China y América Latina
El Área de Libre Comercio de Asia-Pacífico (ALCAP) consolida la importancia que tiene América Latina para China y la importancia que le da a los miembros de la Alianza del Pacifico, ya que la inversión extranjera china en la región en su conjunto se anticipa que se expandirá diez veces en la próxima década.
El ascenso de China en América Latina es incuestionable. La región latinoamericana posee dos dinámicas comerciales: por un lado, la Cuenca del Caribe, centrada en Estados Unidos y, por otro lado, América del Sur, vinculada más hacia China. Unos crecen poco, los otros crecen más rápido.
China se perfila como el segundo socio comercial de América Latina para el año 2015, desplazando así a la Unión Europea al tercer lugar y cada vez más cerca de Estados Unidos.
La fragilidad de la recuperación económica de las economías líderes a partir del 2009, empujó a China a buscar nuevos socios comerciales y reforzar acuerdos de integración productiva en el área Asia-Pacífico para dinamizar su comercio exterior, acorde con el XII Plan Quinquenal 2011-2015. Dentro de este esquema, su política exterior consiste en reforzar las relaciones de cooperación en el comercio, las finanzas y el desarrollo con la posibilidad de avanzar hacia la integración comercial con base en las complementariedades con América Latina. [Véase China´s Policy Paper on Latin America and the Caribbean 2012 en: www.gov.cn/english/official/2008-11/05/content_1140347.htm]
Por otro lado, China afianza su rol estratégico en la región apoyándose en el China Development Bank y el Export-Import Bank of China que actúan de dos maneras: 1) otorgan préstamos a largo plazo para la compra de equipo e infraestructura de origen chino; 2) otorgan préstamos pagaderos en commodities, principalmente hidrocarburos.
La mayor parte de sus préstamos entre 2005 y 2013 han sido otorgados a los gobiernos de Venezuela (50.6 por ciento), Argentina (14.1 por ciento), Brasil (13.3 por ciento) y Ecuador (10 por ciento), que cuentan con abundantes yacimientos de hidrocarburos. El volumen crediticio del período fue de 98,000 millones de dólares frente a los 163,000 millones de dólares otorgados por el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) juntos en la región. [Véase “China: the financial player in Latin America”, en Deutsche Bank Research, www.dbresearch.com/servlet/reweb2.ReWEB?document=PROD0000000000339521&rwnode=DBR_INTERNET_EN-PROD$NAVIGATION&rwobj=ReDisplay.Start.class&rwsite=DBR_INTERNET_EN-PROD]
Las relaciones de China con el Mercosur tomaron un mayor impulso este año con la renovación de la línea de swap (permuta de divisas) a Argentina por 70,000 millones de yuanes (11,000 millones de dólares) para fortalecer sus reservas internacionales, lo que constituye un segundo paso a favor de la internacionalización del renminbi (moneda del pueblo) en América Latina.
Argentina se convierte así en el segundo país latinoamericano en mantener una línea swap con China tras Brasil, que tiene una por 190,000 millones de yuanes (31,000 millones de dólares) desde el 2013. China tiene, además, una estrategia con los países de la Alianza del Pacífico al establecer oficinas del China Construction Bank en Chile y del Industrial and Commercial Bank of China en México y el Perú a finales de 2014.
La reciente cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), realizada en noviembre del 2014, culminó con la creación del Área de Libre Comercio de Asia-Pacífico (ALCAP, o FTAAP, por sus siglas en inglés), que le arrebató a Estados Unidos la iniciativa del libre comercio en la cuenca pacífica.
El ALCAP está conformada por todos los países del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), más los estados no incluidos en el TPP de la cuenca del Pacifico, básicamente China. La pelea hegemónica del Pacifico la viene ganando China con esta iniciativa y los bancos establecidos en los países que eran bastiones de Washington con la Alianza del Pacífico.
El ALCAP consolida la importancia que tiene América Latina para China y la importancia que le da a los miembros de la Alianza del Pacifico, ya que la inversión extranjera china en la región en su conjunto se anticipa que se expandirá diez veces de su nivel actual de 108,000 millones de dólares a 1.25 billones de dólares en la próxima década, dijo el premier chino, Li Keqiang, en la cumbre del APEC. [Véase“China’s overseas investment to hit $1.25 trillion in next decade”, en China Daily USA, http://usa.chinadaily.com.cn/china/2014-11/09/content_18889903.htm, 9 de noviembre de 2014.]
Finalmente, China creó este año un foro permanente con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) con el objetivo de consolidar sus relaciones en la región mediante una base estable de negociaciones. Con esto asistimos a una nueva etapa de las relaciones entre América Latina y China, donde podrán negociar simultáneamente los treinta y tres países con el gigante asiático a partir de 2015. Esto es conceptualmente distinto de la posición de Estados Unidos de negociar sobre la base de uno a uno donde la asimetría no puede ser resuelta.
Oscar Ugarteche, economista peruano, trabaja en el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y es coordinador del Observatorio Económico de América Latina (OBELA).
Ulises Noyola Rodríguez, miembro del proyecto OBELA, Instituto de Investigaciones Económicas-UNAM.