Con 61 años de recorrido el grupo presenta a este viernes 20, el 24° álbum de inéditas ´Hackney Diamonds´su mejor trabajo en décadas.
“Que los viejos sigan creyendo que son jóvenes”, canta Mick Jagger, de 80 años, en Sweet Sounds Of Heaven, una canción grabada en colaboración con Lady Gaga y Stevie Wonder, que está en Hackney Diamonds. La frase resume la atmósfera del 24º nuevo álbum de los Rolling Stones, que llega a las tiendas y los servicios de streaming este viernes 20. Sin lanzar ningún álbum nuevo en 18 años, el grupo, que lleva más de 60 años de gira, ofrece su mejor trabajo en décadas y resurge rejuvenecido como siempre.
La muerte del baterista Charlie Watts, en 2021, a los 80 años, sonó en ese momento como una especie de hito para el fin de la banda. Los miembros restantes, Jagger, Keith Richards, de 79 años, y Ron Wood, de 76 años, siguen más activos (y creativos) que nunca. Los 12 tracks llegan sin bromas ni novedades. Son puro rock and roll, ¡y a los fans les gusta! Hay baladas, blues y country en la cantidad justa. Mientras Bob Dylan, Paul McCartney y Bruce Springsteen, líderes del rock and roll de la vieja escuela, cantaban en sus nuevos trabajos sobre la finitud de la vida, Jagger y compañía, pese a ser conscientes de que la muerte llama a la puerta, hablan de la eterna búsqueda por la juventud. Sin versos elaborados, el trío habla de un sinfín de baladas, el amor y la bebida, temas que siempre han marcado la historia del rock and roll.
Charlie Watts aparece en el álbum en dos temas, Live By The Swords y Mess It Up, grabados dos años antes de su muerte. La primera pista también cuenta con una aparición especial de Bill Wyman, el ex bajista de la banda que dejó el grupo en 1993 y se reunió, aunque póstumamente, con Watts. Elton John también participa en la canción tocando el piano. El segundo tema es uno de los pocos momentos en los que la banda se basa en letras un poco desconectadas de su época. Jagger canta (o se queja) de que la gente comparte fotos en las redes sociales y dice que no tiene sentido. Luego critica la palabra “código” como sinónimo de contraseña, a menos que se tenga el código de un arsenal nuclear. Lo que importa, sin embargo, es que el ritmo elegante y dinámico de Watts esté presente. Elton John también toca el piano en Get Close.
En el resto de las pistas del álbum, la batería está a cargo de Steve Jordan, quien estuvo de gira con el grupo el año pasado. A diferencia de Watts, Jordan baja el cuello en la batería y el resultado suena más agresivo, pero menos preciso. Quizás más rock and roll después de todo. Las guitarras de Keith Richards y Ron Wood suenan precisas, tanto en los riffs como en los solos creativos, más claras que nunca. Paul McCartney participa tocando el bajo en el trepidante Bite My Head Off. El ex Beatle reveló en entrevistas que cuando era adolescente se emocionó con la invitación a grabar con los Stones, algo que nunca había hecho en su carrera. El tema es el jugo más puro de los Rolling Stones, uno que puedes escuchar varias veces seguidas.
Aunque Ron Wood afirmó en una entrevista que tienen suficiente música nueva guardada para un nuevo álbum, hay una sensación de despedida en el aire. El rock and roll entra en un período nunca antes experimentado, donde los rockeros de más de 80 años continúan activos, haciendo giras y tocando como en el pasado, y escribiendo letras que reflejan el significado de la vida para aquellos que han vivido mucho, y no para adolescentes imberbes. La conclusión inevitable es si, finalmente, estaríamos asistiendo al fin del rock and roll clásico y sus grandes exponentes. La pista puede estar en la única portada del álbum, Rolling Stones Blues, una canción de 1950 de Muddy Waters, en la que Jagger y Richards se inspiraron para el nombre de la banda. Después de todo, las piedras rodantes no crean baba.