River Plate, mucho más que un resultado adverso

Si uno tendría que ver una y otra vez las escenas del partido disputado anoche en el Pacaembu, Sao Paolo, entre el local Palmeiras y la visita River Plate, sentiría rabietas biliosas, superado el nerviosismo generado a lo largo de los últimos 45 minutos del segundo tiempo, en los que el árbitro del encuentro anuló un gol legítimo al último campeón de la Libertadores; canceló un tiro penal cuando todo estaba dispuesto para su ejecución y, en el último minuto, no sancionó otro clarísimo tiro desde las doce yardas.

El partido de ida disputado en Buenos Aires hace una semana, había prácticamente liquidado la suerte de River Plate que en un traspié impensado acabo vencido por 3 – 0 por el Palmeiras brasileño. Entonces, el DT del equipo de la banda roja, Marcelo Gallardo, reconociendo el resultado adverso, indicó que en Sao Paolo su equipo buscaría la “épíca”.

Anoche, los que presenciamos el partido vivimos la “épica”. Once guerreros con una entrega y voluntad que no solo estuvieron a punto de volcar el resultado; enseñaron que el deporte no solo se mide por los tantos que entran al gol, ni por los balones que pueden estrellarse en los palos, airoso es quien pelea y aun con las desafortunadas decisiones del árbitro ensañado en complicidad con el VAR para volcar el resultado, dejan entusiastas a quienes esperan ver un gran partido de fútbol; nos hace vivir en la euforia inolvidable del momento, es mucho más que eso.