Corsán no tenía maquinaria para construir y debía subcontratarla
La empresa Corsán Corviam, filial de la española Isolux Corsán, no era propietaria ni de una sola pieza de la maquinaria con la que construía la carretera Ixiamas-San Buenaventura. Todos los equipos que trabajaban en el lugar pertenecían a empresas bolivianas subcontratistas que alquilaron sus equipos a la firma extranjera.
Corsán Corviam dejó Bolivia al abandonar dos proyectos que se había adjudicado: la construcción de la vía Ixiamas-San Buenaventura y la implementación del proyecto hidroeléctrico Miguillas, en el departamento de La Paz, ambas por 534 millones de dólares.
“El campamento está cerrado y los activos son de los subcontratistas, no son de Isolux ( Corsán Corviam). El problema es quién garantiza qué es de quién”, declaró un representante de los subcontratistas en una reunión que sostuvieron ayer a en San Buenaventura.
“Queremos una reunión con representantes de la ABC, cómo confiaron en esa empresa que no tenía maquinaria, pero eso vamos a saber cuando nos veamos frente a frente”, añadió una mujer, también subcontratista. Página Siete tuvo acceso a grabaciones del encuentro. Después de que la firma española abandonara las obras en Ixiamas-San Buenaventura, los subcontratistas se encontraron con el campamento de ésta cerrado, con sus equipos dentro, sin la posibilidad de poder recuperarlos debido al control de la empresa de seguridad que resguardaba el lugar.
Después de reuniones con la empresa de seguridad, sus representantes lograron un acuerdo para recuperar sus equipos. En el encuentro explicaron a sus compañeros qué condiciones debían cumplir para recuperar sus vehículos y otras maquinarias.
“La única manera de que la empresa de seguridad pueda permitir la salida de la maquinaria del campamento es con una carta de solicitud, si es posible notariada, que detalle los activos que van a sacar. Hay que respaldar con los documentos de propiedad, todas las movilidades que están trabajando ahí tienen RUA ¿no?, para que la empresa de seguridad no pueda tener problemas a la hora de hacer su arqueo. A ese acuerdo hemos llegado con la empresa de seguridad”, explicó a voz en cuello en la reunión un representante.
Cientos de afectados
El jueves pasado, un grupo de estos empresarios llegó a la ciudad de La Paz para exigir una reunión con autoridades de Gobierno y denunciar que Corsán Corviam les adeudaba más de 70 millones de bolivianos. Presentaron una lista de sus afectados a la ABC: hasta entonces eran 108.
“Son 108 subcontratistas que se anotaron hasta el jueves. Deben existir otros que aún no se manifestaron”, señaló Fernando Cuéllar, representante de Turiro, una de las subcontratistas.
“Deben hasta al de la carne”
El senador opositor Yerko Nuñez, quien denunció que Corsán Corviam abandonó la construcción de la vía Ixiamas-San Buenaventura, presentó dos peticiones de informes al Ministerio de Obras Públicas, pero aún no recibió respuesta.
“Vamos a investigar este daño económico al Estado y a los privados, porque desde el que vende carne hasta los subconstratistas que construían el camino están en problemas porque no se les pagó”, dijo. Núñez añadió que las española construyó la doble vía La Paz-Oruro, “que está en total deterioro”. “Vamos a investigar”, insistió.
El senador es representante de Rurrenabaque, Beni, población fronteriza con San Buenaventura, y cuenta que los funcionarios de la empresa española alquilaron en Rurrenabaque viviendas por dos años, “pero hace un par de meses ya estaban retirándose”.
“Primero se fueron sus familiares, luego los trabajadores. Decían que la ABC no les pagaba y que les debía dinero de la doble vía La Paz-Oruro. Llegó el día en que tenían todo fuera”, dice.
Según Núñez, la ABC tenía conocimiento de que una empresa subcontratista estaba siguiendo un proceso a Corsán Corviam por unas deudas impagas. “Si conocían este caso, cómo no pudieron darse cuenta. Se debe dar cuentas al país”, insistió.
La ABC verificó el abandonó de la carretera Ixiamas-San Buenaventura y dio a la empresa española 15 días para que retome su trabajo. En el caso del proyecto hidroléctrico Miguillas, la Empresa Nacional de Electricidad de Bolivia expresó su intención de rescindir contrato. Ambas instancias evalúan ejecutar las boletas de garantía de la española. El senador Núñez sospecha que las boletas “son falsas”.
Obras abandonadas
- Vía La empresa española Corsán Corviam, filial de Isolux Corsán, se adjudicó la construcción de la carretera Ixiamas-San Buenaventura por $us 136,9 millones. Presentó boletas de garantía por Bs 235,6 millones, vigentes hasta 2019.
- Hidroeléctrica En 2014 la compañía extranjera también se adjudicó la construcción de la hidroeléctrica de Miguillas por $us 397,9 millones. Sus boletas de garantía ascienden a los $us 177 millones.
- Corrupción De acuerdo a investigaciones periodísticas, Isolux montó una red de sobornos a funcionarios públicos en África y Sudamérica para adjudicarse obras en distintos países.
Empresarios: Las deudas de Corsán afectarán al empleo en Bolivia
El presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, Ronald Nostas, afirmó que las deudas que Corsán Corviam, filial de la española Isolux Corsán, dejó con empresarios bolivianos afectarán directamente al empleo que genera el sector privado.
“Esto genera un problema social, de gente que se quedará sin empleo. Ya estuvieron seis meses impagos porque la empresa española no cumplió con sus compromisos, muchas empresas hasta podrían quebrar, lo que repercutirá en la estabilidad laboral”, dijo el empresario.
Nostas exigió al Gobierno establecer responsabilidades en el abandono por parte de Corsán Corviam de la construcción de la vía Ixiamas-San Buenaventura y de la implementación del proyecto hidroeléctrico Miguillas, en el departamento de La Paz.
Ambas obras iban a ser ejecutadas por 534 millones de dólares.
“Se tiene que establecer responsabilidades, averiguar qué pasó con la empresa, porque además del daño que ocasionó al Estado dejó una gran deuda, no solamente económica, porque dejó obras importantísimas para el país”, señaló.
“Se debe establecer si se llevó adelante el proceso adecuado, si la empresa tenía la solvencia, la capacidad y las condiciones para poder participar en este tipo de obras fundamentales. También se tiene que ver si se hizo el seguimiento adecuado a esos proyecto. No es normal que de un día a otra se paralice este tipo de obras”, añadió Nostas.
El presidente de los empresario remarcó que no es la primera vez que queda demostrado que empresas extranjeras no cuentan con las condiciones necesarias para adjudicarse obras significativas para el país.
“No es la primera vez. Hemos visto a empresas chinas que no cumplen con sus responsabilidades sociales, hemos visto casos de tráfico de influencias. ¿A quiénes estamos beneficiando con el dinero de los bolivianos”, cuestionó.