La Universidad Bicocca, de la ciudad de MiIán, suspendió el curso que el escritor Paolo Nori iba a dar en la casa de estudios sobre Fiódor Dostoievski como respuesta a la invasión de Rusia a Ucrania.

Según contó Nori, en las últimas horas recibió un email de la universidad en el que le comunicaban “la decisión del rector de posponer” el curso sobre Dostoyevski que consistía en cuatro jornadas abiertas y gratuitas que empezarían el próximo miércoles. “El objetivo es evitar cualquier tipo de controversia, especialmente interna debido a que es un momento de alta tensión”, leyó el escritor italiano en un video que publicó en su cuenta de Instagram.

“Creo que lo que está pasando en Ucrania es algo horrible”, dijo Nori, pero señaló que “censurar un curso es ridículo”. “Que una universidad italiana prohiba un curso de un autor como Dostoievski es algo que no puedo creer”, agregó.

La posición de Nori fue respaldada por buena parte del arco político italiano. “Prohibir estudiar a Dostoievski como acto contra Putin significa estar locos -dijo el expremier y actual senador oficialista Matteo Renzi-. En este tiempo hace falta estudiar más, no menos: en la Universidad hacen falta maestros, no burócratas incapaces”.

En la misma línea, el jesuita Antonio Spadaro, director de la revista cultural más antigua de Italia, La Civiltà Cattolica, planteó a Télam que “hoy, justo hoy, hace falta absolutamente volver a Dostoievski”.

El sacerdote pidió regresar a la figura del escritor ruso “y a su alma rusa para llenar de humanidad la barbarie de la guerra que desfigura el bello rostro de los pueblos”.

La diputada oficialista Marianna Madia, en tanto, señaló a través de Twitter que “el enemigo no es la cultura rusa”. “Ahora es el momento de estudiar más, no de censurar”, agregó la exministra de Administración Pública.