El Kremlin declara la guerra a McDonald’s

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El mítico McDonald’s de la plaza Pushkin de Moscú, aquel que registró una cola de horas el día de su apertura, en enero de 1990, cerró en agosto. Las autoridades rusas decretaron la clausura de este local, el primero que abrió en el país, por “infracción de las normas sanitarias”.

El cierre del simbólico restaurante del gigante norteamericano de la comida rápida -cuya llegada a Rusia fue, para algunos, una muestra de la apertura de la Unión Soviética a Occidente- fue percibido en distintos círculos como una de las respuestas del Kremlin a las sanciones occidentales por la crisis en Ucrania. Porque tras ese cierre, y el de otros cuatro McDonald’s en agosto pasado, llegaron más. La batalla rusa contra el Big Mac se ha agudizado.

En los tres últimos meses, la agencia rusa de protección del consumidor (Rospotrebnadzor) abrió más de 200 expedientes de inspección a los locales de McDonald’s y cerró temporalmente nueve: tres, en la ciudad de Moscú; otro, en esa región; dos, en Ekaterinburgo; dos en Volgogrado, y uno, en Sochi. Con éstos son ya una decena los locales de la popular cadena -con unos 440 locales en el territorio ruso- clausurados. Además, la semana pasada el tribunal de arbitraje de la provincia de Krasnodar multó al McDonald’s local con 300.000 rublos (6000 euros) por violaciones de leyes administrativas. En Sochi, el productor del famoso Big Mac ha sido sancionado con 100.000 rublos (1900 euros) “por una infracción de los reglamentos técnicos”.

El gobierno de Vladimir Putin niega que exista una política de bloqueo a McDonald’s. El viceprimer ministro ruso Arkadiy Dvorkovich dijo que se trata de una medida sanitaria. “Resultó que el Rospotrebnadzor decidió realizar las inspecciones en varias regiones del país al mismo tiempo”, declaró Dvorkovich. Otra viceprimera ministra, Olga Golodets, precisó que se trata de un plan de inspecciones del régimen sanitario y epidemiológico.

Pero el cerco al gigante norteamericano de la comida rápida, que registra más de 950.000 clientes al día, se estrecha. A las inspecciones sanitarias se añade también una revisión financiera. La fiscalía de Moscú inició la semana pasada una auditoría a las finanzas del fondo benéfico Ronald McDonald House Charities, que desde el punto de vista de los auditores de la fiscalía lleva en Rusia no sólo asuntos benéficos, sino también comerciales.

“No estamos de acuerdo con la decisión del tribunal y tenemos la intención de apelarla. La prioridad primordial de McDonald’s consiste en ofrecer un producto seguro de calidad a sus visitantes y cuidar a sus trabajadores”, critican los responsables de la cadena norteamericana en un comunicado.

En 2013, McDonald’s tuvo en el país unos ingresos de más de 1000 millones de euros, según la agencia Interfax.

El ministro de Energía ruso, Alexander Novak, sugirió ayer que Ucrania debe encontrar la forma de pagar los contratos de gas ruso con la ayuda de la Unión Europea en el plazo de una semana. Citando facturas pendientes de pago por valor de más de 5000 millones de dólares, Rusia cortó el flujo de gas a Ucrania a mediados de junio tras una larga disputa acerca de los precios.