La izquierda avanza en América Latina y Rusia en Europa

Por Carlos Rodriguez San Martín
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Seis países en América Latina giran a la izquierda. Brasil podría ser el próximo. En Europa Rusia impone que el rublo se convierta en moneda de transacción oficial.

En Bolivia Página Siete elaboró una llamativa encuesta de percepción con Arce primero (46) seguido ahí cerca de Manfred (44) y en caída Evo, Mesa y Camacho. Es impresionante la capacidad de elaborar encuestas, pero me abstendré de comentar sus resultados. Considero que la verdadera encuesta es conocer la opinión de la gente ante el triunfo electoral de Gustavo Petro en Colombia con lo que, desde el próximo 7 de agosto, día de su posesión, América Latina estará transitando un nuevo ciclo de la izquierda, lo que no es poca cosa.

Cuál es el motor de ese cambio que ya transitó por AL a inicios de 2000 con la irrupción de Hugo Chávez, munido del poderoso encanto de la revolución bolivariana en alusión al libertador Simón Bolívar -que dicho sea se pasó libertó del yugo español a Bolivia, Ecuador, Colombia, Venezuela y Perú, cuando España caía de rodillas ante Napoleón. Los tiempos se repiten con diferente encanto.

Que Venezuela esté económicamente en estado de coma parece importar muy poco a los electores, sobre todo colombianos tan próximos del fenómeno bolivariano. Qué otros factores podrían estar provocando esta reacción, es la pregunta que hay que hacerse. En primer lugar, el impulso para la transición de inicios de los 2000 fueron los altos precios de las materias primas, aunque no pareció ser factor fundamental en Venezuela miembro de la OPEP sumida en una incontrolable inflación hasta el brote de la pandemia. Es decir, el virus de la covid-19 puede haber sido definitorio en el giro, lo que indica que el elector cree que la “izquierda” podría devolver a las mayorías pobres de AL, alguna esperanza ante el incontrolable malestar económico; escalada de precios, falta de empleo y una recesión económica en el horizonte.

Putin, Rusia, rublosHay por lo tanto un factor determinante, o sea como hace 3 siglos el incuestionable apogeo de una especie de anti colonialismo contra los poderes fácticos que giran en su propio eje. EEUU y Europa se encuentran en una crisis sin precedentes -este podría ser análisis para un siguiente capítulo-, la reacción, por lo tanto, es la resistencia a los centros de poder. La nueva configuración de la geopolítica mundial, en la que Rusia -avanzando en la guerra contra Ucrania- jugará papel definitorio. Para ningún economista consecuente el hecho de que Europa incluya el rublo como moneda de transacción corriente, puede ser un hecho muy significativo.