¿Qué es la inoculación combinada y cuáles podrían ser sus beneficios?

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Foto: Maja Hitij/Getty Images

Varios países están permitiendo que las personas reciban dosis de vacunas distintas, una técnica que los científicos esperan que tenga beneficios. La canciller de Alemania, Angela Merkel, es una de las personas que se sometió a esa combinación de fármacos.

 

Las vacunas más utilizadas contra el coronavirus están diseñadas para ser administradas como inoculaciones de dos dosis, y casi todas las personas vacunadas han recibido inyecciones de la misma vacuna.

Pero eso está cambiando porque más países están permitiendo y, en algunos casos, alentando, la inoculación combinada, con personas que reciben la primera dosis de una vacuna y luego una segunda inyección de otra diferente. El martes, el gobierno de Alemania reveló que la canciller Angela Merkel había recibido dosis de dos vacunas distintas, lo que se suma al creciente interés en esa práctica.

Algunas naciones han intentado adoptar ese enfoque por necesidad, cuando escaseaban los suministros de una vacuna en particular; o por precaución, cuando se plantearon preguntas sobre la seguridad de alguna vacuna después de que un grupo de personas ya había recibido sus primeras dosis. Hasta ahora, los reguladores estadounidenses se han mostrado reacios a fomentar esa práctica.

Pero los científicos y los responsables de la formulación de políticas sanitarias están interesados ​​en la posibilidad de que administrar diferentes inyecciones a la misma persona pueda tener ventajas significativas.

A continuación, contestamos algunas preguntas frecuentes sobre la vacunación combinada.

Mezclar vacunas (los científicos lo definen como “refuerzo primario heterólogo”) no es una idea nueva, y los investigadores ya han experimentado con esa técnica para combatir otras enfermedades como el ébola.

Los científicos han teorizado que administrar dos vacunas ligeramente diferentes podría generar una respuesta inmune más fuerte, tal vez porque las vacunas estimulan partes solo un poco distintas del sistema inmunitario o le enseñan a reconocer diferentes partes de un patógeno invasor.

“El argumento es que uno y uno son tres”, dijo John Moore, virólogo de Weill Cornell Medicine. “Saber si ese argumento se sostiene cuando nos referimos a la COVID-19 es algo que tendrá que ser juzgado por los datos reales”.

Además de los posibles beneficios inmunitarios, la combinación y el emparejamiento también “ofrecen una flexibilidad muy necesaria cuando los suministros de vacunas son desiguales o limitados”, dijo Zhou Xing, inmunólogo de la Universidad McMaster en Canadá.

Actualmente se están realizando múltiples ensayos clínicos para determinar si existen beneficios o inconvenientes. Investigadores de la Universidad de Oxford están probando diferentes combinaciones de vacunas -incluidas las inyecciones AstraZeneca-Oxford, Pfizer-BioNTech, Moderna y Novavax- en el ensayo Com-Cov, y los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos también iniciaron un ensayo con dosis de refuerzo mixtas.

Investigadores rusos están probando una combinación de su vacuna Sputnik V y la inyección de AstraZeneca. La Sputnik, en sí misma, se basa en un enfoque de mezcla y combinación porque la primera y segunda dosis tienen fórmulas diferentes.

La mayoría de los estudios aún se encuentran en las primeras etapas, pero algunos han publicado resultados preliminares prometedores. El mes pasado, por ejemplo, un equipo de investigadores españoles anunció que las personas que recibieron una dosis de la vacuna AstraZeneca, seguida de una dosis de Pfizer, mostraron una sólida respuesta inmunitaria.

Parece que esa combinación generó una respuesta inmune más fuerte que dos dosis de la vacuna de AstraZeneca, dijo Xing. Aún no está claro si es mejor que dos dosis de la vacuna de Pfizer.

Los datos preliminares del estudio Com-Cov sugieren que mezclar y combinar vacunas puede aumentar las probabilidades de efectos secundarios leves y moderados como fiebre, fatiga y dolor de cabeza.

Los datos sugieren que eso “podría tener algunas desventajas a corto plazo”, escribieron los investigadores, aunque también es posible que los efectos secundarios sean un signo de una fuerte respuesta inmunitaria. La mayoría de los efectos secundarios desaparecieron en 48 horas.

En general, los científicos creen que los datos podrían corroborar que la técnica es segura. “Como hemos aprendido en estos 18 meses de batallas contra la COVID-19, nunca digas nunca, pero es difícil racionalizar cualquier riesgo nuevo que esté asociado con eso que es un enfoque inmunitario básico, probado y comprobado”, dijo Daniel Altmann, inmunólogo del Imperial College de Londres, en un correo electrónico.

Las autoridades sanitarias de varios países están permitiendo cierto grado de mezclas y combinaciones. El Reino Unido comenzó a permitir la mezcla de vacunas desde los primeros días de la campaña de vacunación.

Funcionarios de varios países -incluidos Alemania, Canadá, Suecia, Francia, España e Italia- han dicho que las personas que recibieron una dosis de la vacuna de AstraZeneca, que ha sido relacionada con un trastorno poco común de coágulos en la sangre, pueden recibir una vacuna distinta para su segunda dosis. Debido a la demora en las entregas de AstraZeneca, Corea del Sur anunció la semana pasada que los trabajadores de la salud que habían recibido una primera dosis de esa vacuna podrían recibir la inyección de Pfizer como una segunda dosis.

El panel asesor de vacunas de Canadá también ha dicho que las vacunas de Pfizer y Moderna se pueden usar indistintamente.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) ha sido más conservadora. Esa agencia dice que las personas que recibieron una dosis de las vacunas de Pfizer o Moderna pueden recibir una segunda dosis de las otras en “situaciones excepcionales”, como cuando la vacuna original no está disponible.

“No creo que la FDA permita esta estrategia de combinación sin evaluar los datos de los ensayos clínicos”, dijo Moore.

Alemania protege la privacidad médica de una manera feroz, incluso en el caso de sus líderes, pero el portavoz de Merkel, Steffen Seibert, sugirió que, en parte, la combinación de sus vacunas se hizo para dar el ejemplo.

Los reportes aislados de coagulación anormal y sangrado hicieron que muchos países europeos suspendieran el uso de la vacuna de AstraZeneca en marzo. La mayoría de ellos, incluida Alemania, reanudó su uso unas semanas más tarde, después de una revisión por parte del regulador de medicamentos de la Unión Europea.

Pero cuando Merkel recibió la inyección de AstraZeneca en abril, muchas personas se mostraron profundamente escépticas al respecto, lo que ralentizó la campaña de vacunación.

“Es posible que con su primera dosis de AstraZeneca, la canciller alentara a muchas personas para que se inyectaran con esa vacuna”, dijo Seibert a los periodistas, el miércoles.

En abril, la comisión de vacunas de Alemania recomendó que cualquier persona menor de 60 años que hubiera recibido la primera dosis de AstraZeneca debería continuar su proceso con Pfizer o Moderna. Los reguladores flexibilizaron ese consejo este mes pero Merkel, de 66 años, recibió la vacuna de Moderna hace unos días.

“Quizás también pueda aliviar las preocupaciones de muchas personas sobre la llamada ‘vacunación cruzada’ porque ella misma se sometió a eso”, dijo Seibert.

Aún no se sabe por qué recibió Moderna pese a que en Alemania se ha generado un gran orgullo nacional por el trabajo de BioNtech, una empresa alemana.

Moore, el investigador de Weill Cornell, dijo que no veía ningún problema en mezclar vacunas, pero sentía curiosidad por saber qué fue lo que los expertos le aconsejaron a Merkel. También afirmó que dudaba sobre la posibilidad de que un presidente estadounidense hubiera hecho lo mismo en esta etapa de la pandemia porque los reguladores del país, que son extremadamente cautelosos, aún no han aprobado esa técnica.

 

Melissa Eddy y Richard Pérez-Peña colaboraron en este reportaje.