Estados Unidos libra una guerra multimillonaria desde hace casi 50 años.
Se trata de la guerra contra las drogas, que se extiende a más de 80 países, entre ellos tres de Sudamérica: Bolivia, Colombia y Perú, los mayores productores de hoja de coca y cocaína del planeta.
El presidente Richard Nixon lanzó esta lucha en 1971 para combatir el narcotráfico y el consumo de estupefacientes ilegales.
En la práctica, EE.UU. impulsa la erradicación de miles de hectáreas de cultivos ilegales de coca, para evitar que acabe convertida en cocaína.
Existen 180.000 hectáreas de coca sembradas en Colombia, 44.000 en Perú y 23.000 en Bolivia, de acuerdo al monitoreo realizado por la Oficina contra la Droga y el Crimen de Naciones Unidas (ONUDC).
Al mismo tiempo que estas operaciones siguen su curso, la empresa estadounidense Stepan Company importa hojas de coca de Perú a EE.UU. con autorización de la DEA.
¿Qué hace esta firma con esta planta milenaria que está prohibida en el resto del mundo?
Tiene que ver con la medicina… Y con las bebidas refrescantes.
Única compradora
La hoja de coca tiene múltiples usos tradicionales en las culturas de los Andes.
De ella se extrae el té que alivia el “soroche” o mal de altura, tienepropiedades analgésicas y cuando se mascan (“chacchan”) dan energía y reprimen el hambre, la sed y el dolor.
Sin embargo, también son la base de la cocaína, por lo que ha quedado comprometida en las políticas internacionales antidrogas.
Junto a la cocaína, la hoja de coca está incluida en la Lista 1 de estupefacientes prohibidos por la Convención Única de 1961.
EE.UU. y Perú cofinancian operaciones de erradicación manual de coca en el país andino y el desarrollo de cultivos alternativos y EE.UU. le provee apoyo aéreo para la erradicación, según el último Reporte de la Estrategia Internacional de Control de Narcóticos del Departamento de EE.UU.
Como resultado, solo en 2017, Perú erradicó unas 20.000 hectáreas de coca, detalla este informe de 2018.
Pero no todos están contentos con esta estrategia.
“La erradicación ha provocado protestas, ha arrojado a los cocaleros a las manos de grupos armados, se ha cobrado costos en derechos humanos”, dice Vanda Felbab-Brown, investigadora de Brookings Institution, a BBC Mundo.
“Muchos cocaleros son muy pobres porque su sustento económico ha sido destruido como resultado de la erradicación”, lamenta la experta. “Pero EE.UU. ejerce mucha presión para que (otros países) cumplan sus políticas antidrogas”.
Sin embargo, la especialista reconoce que “es difícil saber” si las drogas causarían menos problemas sin la erradicación.
Sea como sea, al mismo tiempo que erradica, Perú exporta hojas de coca.
Entre 2003 y junio de 2018 (periodo del que hay datos disponibles), Perú envió 1.643 toneladas de hojas de coca a EE.UU. por un valor de más de US$7 millones, según USA Trade Online, una base de datos de la Oficina del Censo de EE.UU.
Bolivia también envió hojas de coca a EE.UU. en 2003, pero solo 22 toneladas, por un valor de US$67.500.
La Empresa Nacional de Coca de Perú (Enaco) dijo a BBC Mundo que Stepan Company era su única compradora extranjera y que adquiere unas 120 toneladas anuales de la planta.
La compañía, con sede en Nueva Jersey, tiene licencia para importar hojas de coca por lo menos desde 1994, según el Registro Federal de EE.UU.
Stepan adquiere la coca principalmente con dos fines.
Clorhidrato de cocaína
La empresa entrega un extracto de las hojas al laboratorio Mallinckrodt Pharmaceuticals, según la DEA.
“El laboratorio Mallinckrodt lo usa para hacer cocaína farmacéutica (clorhidrato de cocaína), para procedimientos quirúrgicos”, señala este organismo.
El clorhidrato de cocaína es consumido, de manera ilegal, como una droga psicoactiva que aumenta la cantidad de dopamina en el cerebro.
Es altamente adictiva y puede causar muerte por sobredosis.
Pero en el mundo legal, la cocaína se usa como un “anestésico local, particularmente en los ojos, orejas, nariz y garganta”, explica la página de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., y se fabrica en cantidades mínimas con permiso de la DEA, con base en investigación y necesidades médicas.
BBC Mundo trató de comunicarse con este laboratorio pero dijeron a través de un portavoz que “declinaban amablemente comentar” algo para este artículo.
¿Coca Cola?
La DEA confirmó a BBC Mundo que una vez que Stepan extrae el alcaloide para Mallinckrodt, “vende las hojas que quedan a Coca Cola”.
Coca Cola no necesita una autorización especial para usar las hojas de coca, porque las reciben una vez que ya no tienen ninguna sustancia controlada, de acuerdo a la DEA.
La importación de hojas coca está limitada a la cantidad mínima necesaria para propósitos médicos y científicos, según la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961, uno de los principales tratados internacionales que rigen en la guerra contra las drogas.
Pero este convenio incluye unas “disposiciones adicionales sobre la hoja de coca” en las que dice que los países que lo suscriben “pueden permitir el uso de coca para la preparación de un agente saborizante que no contenga ningún alcaloide y permitir la producción, importación, exportación, comercio y posesión de dichas hojas”.
“La ‘Mercancía N°5’ o el extracto secreto de la hoja de coca peruana, en su forma descocainizada, ha sido un saborizante esencial de Coca Cola, desde inicios del siglo XX”, según el artículo “Ingredientes secretos: la política de la coca en las relaciones Perú-Estados Unidos, 1915-1965”, publicado en el Diario de Estudios Latinoamericanos de Cambridge University Press, en 2004.
Para 1938, EE.UU. estaba importando 107 toneladas de hoja de coca al año y a inicios de los 40, más de 200 toneladas anuales, según el texto de Gootenberg, también autor del libro “Cocaína andina. El proceso de una droga global”.
Los proveedores de hoja de coca descocainizada en aquellas épocas en EE.UU. fueron Schaeffer Alkaloidal Works of Maywood, primero, y luego Maywood Chemical Works, detalla Gootenberg.
Stepan Company adquirió Maywood Chemical Works en 1959, según su página web.
Un artículo de 1988 de The New York Times se refiere a Stepan Company como la única importadora estadounidense de hojas de coca.
BBC Mundo trató de comunicarse con Stepan Company, pero no obtuvo respuesta.
Este medio también trató de confirmar con Coca Cola si usa hojas de coca como saborizante en su bebida gaseosa, pero la compañía se negó a afirmarlo o negarlo.
“Nuestras fórmulas son los secretos comerciales más valiosos de la compañía. No confirmamos ni discutimos las fórmulas o los ingredientes de nuestros productos más allá de los ingredientes enumerados en las etiquetas”, dijo Coca Cola en un comunicado enviado a BBC Mundo.
Más importadoras
Stepan Company no es la única que tiene autorización para importar hojas de coca pero, según la DEA y Enaco, sí es la única que las importa.
Johnson Matthey Inc. y Cambrex Charles City también tienen la licencia de importación.
Pero Johnson Matthey dijo a BBC Mundo que actualmente no la está usando; y Cambrex dijo nunca había importado coca.
Ante este lado legal de la coca y la cocaína, surge la pregunta de “por qué no hay más productos legales de coca” en el mundo, comenta el historiador Gootenberg, también profesor de la Universidad Stony Brooks, en Nueva York.
En Perú y en Bolivia se consumen derivados como la harina de coca, tés o coca pulverizada.
“Pero quedó atrapada en la política de la cocaína en el siglo XX”, lamenta Gootenberg “en un largo proceso de restringir la coca (antes de la DEA, desde 1910 aproximadamente) y su desarrollo se detuvo”.