La Paz una ciudad sitiada y violenta
Que violencia más se puede ejercer si no es tomar a golpes las calles de La Paz ante la indiferencia de las fuerzas del orden público y los guardias municipales que dejaron actuar a sus anchas a grupos de malentretenidos del poderoso sector del autotransporte paceño que emprendió a puños, patadas y pedradas a los indefensos habitantes de La Paz que ya sufren el ruido de una ciudad que crece en medio del caos sin que nadie frene los atropellos a los que a diario se ve expuesta la población.
El pasado jueves los denominados autotransportistas a los que se han adherido gran parte de la gente joven que ha llegado de las provincias paceñas, sin la menor medida de clemencia bloquearon las arterias que dan acceso al centro y se lanzaron a atacar a la población munidos de palos y piedras que arrojaron sobre las personas que protestaron por los atropellos y contra los motorizados públicos y particulares que acabaron averiados por las vías de circulación. Una demostración lamentable que deteriora la imagen de la ciudad.
Los transportistas exigen el alza de tarifa en el precio de pasajes. “Ya van a llegar más compañeros, estamos reclamando el alza de tarifas. Nosotros no tenemos dos o tres aguinaldos y vamos a bloquear y por eso cumplimos con este paro. Sabemos que ya están viniendo la Policía a sacarnos, pero hoy no va haber transporte”, afirmó uno de los manifestantes.
Las calles de las zonas ubicadas en las laderas de La Paz, como Villa Copacabana, Pampahasi y Villa San Antonio, además de Miraflores y la zona Sur amanecieron desiertas. La población buscó diferentes formas de transportarse a diferentes puntos de la ciudad.
En el sector del estadiun y en los puentes de acceso a la zona sur, los manifestantes arrojaron piedras a los vehículos del transporte público y a particulares que trataban de llegar a sus fuentes de trabajo. También golpearon a los conductores que no cumplieron con las medidas de presión.