridos”, aseguró Nikitin a Interfax.

El gobierno ucraniano no confirmó esa información, pero anunció que había logrado desmantelar los retenes y los puestos de control rebeldes en las afueras de las ciudades de Slavyansk, Kramatorsk y Krasnyi Lyman, las tres en el norte de la provincia, lindante con Rusia. También se vivieron momentos de dramatismo en Krasnoarmeisk, en el centro oeste de Donetsk, donde las autoridades rebeldes tuvieron que cerrar todos los centros de votación luego de que las fuerzas de la Guardia Nacional tomaran el control del Ayuntamiento, del Departamento de Policía y finalmente de la ciudad.

Kiev continuó ayer con su ofensiva militar para recuperar el control del este del país y volvió a acusar al gobierno ruso de inspirar, organizar y financiar el referéndum. “Los instigadores del referéndum fueron grupos terroristas equipados y entrenados según los estándares rusos”, denunció la Cancillería ucraniana.

Su principal aliado externo, Estados Unidos, también señaló a Moscú como uno de los principales responsables de la actual crisis ucraniana, pese a que el presidente ruso Vladimir Putin pidió públicamente la semana pasada suspender las consultas autonomistas. “Estados Unidos está decepcionado con el gobierno ruso por no haber utilizado su influencia para impedir el referéndum”, sostuvo la vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki, en un comunicado. En el mismo texto, Washington reiteró que no reconocerá los resultados en las regiones separatistas por considerar que el plebiscito es ilegal. En tanto el gobierno de Rusia, aliado del Este, aseguró que hará una declaración tras evaluar los resultados.

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