Descomunales proyectos científicos con los que China muestra su poderío

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Foto: OBSERVATORIO ASTRONÓMICO NACIONAL DE CHINA.

China está agigantando la ciencia.

Las ambiciones científicas del país asiático son inmensas: desde la construcción de las instalaciones experimentales más grandes que se hayan visto jamás, pasando por la puesta en marcha a gran escala de los últimos avances médicos, hasta la superación de los límites de la exploración del océano y del espacio.

Hace unas décadas, esta nación apenas aparecía en los ranking científicos mundiales. Ahora, en términos de inversión y ensayos publicados, sólo la supera Estados Unidos.

Pero, a pesar de su rápido progreso, China todavía tiene varios retos por superar.

Aquí te ofrecemos 5 proyectos clave que ilustran la gran fortaleza del gigante asiático en materia científica (y también algunas de sus debilidades).

1. El radiotelescopio más grande del mundo

Enclavado en un gran cráter natural, este gigante chino está a punto de empezar a respirar.

Una enorme antena curva, rodeada de escarpadas montañas, destella con el atardecer. Los obreros de la construcción están ocupados con los retoques finales de esta estructura que mide 500 metros de diámetro.

Se trata del radiotelescopio más grande que jamás se haya construido.

En cuanto a la astronomía, en China estamos muy por detrás del resto del mundo.

Peng Bo, subdirector del FAST

“En cuanto a la astronomía, en China estamos muy por detrás del resto del mundo”, comenta el profesor Peng Bo, subdirector del Telescopio de Apertura Esférica de 500 metros (FAST, por sus siglas en inglés).

Pero este gigante, ubicado en la provincia de Guizhou, en el sudoeste del país,empequeñece al resto de los radiotelescopios.

Su construcción se hizo en un tiempo récord: cinco años.

Nan Rendong, de los Observatorios Astronómicos Nacionales de la Academia China de Ciencias y cerebro del proyecto, confiesa que algunas veces le pareció que no iban a superar los obstáculos y más de una vez pensó en arrojar la toalla. “Pero al final encontramos el camino”.

Hasta ahora, el récord lo tenía el observatorio Aricebo, en Puerto Rico, con su antena de 305 metros de diámetro.

El radiotelescopio chino es un poderoso símbolo del renacimiento científico del país, que en 2013 superó a Europa y se posicionó como la segunda nación que más investiga e invierte en ciencia.

Se espera que para 2020 supere a Estados Unidos.

2. Córneas de cerdo para ciegos

La industria porcina es enorme en China. Los cerdos son criados para la alimentación, pero ahora hay un nuevo destino para las partes del cerdo que no terminan en la mesa.

Una vez que el animal es sacrificado, se separan sus córneas para ser trasplantadas en seres humanos.

Un quinto de la población mundial de ciegos -unos 1.400 millones- se encuentra en China. Y la enfermedad de córnea es la responsable de ello en entre 3,5 y 5 millones de los casos.

Una lesión o infección en la córnea, si no es tratada, puede llevar a la pérdida de la vista; para muchos, un trasplante de córnea es la única solución.

Pero la lista de espera es demasiado larga.

En el pasado, la principal fuente de órganos en China eran los prisioneros ejecutados.

Pero el año pasado el gobierno canceló esta controvertida práctica y empezó a animar a la gente a que donara sus córneas después de muerta. El problema es que muy pocas personas se sumaron a la iniciativa.

Para contrarrestar este déficit, el gobierno chino dio luz verde a una operación experimental de trasplante de córnea de cerdo a seres humanos, y hasta ahora se han practicado unas 200.

“Intentamos con muchos animales: cabras, perros, vacas y cerdos”, cuenta el doctor Shao Zhengkang, presidente del Centro Internacional de Medicina Regenerativa (CRMI).

A Shao le llevó 10 años desarrollar esta técnica.

El CRMI ya ha invertido US$150 millones en el proyecto, pero Shao admite quetodavía están en una etapa preliminar.

Es un tratamiento completamente nuevo, muy distito al tradicional, así que lleva tiempo introducirlo en hospitales, pacientes y en la sociedad”, aclara.

La empresa asegura que la tasa de éxito de esta operación supera el 90%, aproximadamente la misma probabilidad de éxito en trasplantes de córneas humanas.

Pero hay quienes piensan que China se está moviendo muy rápido sin evaluar los riesgoslos conflictos éticos.

Y sus avances en células madre, clonación y edición de genes de embriones también está creando controversia en la comunidad científica internacional.

3. Las partículas subatómicas más raras del cosmos

En lo más profundo de una montaña de granito en la bahía Daya del sur de China, a 300 metros bajo la superficie, científicos estudian una de las partículas subatómicas más extrañas del cosmos: los neutrinos.

Los neutrinos se generan a partir de reacciones nucleares y son unas de las partículas más abundantes en el Universo.

Miles de millones de neutrinos pasan a través de nosotros cada segundo, pero no podemos sentirlos o verlos; no tienen carga y apenas una pizca de masa.

Estas partículas se han descrito como lo más cercano a la nada que pueda haber.

Pero lo más raro de los neutrinos es que constantemente están cambiando; a medida que viajan por el Universo, van variando de formas (o sabores, como lo explican los científicos).

Hasta donde sabemos, no hay ninguna otra partícula que haga esto.

El experimento en la bahía Daya es uno de los pocos en el mundo que puede ayudar a los científicos a entender este extraño comportamiento.

Cada día detectamos miles de neutrinos. Es una edad de oro, es muy emocionante para la física de los neutrinos”, afirma el físico Cao Jun.

Su equipo de científicos ha logrado calcular con más precisión que nunca qué tan posible es que un neutrino cambie de una forma a otra.

“Ahora es cuando estamos empezando a ver resultados”, comenta el profesor Wang Yifang, director del Instituto de Física de Energía Alta de la Academia China de las Ciencias y supervisor del experimento.

Como muchos científicos en China, Wang pasó un tiempo trabajando en el exterior, en Italia y Estados Unidos, pues el gigante asiático sólo empezó a invertir en este campo en la década de 1980.

Antes, rara vez los científicos regresaban al país. Pero ahora esa fuga de cerebros se está revirtiendo.

Y el retorno de investigadores está ayudando a establecer lazos con otros países.

“Creo que para todas las disciplinas, la colaboración internacional es siempre muy importante“, explica Wang. “Si hay menos apertura con la comunidad internacional, habrá menos posibilidades de ser líderes”.

4. El barco gigante que explorará los oceános

En un astillero al sur de Shanghái suena la música. Leones chinos bailan y globos gigantes se mueven con el viento. Una gran cantidad de gente se reúne para observar el nuevo barco para la investigación científica entrar al agua por primera vez.

La embarcación de 100 metros de eslora está equipada con un labotarorio y lo último en tecnología científica, y tendrá como misión explorar los océanos.

Pero también le servirá a China como una plataforma de lanzamiento para que los submarinos puedan llegar a las partes más profundas del océano.

“Los seres humanos sabemos mucho menos del océano de lo que sabemos de la Luna y Marte. Por eso quiero desarrollar esta instalación, para que los oceanógrafos lleguen a aguas profundas“, explica el profesor Cui Weicheng.

Cui tiene una empresa privada llamada Pez Arcoíris, que se encargó de construir el nuevo barco de investigación y desarrolla sumergibles.

Uno de sus submarinos no tripulados alcanzó los 4.000 metros de profundidad en su prueba más reciente.

Pero su objetivo último es realizar exploraciones tripuladas y llevar a seres humanos a lo más profundo del océano: la fosa de las Marianas, en el Pacífico, con una profundidad de 11.000 metros.

La primera travesía a la fosa de las Marianas la hizo en 1960 y la segunda -y hasta ahora, última- expedición tripulada la efectuó el director de Hollywood James Cameron en 2012.

El gobierno chino quiere ser el siguiente.

Las autoridades han dejado claro que el propósito es meramente científico, pero China está involucrada en disputas territoriales en el Mar de la China Meridional, donde ha reforzado su presencia militar.

El equipo de Pez Arcoíris, sin embargo, insiste en que se trata de una operación comercial.

5. Viaje a la cara oculta de la Luna y otros proyectos espaciales

La primera incursión de China en el cosmos se produjo en 1970. Un satélite pesado y esférico fue enviado al espacio emitiendo una canción en la que exaltaba las virtudes del presidente Mao.

En las décadas siguientes -con lanzamientos de vehículos orbitales, sondas ytaikonautas– el país se posicionó como un actor clave en el espacio.

A diferencia de la mayoría de las agencias espaciales del mundo, como la NASA (EE.UU.), la ESA (Europa) o Roscosmos (Rusia), el programa espacial chino estádirigido por militares.

En 2013, descendió en la Luna la primera sonda china en casi 40 años.

El profesor Wu Weiren, director de diseño del programa lunar de China, asegura que “el programa espacial chino pone el énfasis en el éxito”.

No es como una investigación básica ordinaria, que acepta fallos. Si falláramos aquí, las consecuencias serían enormes. Todos los directores y diseñadores están muy estresados. Y por eso somos tan reacios a un exceso de publicidad”, explica Wu.

El nuevo programa de exploración espacial de China incluye un viaje de ida y vuelta la Luna y una visita a la cara oculta del satélite natural de la Tierra, programada para 2018.

“La Unión Soviética y Estados Unidos han descendido varias veces en la Luna, pero ambos lo han hecho en la parte frontal (la que mira hacia la Tierra), nunca en el lado más alejado”, dice Wu.

Pero China también tiene sus ojos puestos en Marte y anunció recientemente quevisitará el Planeta Rojo en 2020.

No podrán, sin embargo, ir a la Estación Espacial Internacional, pues a Estados Unidos no le gusta el carácter militar de la agencia espacial china.

Por ahora, explica Wu, la solución es crear su propia estación espacial. El primer prototipo se lanzará este año.

“El gobierno chino está muy decidido a continuar invirtiendo en ciencia, pero también quiere darle a esta un papel central en la próxima década”, dice Charlotte Liu, de la casa editorial científica Springer Nature.

Y la exploración tripulada continúa siendo una prioridad.

En 2003, Yang Liwei se convirtió en el primer taikonauta del país. Pasó 21 horas en el espacio y regresó a la Tierra convertido en un héroe nacional. Nueve más le siguieron y -este año- China se prepara para poner en órbita una nueva tripulación.

 

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