Fundación Viva promueve un proyecto de Reciclaje de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE)

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Foto: Fundación Viva

La vertiginosa generación de equipos electrónicos en desuso es una de las consecuencias del mundo digital y de la sociedad de la información en la que vivimos plantea riesgos sociales y medioambientales porque contienen sustancias que representan un riesgo para el medio ambiente y para la salud. La Fundación Viva está implementando un proyecto de reciclaje para fortalecer la cadena de reciclaje de RAEE, establecer alianzas estratégicas con instituciones y empresas, y concientizar a la población sobre el peligro de la manipulación de estos elementos tóxicos a la que se han sumado alrededor de 1,9 millones de personas en las ciudades de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. El acopio logrado con el proyecto hasta el 31 de mayo de 2019 fue de 339 Toneladas de RAEE gestionadas por los operadores de reciclaje legalmente establecidos.

 

Con base en el Informe sobre Basura Electrónica publicado en 2017 (Monitor Global E-waste 2017 en inglés) de la ONU, elaborado por la Universidad de las Naciones Unidas e informes posteriores de esta entidad, el mundo generó 48,5 millones de toneladas de basura electrónica en 2018. Entre el 2016 y 2018, los desechos electrónicos en el mundo crecieron en un 8% y solo se recicló el 20% de la basura generada. A nivel global, Asia es el continente que genera más chatarra electrónica, seguido por Europa, América, África y Oceanía. A nivel de la basura generada por habitante, África es el que menos basura electrónica genera y Oceanía el que más, aunque se cree que un 80% de los desperdicios no se documentan.

En Latinoamérica, en 2016 se produjo 4,2 toneladas métricas de desperdicios electrónicos con una media de 7,1 kilos de chatarra por habitante por año. Entre los países de la región que más desechos electrónicos generan están Brasil, México y Argentina. Por otra parte, Uruguay es el país más contaminante por habitante con 10,8 kilos, seguido por Costa Rica con 9,7 y Chile con 8,7 kilogramos. Bolivia genera 36,4 kilotoneladas de basura electrónica y 3,3 kilogramos de basura por habitante, de acuerdo a la misma fuente. Finalmente, solo siete países de la región cuentan con leyes enfocadas a responder a esta problemática, entre ellos Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México y Perú.

Composición de residuos electrónicos

Cerca de la mitad de toda la basura electrónica está formada por dispositivos personales, como computadoras, pantallas, smartphones, tabletas y televisores. El resto está compuesto por electrodomésticos más grandes, además de equipos de calefacción y aire acondicionado. Un teléfono inteligente promedio contiene hasta 60 elementos, que principalmente son metales pesados muy valorados en la industria electrónica por su alta conductividad. Esos elementos pueden recuperarse, reciclarse y usarse como materia prima secundaria para nuevos productos. Algunos elementos usados en baterías y lentes de cámaras fotográficas, son los llamados “metales de tierras raras”, cada vez más caros de extraer y que existen en pocos lugares del planeta.

Peligros

Los RAEE por si solos, no afectarían a las personas, ni al medio ambiente, pero la manipulación incorrecta de éstos, aumenta el riesgo de exposición a sustancias peligrosas e incluso tóxicas, las que se encuentran dentro de los AEE que contienen hasta más de 200 compuestos químicos diferentes. Dichos compuestos químicos más metales líquidos como el plomo, mercurio, cadmio y arsénico, (que pueden ser encontrados en las tarjetas de circuito impreso, monitores, interruptores, baterías de computadoras, etc.) son los que representan un mayor riesgo para la salud.

Algunos ejemplos de estos riesgos son los televisores y monitores antiguos que en los tubos de rayos catódicos contienen plomo, fósforo, cadmio y otros componentes tóxicos. La disposición final incorrecta de este tipo de aparatos electrónicos, en basurales y botaderos, contaminan las fuentes de agua.

En los humanos, el plomo causa anemia, abortos espontáneos, daños en el cerebro y disminuye la fertilidad; por su parte el cadmio causa diarrea, cáncer y la infertilidad entre otras enfermedades. Los procesadores contienen cloro y bromo como parte del plástico PVC (policloruro de vinilo). El bromo causa deficiencias cognoscitivas y de desarrollo, desbalances hormonales y cáncer; estas sustancias persistentes en el ambiente, son injeridas por las personas a través del aire, cuando se quema el plástico PVC o por el uso de envases, botellas y tuberías de PVC que conducen el agua.

El plomo y mercurio, contenido en los circuitos electrónicos de los procesadores, son metales pesados que pueden alterar el sistema nervioso y reproductivo, particularmente en las edades tempranas de desarrollo en las personas. El PVC utilizado como aislante de cables y alambres, cuando se quema, libera dioxinas y furanos, químicos altamente persistentes en el ambiente y tóxicos aún en bajas concentraciones.

Gestión integral de RAEE

Actualmente, entidades internacionales promueven proyectos para apoyar la industria del reciclaje de la basura electrónica en Nigeria y Latinoamérica. En esa línea la Fundación Viva con el apoyo del BID LAB miembro del grupo BID (Banco Interamericano de Desarrollo) implementa el Proyecto “Reciclaje de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE): Economía Circular para la Sostenibilidad en tres ciudades de Bolivia; con el objetivo de desarrollar un modelo de gestión integral de residuos eléctricos y electrónicos en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. El proyecto se desarrolla en base a tres componentes:

1. Creación/fortalecimiento de empresas gestoras y operadoras de RAEE

Tiene como finalidad fortalecer y mejorar la cadena de reciclaje de residuos electrónicos desde la recolección, transporte, acopio, selección y clasificación; desmantelamiento a través de la asistencia técnica, capacitación y equipamiento de empresas operadoras de reciclaje de RAEE y de los Gobiernos Municipales, para establecer un sistema de acopio y tratamiento ambientalmente responsable, que responda a la generación de RAEE de fuente domiciliaria y de empresas e instituciones.

Equipamiento. Se dotaron equipos de protección personal a las empresas de reciclaje de RAEE y Gobiernos Municipales, además de desarrollar planes de contingencia y seguridad ocupacional. En este sentido se equiparon los puntos de acopio en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz con contenedores diferenciados para que la población contribuya a colectar estos residuos.

Asistencia técnica y capacitación. Seis empresas operadoras de reciclaje de RAEE fueron fortalecidas con asistencia técnica y capacitación. Por otra parte, se ha capacitado a 258 microgestores en la correcta gestión de los residuos electrónicos para lo cual se elaboraron cinco manuales. Así mismo, se dotaron líneas gratuitas a los municipios de La Paz (800140286), Cochabamba (800140204) y Santa Cruz (80014272) para que la población se informe sobre la gestión de RAEE y los puntos de acopio.

Incentivos.

Se lanzaron dos concursos para financiar ideas innovadoras, cada uno con un premio por US$ 15.000. El primer concurso financió un emprendimiento para el tratamiento del plástico ABS proveniente de los equipos electrónicos (carcasas) para elaborar tableros para la construcción. El segundo emprendimiento consiste en recuperar el cobre de cables eléctricos a través de procedimientos mecánicos de pelado y picado cuidando el medio ambiente.

Participación.

Se realizaron Reciclatones y eventos de acopio de RAEE domiciliario, de instituciones y empresas en coordinación con los Gobiernos Municipales, Cámaras de Industria, Universidades y otras entidades. Además, la Fundación Viva implementó un sistema de acopio para RAEE pequeños en las tiendas de experiencia de VIVA en todas las ciudades de Bolivia. El acopio logrado con el proyecto hasta el 31 de mayo de 2019 fue de 339 Toneladas de RAEE gestionadas por los operadores de reciclaje legalmente establecidos.

2. Sensibilización y educación de la población

Se implementa una estrategia de comunicación y educación, para informar a la población de las ciudades participantes, sobre las características de los residuos electrónicos, su peligrosidad, así como el funcionamiento del sistema de recolección diferenciada, puntos acopio y buenas prácticas para desechar este tipo de residuos que requieren un tratamiento especial por parte de las empresas recicladoras. Para ello, se elaborarán materiales comunicacionales, educativos y de sensibilización. Se recurre a medios radiales, escritos y redes sociales, abordados con videos educativos, publicaciones, folletos, brochures informativos, spots y cuñas radiales. Las campañas de difusión, sensibilización y capacitación hasta la fecha tuvieron un alcance de 1.900.000 personas a nivel nacional, superior al esperado tanto en cantidad como en cobertura (prácticamente los nueve departamentos y varias ciudades intermedias)

3. Generación de Alianzas Público – Privadas con actores de la cadena de valor

Este componente busca comprometer la participación del sector público y privado en el sistema de gestión de residuos electrónicos en las tres ciudades, así como apoyar la redacción de políticas y normativas públicas. Se establecieron 13 alianzas estratégicas a través de convenios de cooperación interinstitucional con el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, los Gobiernos Autónomos Municipales de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba, la Cámara Nacional de Industrias, la Cámara Departamental de Industrias de Cochabamba y empresas recicladoras, entre los convenios más destacables.

A través de estas alianzas se establecieron mesas de trabajo para entre las instituciones y empresas que trabajan con el proyecto. En un trabajo conjunto con el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, se elaboró la Guía de Baja de RAEE para instituciones públicas y privadas que, actualmente, es un documento oficial que cuenta con su respectiva resolución ministerial. También se elaboró la estrategia para la implementación del régimen de Responsabilidad Extendida del Productor, entregada al Ministerio de Medio Ambiente y Agua para su revisión, socialización y que posteriormente se convierta en un reglamento que ayude a regular la gestión de residuos electrónicos que deben realizar los importadores y/o productores de RAEE.

Al presente, están en proceso de elaboración el Reglamento para la Gestión de RAEE para el Municipio de Cochabamba y un Manual de Procedimientos para la baja de AEE (aparatos eléctricos y electrónicos) y RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos) para la Aduana Nacional de Bolivia. Todas las acciones mencionadas contribuyen a estructurar y fortalecer el Sistema Integral de Reciclaje de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos perfilado para reutilizar materiales y componentes y reducir basura electrónica en el eje metropolitano de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, en el marco de la Ley 755 de Gestión Integral de Residuos, de octubre de 2015.