La empresa de gestión electoral de Venezuela denuncia manipulación en los comicios a la Constituyente

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El responsable de Smartmatic, la empresa que ha trabajado en la gestión electoral de Venezuela desde 2004, ha asegurado este miércoles que el dato de participación en los comicios para la Asamblea Nacional Constituyente ha sido manipulado, informa la agencia Reuters. La autoridad electoral en Venezuela afirma que 8,1 millones de personas acudieron a las urnas el pasado domingo, pero la oposición política en el país -contraria a la votación- sostiene que la cifra está inflada. Los 545 miembros de la recién elegida Asamblea Nacional Constituyente jurarán el cargo este miércoles, según ha anunciado el Gobierno de Maduro, y comenzarán a trabajar mañana jueves. La oposición ya ha anunciado protestas.

“Sabemos, sin ninguna duda, que [el dato de] la participación en la reciente elección a la Asamblea Nacional Constituyente fue manipulado”, ha dicho este miércoles Antonio Mugica, el consejero delegado de Smartmatic, en una rueda de prensa en Londres. “Calculamos que la diferencia entre la participación real y la anunciada por las autoridades es de al menos un millón de votos”, ha añadido.

Mugica ha rechazado responder si la manipulación del dato de participación cambia el resultado de las elecciones. El consejero delegado de Smartmatic ha recalcado que “incluso en momentos de profundo conflicto político” han tenido la certeza de que el proceso de votación y los resultados han sido “completamente exactos”. El responsable de la compañía ha afirmado que la empresa ha respaldado todos los resultados de las elecciones realizadas en Venezuela desde el año 2004, “independientemente del partido político que haya ganado”. Y ha dicho que el sistema automatizado utilizado en el país está diseñado para que, en caso de manipulación, “su detección sea inmediata y muy fácil”. Por ello ha reiterado que el dato de participación ofrecido por la autoridad electoral el pasado domingo está manipulado.

La denuncia de Smartmatic puede ser la pistola humeante que compruebe las acusaciones de fraude en las elecciones del domingo, pero también constituye un giro inesperado en la historia de la empresa y de su principal ejecutivo, surgidos ambos a la sombra del chavismo. Smartmatic es una empresa que, aunque originalmente incorporada en Estados Unidos, fue creada por Antonio Mugica y Alfredo Anzola, dos venezolanos egresados de la Universidad Simón Bolívar, una prestigiada institución autónoma del Estado para estudios de ciencias e ingeniería. Anzola falleció en 2008 en un accidente aéreo en el litoral central del país.

Florecida bajo el chavismo

Ambos sacaron provecho de las ansias del estado venezolano por automatizar el voto a inicios del siglo XXI, oportunidad que coincidió con la llegada al poder de Hugo Chávez. En 2004, a tiempo para el trascendental referendo revocatorio que el comandante revolucionario superó con una victoria, Smartmatic se hizo cargo de los sistemas y la dotación de máquinas para votar. Desde entonces mantiene esos contratos con el Consejo Nacional Electoral (CNE), en los que sustituyó como proveedor a la española Indra, pionera en los intentos de automatización.

La entrada de Smartmatic a la organización de los eventos electorales coincidió con los más clamorosos triunfos en las urnas del chavismo, lo que contribuyó a crear una imagen negativa de la empresa ante los factores de oposición, que empezaron a verla como cómplice. Anzola y Mugica, en particular, debieron dar la cara en diversas oportunidades para defender la pulcritud del proceso en general y de sus sistemas, en particular.  En 2006 se denunció que Smartmatic había pagado la estancia de Jorge Rodríguez -actual Alcalde del municipio Libertador de Caracas, a la sazón rector del CNE, y eminencia gris de la maquinaria electoral del chavismo- en Boca Ratón (Florida), donde tiene su sede corporativa la compañía.

Las declaraciones del responsable de la empresa electoral se producen en medio de un clima de elevadísima tensión social y política en Venezuela, con el país prácticamente dividido, y apenas un día después de que los líderes opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma fueran nuevamente detenidos y trasladados a prisión, tras haber sido revocado su arresto domiciliario. El Tribunal Supremo de Justicia alegó que ambos planeaban fugarse, pero la institución no presentó ninguna prueba de esa acusación.

Estos arrestos se produjeron a su vez apenas 24 horas después de las elecciones de una Asamblea Nacional Constituyente impulsada por el presidente, Nicolás Maduro, y rechazada por las fuerzas opositoras, que no presentaron candidatos. Al término de la jornada electoral, en la que según los datos oficiales participó el 41% del censo, aunque la oposición cifró la participación en el 12%, Maduro amenazó con vengarse de sus adversarios políticos, levantar la inmunidad judicial del fuero parlamentario y con reestructurar la Fiscalía. Ya lo había advertido durante la campaña: esas elecciones iban a ser para el chavismo una oportunidad para cobrar “todas las cuentas”.