Almodóvar: A los gobernantes no les afecta el dolor de la ciudadanía

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El realizador celebra su 65 cumpleaños y sus 35 años desde su primera visita al Zinemaldia Presenta su último trabajo como productor, ‘Relatos salvajes’, de Damián Szifrón

Hace unos años, los hermanos Almodóvar se cruzaron con una película del argentino Damián Szifrón, y pensaron que había que “estar alerta ante ese chico”, según palabras de Pedro Almodóvar. “Agustín [su hermano y coproductor] se puso en contacto con él, nos ofrecimos como productores”. Le pidieron que cuando tuviera un nuevo guion, se lo pasara a su productora, El Deseo. “La espera se nos hizo muy larga”, ha recordado esta tarde Pedro Almodóvar, pero mereció la pena: “Recuerdo hasta en qué lado de la cama estaba cuando leí el guion. Es insólito que te llegue material de esa calidad”. Hoy Relatos salvajes ha llegado a España tras su presentación mundial en Cannes y su estreno comercial en Argentina, y los Almodóvar, junto a Damián Szifrón y los actores Leonardo Sbaraglia y Ricardo Darín, han ofrecido una rueda de prensa en el festival de cine de San Sebastián en un día muy especial, en el que el cineasta español cumplía 65 años y, él mismo lo recalcó, otros 35 años desde que vino por primera vez al Zinemaldia.

Relatos salvajes pertenece a un género muy irregular en el cine: el de las películas de capítulos. “Las historias de sketches me parecen en general cuentos pegados”, cuenta Pedro Almodóvar, “salvo excepciones. Pero aquí todos tienen el mismo aliento, y por eso está bien que no haya carteles bautizando cada historia y separándolas”. Como prueba de ese elemento común, a Szifrón le gustó que le preguntaran sobre la seriedad completamente alejada de la solemnidad de sus cinco historias: “La película visita la humillación, pero el verdadero tema está en lo que ocurre después. Por ejemplo, el placer de la respuesta”. Sobre si España vive un momento parecido, Almodóvar apuntó: “Estamos absolutamente desesperados, cerca de la más sombría depresión”. Y entró en materia política: “La propuesta de la ley Gallardón sobre el aborto se hizo por motivos electorales. Claro que se debe celebrar su retirada, aunque no podemos olvidar que ese gesto se hace por mismos motivos electorales. ¿Y la ciudadanía? Quienes hacen estas leyes son nuestros representantes… A los gobernantes no les afecta el dolor de la ciudadanía”. Ante la actual crisis y su reflejo en pantalla, Almodóvar dijo: “Yo no hago cine social, me gustaría, pero me sale otro género. Así que como productor de Damián lo primero es entender que no debía imponerle nada”. Y el cine español ejemplifica lo que ocurre en general: “Las películas se hacen en un estado de absoluta precariedad, que refleja el estado de la sociedad y de lo que ocurren a quienes están más allá de las cámaras, es decir, de los espectadores”. Sí adujo que Relatos salvajes, con sus estallidos de rabia, no apoya la violencia: “No es una película a favor de personajes justicieros, sino que sufren enfados cotidianos absolutamente reconocibles y comprensibles. La catarsis dinamiza la acción y siempre es bienvenida”. Ese tipo de catarsis ha sido durante décadas el motor de los mejores trabajos de Pedro Almodóvar.

Antes de acabar la rueda de prensa, en la que Ricardo Darín y Leonardo Sbaraglia bromearon entre ellos y acabaron como personajes secundarios ante el trío Pedro-Agustín-Damián Szifrón, Pedro y Agustín Almodóvar aclararon cómo fue su labor como productor. Agustín: “La primera vez que nos reunimos en Buenos Aires cenamos al lado de Francis Ford Coppola, que estaba rodando Tetro, lo que demuestra lo largo que ha sido este viaje”. Pedro: “Buscamos creadores con los que tengamos sintonía. Sencillamente queremos acompañarles y que puedan hacer realidad su sueño”.