Las pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n’ Roll) | Vigésima segunda entrega

El poder de los súper galácticos. La construcción de las fake news. El panzer alemán demolido por el impacto de un tanque ruso. La búsqueda en una ciudad gótica.
Cuando Maldox volvía al Janko´s Bar conduciendo el BMW 518i a buscar a JK Montgomery, una maniobra errada de conducción ocasionó un fuerte impacto del coche de fabricación alemana con un Lada ruso. Fue un aparente momento de distracción en la intersección de las avenidas Nikola Testa y Bulevar Tito. Si bien no fue un choque de magnitud, lo que ocurrió es que a esa hora muchos transeúntes se arremolinaron al lugar movidos posiblemente por el ruido del choque de los fierros que suele ser más intenso de lo que aparenta una simple colisión. En esas circunstancias que no dejaban de ser extrañas, Maldox atinó a esconder la botella de whisky en la parte baja del asiento y deslizó la tabaquera de plata que contenía marihuana a la guantera del vehículo.
La policía demoró en llegar alrededor de 20 minutos o quizá más. En su desespero Maldox perdió la premura del tiempo pensando resueltamente que se encontraba en un problema. El BMW 518i estaba visiblemente averiado en uno de sus costados y el Lada no presentaba señales de algún golpe. Visiblemente más compacto, el conductor apenas se atrevió a mantener la calma pensando que los daños serían menores. Los cristales de uno de los faroles delanteros del BMW saltaron por el asfalto y el capo en la parte lateral quedó suspendido, al estilo de un acordeón en pleno despliegue.
El trámite con la policía fue lento y moroso. La milicia siguió correctamente el procedimiento sin refutación y acumuló las pruebas del incidente midiendo la velocidad de los motorizados al momento del impacto; tomaron registro de los conductores involucrados y después de un tiempo liquidaron el asunto extendiendo las boletas de infracción sin que quedará dudas de su impecable trabajo. Determinaron el grado de culpabilidad de los conductores sin que ninguno fuera más o menos culpable que el otro, en resumidas cuentas, fue un empate técnico. Cuando al fin terminó la reconstrucción del accidente y Maldox quedó libre de las indagaciones, la noche tomó el rigor de un cuadro denso y se apresuró por alcanzar el Janko´s Bar.
Novi Sad, no debía tener entonces más de 100.000 habitantes, bañada por sus boscosos jardines y sus construcciones góticas iban flotando atrás de Maldox en medio de la bruma de aquella noche hueca y fría; dejando atrás sus parques, refugio de amantes misteriosos. Sin importar demasiado los destrozos del auto recorrió calles y se metió en densos y oscuros callejones, atravesó túneles, revistió su cuerpo con el estremecimiento de lo que desaparece y al final llegó al punto que se había propuesto.
El vals ha dejado de sonar en Budapest
Los platillos de gulash son el recuerdo intenso de la noche. Las tanquetas cuadradas rusas han penetrado inexorablemente en medio de la segunda oscuridad que precede a la primera. Salta en su recuerdo Life. “La paz justiciera en un mundo en que prevalezca la ley moral”. Las palabras pronunciadas por el presidente Eisenhower en su discurso al comenzar su segundo periodo, han sido derrotadas.
Maldox sigue la revista más leída de América, edición de diciembre de 1956: “Los Soviets devolvieron el golpe con el antiguo salvajismo stalinista. Trajeron refuerzos y sitiaron Budapest. Cercaron al ejército húngaro en las provincias. La radioemisora de Budapest dio noticias encontradas: ´Cazas rusos MiG vuelan sobre Budapest… La división de infantería rusa marcha sobre el edificio del Parlamento…Gyor está completamente cercada…Pécs fue atacada…Los rusos emplean balas con fósforo…Moriremos por Hungría y por Europa… ¿Qué noticias hay de ayuda?… Pronto, pronto, pronto…´ Luego, Budapest cayó”.
Un medallista olímpico, un militar condenado a cadena perpetua por supuestos crímenes de lesa humanidad, un suscriptor de Life, un amigo con quien se divierten escuchando rock y consumiendo drogas, un serbio cabeza dura pidiendo cocaína y tomando aspirinas; una actriz de Hollywood promoviendo su película que genera protestas en Sarajevo. La señora Williams ha cedido sus derechos de autor a nombre de la democracia y no fue retribuida por un puñado de buitres políticos codiciosos. Agentes de la policía brasileña, rumana, serbia, croata son tan parecidos unos de otros. La galería de actores que han participado en este relato han puesto a la primera potencia mundial ante una crisis institucional sin precedentes en la historia moderna. El eco de las noticias retumba las paredes del cuarto. Un joven de apenas 22 años acaba de matar a Charlie Kirk, fanático de la composición Make America Great Again (MAGA). Las escopetas están a punto de ponerse en apronte apuntando a los izquierdistas radicales de esos que dicen existen a montones en los EEUU, por favor me los presentan que no lo sé. Todos quieren satisfacer sus emociones, pero en el fondo están negociando entre caníbales las virtudes de un sistema omnisciente que se satisface del odio que genera la cancelación.
El FBI está revisando más de 100.000 files por conspiración, consumo, posesión y tráfico de drogas por incitar a la violencia, por pedofilia y por el fentanilo que se ha convertido en la droga más destructiva de la humanidad. Están siendo todos investigados por las fotografías que han aparecido en Facebook durante el 2020. Otros han sido identificados por sus mismos compañeros de trabajo o denunciados por publicar contenidos de odio e incitar violaciones en masa por los que podrían ser sometidos a procesos sumarios. Se está investigando a cientos de miles de transeúntes por andar las calles sin los barbijos del Covid-19.
La mayoría de estos actores tienen apenas un parecido. Han reprimido sus instintos, ninguno permite que se les cuente que la siguiente guerra mundial no será biológica, sino tecnológica, que el papel de los galácticos de Silicon Valley es la conquista del poder mundial y que usan la Inteligencia Artificial para controlar a los seres del planeta. Que nos han sometido a un régimen hipnocrático en el que las consciencias son manipuladas.
Y fueron cayendo poco a poco Alemania Oriental, Checoslovaquia, Polonia, Rumanía, Bulgaria y Hungría. Los tanques rusos permanecieron encostados en la frontera de la extinta Yugoslavia mientras las sirenas de las ambulancias de los hospitales llegaban a los oídos de Maldox estremeciendo lo poco que queda de los cristales rotos en mil pedazos sobre el asfalto.
De nuevo en La Paz (Bolivia)
Maldox ya venció los controles migratorios y el cordón de seguridad antes de embarcar desde Hungría en un avión comercial de regreso. De nuevo en Bolivia. Un puñado de personajes con maquinaria pesada que toman cerveza todos los sábados desde las 12:00 del mediodía después de recibir el pago a cambio de demoler el Valle de la Luna. Las fake news han interrumpido sueños y esperanzas, la destrucción está en marcha. Todos son de alguna manera cómplices y no quieren verse los ojos inyectados en sangre. Maldox piensa todo esto observando escondido detrás de las hojas de los árboles, entre las rendijas de las puertas y ventanas para burlar cualquier atisbo de instigación; evitar ser distinguido por los depredadores de las montañas que han acudido a la cita vestidos con la piel de los búfalos que han liquidado; se han pintado la cara y exhiben su propio bastón de mando. Ellos gritan que no les importa ir presos. Repiten una y otra vez incesantemente, “ahora si guerra civil”. Una masa amorfa que la prensa describe como “turba” o “gnomos” de acuerdo a la definición de un diplomático sin nacionalidad, está bajando a gritos de las montañas a tomar posesión en sus puestos de guerra. Estamos nuevamente inmiscuidos en otra guerra civil.
Acceda a las anteriores entregas en los siguientes enlaces:
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Primera entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Segunda entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Tercera entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´Roll) | Cuarta entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Quinta entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Sexta entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Séptima entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Octava entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Novena entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Décima entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Onceava entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Duodécima entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Decimotercera entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Decimocuarta entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Decimoquinta entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Decimosexta entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Decimoséptima entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Decimoctava entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Decimonovena entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Veinteava entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Vigésima primera entrega