Buscaba exponer los secretos del fútbol y se topó también con los de la mujer más rica de África

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Foto: Ferenc Isza/Agence France-Presse — Getty Images

El hacker portugués que destapó los entretelones del negocio futbolístico descubrió documentos relacionados con la fortuna de Isabel dos Santos.

 

Cierto aficionado portugués estaba interesado en descubrir secretos del mundo del fútbol cuando comenzó, hace cinco años, a hackear las redes legales y financieras que hacen posibles las operaciones de la industria multimillonaria de ese juego.

Durante varios años, sustrajo documentos internos y convenios secretos que revelaban algunas prácticas cuestionables, e incluso delictivas, tanto de los abogados como de los equipos. Publicó de manera anónima toda esa información en una plataforma que bautizó con el nombre de Football Leaks. Los equipos afectados, furiosos, lanzaron insultos. Algunos agentes amenazaron con demandarlo. Varios investigadores a los que avergonzó juraron arrestarlo.

Ninguno de ellos se imaginó que, entre la enorme cantidad de datos obtenidos por el ciberdelincuente (un aficionado al fútbol de 31 años llamado Rui Pinto que luce un peinado de punta), se ocultaba un secreto mucho mayor.

Antes de ser detenido y extraditado a Portugal, Pinto se ocultó un tiempo en Budapest, Hungría. Ahí, se reunió a finales de 2018 con su abogado francés, William Bourdon, y durante la cena le comentó que creía haber obtenido información sobre la forma en que Isabel dos Santos, la mujer más rica de África e hija del expresidente de Angola, había amasado su fortuna de 2000 millones de dólares

Esos secretos, revelados este mes en notas publicadas en medios noticiosos internacionales, incluidos artículos de The New York Times, han provocado que se abra una investigación sobre Dos Santos, a quien se acusa de saquear la petrolera estatal de Angola y otras instituciones con el propósito de financiar un creciente imperio empresarial que incluía inversiones en la exportación de diamantes del empobrecido país, así como en la empresa dominante de telefonía celular, dos bancos y la mayor cementera.

Funcionarios angoleños informaron la semana pasada que Dos Santos pronto podría enfrentar cargos de malversación en ese país. Algunos de sus activos ya se encuentran congelados y su banco ha comenzado a investigar transferencias por un valor de decenas de millones de dólares.

Los abogados de Pinto, Bourdon y Francisco Teixeira Da Mota, confirmaron en un comunicado de prensa difundido el 27 de enero que su cliente es la fuente de los documentos relativos a Dos Santos, conocidos como “Luanda leaks”. Los abogados también le adjudicaron a su cliente el crédito por todas las repercusiones legales y penales de la divulgación de los documentos, pues sin las “revelaciones, que hizo posible nuestro cliente, ni las autoridades regulatorias y judiciales ni la policía habrían actuado”.

Desde 2015 y hasta su arresto y extradición a Portugal en marzo, Pinto se había dedicado sobre todo a sembrar el pánico en los corredores de poder del deporte más popular del mundo. Había elegido como blanco de sus ataques no solo a algunos de los equipos e instituciones más grandes del fútbol, sino también a despachos de abogados y otros servicios profesionales que hacen posibles sus actividades.

Una conexión entre las filtraciones sobre fútbol y las que involucran a Dos Santos es que ambas incluyeron la divulgación de documentos confidenciales del poderoso despacho de abogados PLMJ, con oficinas en Lisboa, Portugal. Varios de los cargos que enfrenta Pinto en Portugal se vinculan directamente con el acceso que obtuvo de manera ilícita al servidor de PLMJ.

Precisamente fueron abogados de PLMJ quienes prepararon en 2015 un documento de dieciséis páginas para Dos Santos en el que explican las ventajas fiscales de constituir empresas en Malta. Dos Santos procedió a emplear empresas constituidas en Malta para algunas de sus operaciones más importantes. Una de esas empresas fue la intermediaria a través de la cual contrató los servicios de consultores de compañías como Boston Consulting Group, McKinsey & Co. y PwC para que la asesoraran con respecto a posibles mejoras a la petrolera estatal de Angola, donde ocupó el cargo de presidenta de 2016 a 2017 por designación de su padre.

“Por supuesto, desconocemos la fuente de la documentación en que se basan las historias recientes difundidas por la prensa”, declaró Luís Pais Antunes, socio de PLMJ. En cualquier caso, añadió, “es imposible que la documentación mencionada en el grueso de los artículos tenga relación alguna con PLMJ o que haya estado a nuestra disposición”.

Dado que buscaba datos sobre fútbol cuando se topó con cientos de miles de páginas relacionadas con empresas en las que Dos Santos y su esposo tenían participación mayoritaria, Pinto no estaba muy seguro del tipo de información que había descubierto. Así que le pidió a Bourdon entregar un disco duro con los datos a la plataforma para informantes que el abogado francés había establecido en África.

Bourdon dijo en entrevista la semana pasada que pronto llegó a la conclusión de que la escala y la complejidad de la información significaba que debía ser compartida con el Consorcio Internacional de Periodistas Investigativos, que tenía más experiencia y mejores recursos. En la semana pasada, el consorcio y medios de comunicación internacionales, entre ellos The New York Times, han publicado detalles de los negocios de Dos Santos.

“Se tropezó con esto” dijo Bourdon. Comentó que además de compartir con periodistas la información que Pinto obtuvo, también le había dado el disco duro a fiscales nacionales de crímenes financieros en Francia.

“Construí una relación de mucha confianza con él y le alegró compartir con nosotros la información sobre este gran escándalo africano”, dijo Bourdon, quien es conocido por defender a otros individuos de alto perfil que han filtrado información sensible, entre ellos Edward Snowden, el ex contratista de inteligencia.

La revelación de que el responsable de la filtración de información relativa a Dos Santos fue Pinto, un ciudadano portugués sin ningún vínculo con Angola, le restó credibilidad a las afirmaciones de la empresaria de que las filtraciones eran “un ataque político muy concentrado, orquestado y bien coordinado, con miras a las elecciones del próximo año en Angola”.

“Tiene como objetivo neutralizarme y desacreditar el legado del presidente Dos Santos y su familia”, declaró tras la publicación de los artículos perjudiciales para ella. Su padre, José Eduardo dos Santos, ocupó la presidencia de Angola durante 38 años, hasta 2017, cuando se retiró del cargo.

La investigación en Angola está centrada en el tiempo en que Isabel dos Santos dirigió Sonangol, el monopolio petrolero estatal, en particular en noviembre de 2017, el mes en que la despidieron de su cargo como presidenta. En esa época se retiraron más de 57 millones de dólares de la cuenta de Sonangol con EuroBic, un banco portugués del que Dos Santos es la mayor accionista, para liquidar un gran número de facturas emitidas por una empresa de Dubái propiedad de una amistad.

El 23 de enero, la agencia de noticias portuguesa Lusa informó que un banquero de EuroBic que se encargaba de administrar la cuenta de Sonangol, Nuno Ribeiro da Cunha, había sido descubierto sin vida el día anterior por la noche en su residencia en Lisboa. Lusa citó una fuente de la policía según la cual todo parecía indicar que se trataba de un suicidio. EuroBic había anunciado el 20 de enero su decisión de romper relaciones con Dos Santos.

Los documentos recién filtrados contienen una descripción detallada de la forma en que Dos Santos explotó los recursos de su país y adquirió participaciones en industrias angoleñas vitales como telecomunicaciones, diamantes y construcción, en muchos casos a través de órdenes autorizadas por su padre. La empresaria negó cualquier conducta ilícita y desde hace tiempo ha sostenido que amasó su fortuna por sus propios esfuerzos.

Si bien Pinto ha sido reconocido como una especie de héroe entre quienes desean que exista mayor transparencia en la industria del fútbol, su conducta ha generado cuestionamientos acerca de sus motivaciones. Llegó a un acuerdo fuera de tribunales con el Caledonian Bank en 2014, por ejemplo, después de haber sido acusado de atacar sus sistemas y transferir miles de dólares de una de las cuentas de sus clientes.

Pinto negó haber robado el dinero, pero no quiso proporcionar mayores detalles acerca del incidente porque, según dijo, firmó un convenio que le impide divulgarlos.

Bourdon dijo que espera que las noticias sobre la participación de Pinto en este asunto mejoren la imagen de su cliente en Portugal, donde enfrentará juicio este mismo año por 93 cargos relacionados con sus acciones para exponer los manejos internos de la industria del fútbol. La máxima sentencia en Portugal es de 25 años.

Durante años, bajo el seudónimo John, Pinto dio a conocer información confidencial -entre la que se encontraban contratos de jugadores, documentos internos de las finanzas de los equipos y correos electrónicos confidenciales-que destapó los entresijos del turbio mundo de las finanzas futbolísticas. Aunque ilegales, sus revelaciones dieron pie a la imputación penal de varios jugadores famosos en casos fiscales e incluso ayudaron a que funcionarios en Estados Unidos reabrieran una investigación por agresión sexual que involucra a la estrella portuguesa Cristiano Ronaldo.

Los funcionarios en Las Vegas al final decidieron no presentar cargos contra Ronaldo, pero incluso con Pinto en prisión sus esfuerzos por remecer a la industria del fútbol siguen teniendo repercusiones. Jugadores y clubes han enfrentado castigos de autoridades deportivas y gubernamentales y las investigaciones por evasión fiscal siguen en marcha en varios países europeos.

Uno de los casos más notables involucra al actual campeón de la Liga Premier, el Mancherster City. El organismo regulador europeo evalúa suspender al club de la lucrativa Liga de Campeones, según dio a conocer Football Leaks, después de enterarse de que aparentemente el equipo intentaba eludir las reglas financieras.

Bourdon ha argumentado que Pinto debería considerarse un denunciante, aunque no pertenece al mundo del fútbol y a pesar de que sus métodos pueden haber sido ilegales.

“Tomó todos los riesgos”, dijo Bourdon. “Ha sufrido porque lo inspiró la sensación de que sus datos debían ser publicados para poder comprender todas las prácticas grises y corruptas de la comunidad del fútbol”.

Pinto permanece en custodia desde que volvió a Portugal, donde las autoridades lo acusan de obtener acceso de manera ilícita a datos confidenciales y, en un cargo más significativo, de intentar extorsionar a una agencia deportiva muy influyente. Con respecto a ese caso, los fiscales portugueses indicaron que Pinto pretendía obtener hasta un millón de euros (alrededor de 1,1 millones de dólares) a cambio de borrar información de la compañía, Doyen Sports.

 

 

Michael Forsythe colaboró con el reportaje.