Una combinación de fármacos reduce a la mitad la mortalidad por covid de los pacientes más graves

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Foto: Getty Images

Un ensayo clínico en el Reino Unido muestra que el tocilizumab, un medicamento contra la artritis, es el segundo tratamiento efectivo contra la enfermedad

Un ensayo clínico en el Reino Unido ha detectado el segundo tratamiento capaz de salvar vidas de enfermos de covid. Los responsables del ensayo Recovery acaban de anunciar que este fármaco reduce un 4% la mortalidad de personas ingresadas con infecciones graves. La efectividad puede parecer reducida, pero si este tratamiento se administra junto a la dexametasona -un corticoide que reduce la inflamación- la mortalidad de los pacientes se reduce un tercio, y un 50% en el caso de los más graves.

El tocilizumab es un anticuerpo monoclonal aprobado hasta ahora para tratar la artritis reumatoide, una dolencia caracterizada por la inflamación de las articulaciones. Hasta ahora el fármaco había mostrado resultados poco claros en enfermos de covid.

“Ahora sabemos que este medicamento ayuda a todos los enfermos con niveles bajos de oxígeno y que ya sufren una inflamación avanzada”, ha explicado Peter Horby, experto en enfermedades emergentes de la Universidad de Oxford. “El impacto combinado de la dexametasona y el tocilizumab es impresionante y muy bienvenido”, ha añadido el médico en una nota de prensa.

El ensayo Recovery lleva tiempo buscando nuevos tratamientos para la enfermedad asociada a la infección por SARS-CoV-2. En esta rama del estudio se analizó la progresión de más de 2.000 pacientes que recibieron el fármaco, comparada con la de otros tantos que recibieron el tratamiento habitual. La mortalidad se redujo un 4% en términos absolutos en el grupo que recibió el anticuerpo monoclonal. Esto quiere decir que por cada 25 pacientes tratados se consiguió salvar una vida.

El medicamento -fabricado por la farmacéutica europea Roche con el nombre de Actemra- también aumenta en un 7% la probabilidad de un enfermo de salir con vida del hospital. Estos efectos además se ven tanto en los pacientes menos graves que solo requieren oxígeno con mascarilla como en los que necesitan un respirador mecánico en la UCI. La combinación de este fármaco con dexametasona reduce la mortalidad de los pacientes del primer grupo en un 30% y en casi un 50% en los ingresados en UCI.

Este nuevo tratamiento es efectivo justo en el punto que más se necesita: cuando ya ha comenzado la fase grave de la covid y los enfermos pueden caer en una espiral inflamatoria producida por su propio sistema inmune que puede llevar a la muerte. Los dos fármacos mencionados son los únicos que han demostrado salvar vidas contra la covid y también demuestran ahora reducir el tiempo de estancia hospitalaria y evitar la necesidad de respiradores mecánicos.

Los responsables del ensayo aún no han publicado los datos completos de este estudio, pero esperan hacerlo en los próximos días, según ha informado la Universidad de Oxford. Un ensayo anterior con este mismo fármaco había mostrado una reducción de la mortalidad de un 8% en pacientes ya ingresados en la UCI.

“Tocilizumab es el anticuerpo monoclonal por ahora más efectivo para tratar las tormentas de citoquinas [esa producción descontrolada de proteínas inflamatorias que sufren los pacientes graves]”, resalta Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología. “El beneficio es modesto, pero dadas las pocas herramientas terapéuticas de las que disponemos este es un fármaco que hay que usar en este contexto”, añade.

En sí el tocilizumab no evita la tormenta de citoquinas. Lo que hace es unirse a las células usando el mismo puerto de entrada que usa una de las citoquinas responsables de la enfermedad grave: la interleucina 6. Esta es una de las proteínas inflamatorias más abundante en los enfermos graves. De esta forma, aunque un paciente produzca mucha proteína, su efecto queda bloqueado por el fármaco. La interleucina no puede unirse a las células del sistema inmune innato, la primera línea defensiva del organismo ante infecciones, para fomentar la inflamación.

“Una reducción de mortalidad asociada a cualquier fármaco es muy buena noticia porque apenas tenemos nada”, resalta Jesús Sierra, coordinador del registro de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), una base de datos de 16.000 pacientes para identificar fármacos asociados a una menor mortalidad por covid.

Los anticuerpos monoclonales son los fármacos más caros del mundo, pero el tratamiento con tocilizumab tiene un precio relativamente bajo, de entre 850 y 1.200 euros dependiendo del peso del paciente, explica Sierra. Si todos los enfermos graves comienzan a recibir el fármaco cada vida salvada costaría unos 28.000 euros.

La dexametasona, que hasta hoy era el único tratamiento que había demostrado salvar vidas en pacientes de covid, es un corticoide muy barato que por sí solo puede evitar una de cada ocho muertes entre los pacientes más graves y una vida de cada 25 entre aquellos que reciben oxígeno, según los datos del propio ensayo Recovery.