Cómo ´Los versos satánicos´ convirtieron a Salman Rushdie en una estrella

Por Veja
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Salman Rushdie
Foto: Reuters

El autor angloindio apuñalado en Nueva York vive hace 30 años bajo amenaza de muerte. El no entiende por qué. Considera a Mahoma como uno de los grandes genios de la historia mundial. “No han leído mi libro”, se queja.

El angloindio Ahmed Salman Rushdie, brutalmente apuñalado en Nueva York el pasado viernes, ya era un escritor respetado antes del colosal terremoto que provocó la publicación de ´Los versos satánicos´ en 1988. Pero tras esa obra, se convirtió en una personalidad mundial y un blanco ambulante. El libro provocó reacciones en los países musulmanes al presentar la nueva versión de una leyenda que involucra al profeta Mahoma. Según este mito -no hay prueba histórica de los hechos- Mahoma habría incluido versos paganos en el Corán, la Biblia de los musulmanes. Posteriormente, el mismo profeta revocó esos versículos, diciendo que su inclusión había sido obra del diablo; de ahí la designación de “versos satánicos”. En el libro de Rushdie, relata esta leyenda y atribuye las líneas al Ángel Gabriel, quien se las habría susurrado a Mahoma.

Este pasaje -una parte importante pero insignificante del libro- despertó la ira de gran parte de la comunidad islámica. El trabajo ha sido prohibido en muchos países con grandes poblaciones musulmanas, incluidos Irán, India, Bangladesh, Sudán, Sudáfrica, Sri Lanka, Kenia, Tailandia, Tanzania, Indonesia, Singapur y Pakistán.

salman Rushdie amenazado

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El 14 de febrero de 1989, el ayatolá Jomeini, el líder supremo de Irán en ese momento, proclamó en Radio Teherán una fatwa (un pronunciamiento legalmente vinculante en los países islámicos teocráticos) que ordenaba la ejecución de Rushdie. Se ofreció una recompensa por la muerte del escritor, y desde entonces ha estado acompañado por seguridad.

En 1989, el terrorista Mustafa Mahmoud Mazeh se inmoló accidentalmente en un hotel del centro de Londres. Preparó un libro bomba que se usaría para regalar y matar a Rushdie. En el santuario de Mazeh en un cementerio de Teherán está inscrito: “El primer mártir que murió en una misión para matar a Salman Rushdie”. Dos años más tarde, en 1991, Hitoshi Igarashi, el traductor japonés del libro, fue asesinado a puñaladas en Japón. La investigación señaló que la fatwa motivó el ataque. Más tarde, en 2010, la organización terrorista Al Qaeda publicó una lista de “enemigos del Islam” que deberían ser asesinados. Entre otros nombres estaban Rushdie y el dibujante francés Stéphane “Charb” Charbonnier, una de las once personas que murieron en enero de 2015 en un ataque terrorista contra el semanario satírico Charlie Hebdo.

El libro ´Los Versos Satánicos´ tiene poco que ver con la religión y varias situaciones cómicas. Retrata la fantástica historia de dos hombres que sobreviven a un atentado terrorista en el avión en el que viajaban. El dirigible explota, pero ambos son expulsados ​​vivos y aterrizan en la Inglaterra de Margaret Thatcher. Allí se transforman en ángel y demonio, iniciando un juego de contrastes en un intento de integrarse en la sociedad británica. Uno es apolíneo, el otro dionisíaco; uno está fuertemente apegado a sus orígenes, el otro quiere obtener rápidamente la ciudadanía británica. Para hablar de pertenencia e integración social, la historia transita entre dilemas humanos en torno a cómo los conceptos bien y mal (o correcto e incorrecto) pueden ser dudosos. En esencia, se trata de una obra profundamente autobiográfica, con referencias a los interrogantes del autor sobre sí mismo y sus orígenes.

Nacido en Bombay (ahora Mumbai), en la India colonial, Rushdie es hijo de un abogado y una maestra. Sus padres lo educaron en universidades británicas y asistió a la universidad de Cambridge, una de las más respetadas. Después de vivir brevemente en Pakistán, fijó su residencia en Londres durante muchas décadas.

Después de toda la persecución al autor y a la obra, ´Los versos satánicos´ se convirtió en un éxito de ventas mundial. Sus últimos libros fueron traducidos a decenas de idiomas y leídos en todo el mundo. Rushdie siempre se ha declarado ateo, pero ha escrito que consideraba a Mahoma “uno de los grandes genios de la historia mundial”. Sostuvo que su novela no es “un libro antirreligioso, sino un intento de escribir sobre la inmigración, sus tensiones y transformaciones”. La triste ironía de las persecuciones y ataques contra el escritor radica en el hecho de que sus atacantes, muy probablemente, nunca leyeron ´Los versos satánicos´. Si fuera así, estarían de acuerdo con el autor.