María Reneé Centellas: “La telemedicina ha sido siempre ‘IA'”

La CEO de Bagó Bolivia habla de salud pública en tiempos de crisis y cómo prepara a la compañía para enfrentar los desafíos del futuro.

La CEO de Bagó Bolivia, María Reneé Centellas, acaba de activar el silenciador de llamadas a su celular para atender la entrevista que la mantendrá concentrada la siguiente media hora. Luce una blusa blanca, las pendientes acomodadas en el lóbulo de una de sus orejas dicen mucho de la personalidad que acompaña el movimiento de sus manos cuando habla de los cambios que experimenta la humanidad desde la pandemia.

Quizá a ella, como a nadie, le tocó vivir este periodo a la cabeza de un grupo de trabajadores que dispusieron la entrega de stocks para surtir con medicamentos las farmacias en lo peor del coronavirus. Desde entonces, nada volvió a ser lo de antes, y aunque María Reneé no lo hubiera querido la conjunción de varios factores volvieron a reforzar la estrategia.

El sector salud ha sufrido los embates de la crisis mundial. La cadena de suministros se ha hecho más lenta y los precios del transporte y la logística han interferido el normal suministro de los insumos para la fabricación de productos farmacéuticos. La oficina de María Renné Centellas es un reflejo de los desafíos que encara. Muestra con el movimiento de sus manos una ráfaga de esperanza que –dice- aportan el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas: los 17 ODS que ha dispuesto en cubículos para que luzcan al ingreso de su oficina. Los aplica y declama como la oración que compone el día de la casa al trabajo y viceversa.

Aunque en una reciente conferencia organizada por el Pacto Global se ha dicho que apenas se ha avanzado el 17 por ciento de la agenda de desarrollo global, ella afirma que el aporte de Bagó Bolivia, “aunque sea chiquito, pero influye”.

Eso no la preocupa a esta mujer que ha puesto su empeño en generar movimiento en torno a esta agenda que anda a un ritmo muy lento. Por qué considera que se haya avanzado tan poco le consultamos. “En forma global hay muchas contradicciones, en Bagó decimos que estamos dentro del 17 por ciento porque si lo hacemos, si nos medimos, lo primero que hacemos cuando entra una persona a la empresa es recordar el compromiso de las metas que se han establecido para el desarrollo sostenible. Por ejemplo, la producción limpia, todo procedimiento de la planta tiene que ser controlada para evitar la generación de residuos, que tenemos que ser eficientes en nuestros procesos”. Y así sucesivamente enumera igualdad de género, salud y bienestar, acción por el clima, producción y consumo responsables, etc y etcétera.

Pero hay otro factor que recuerda con el humor muy peculiar y resuelto que envalentona su filosofía al hablar del efecto de la salud por las guerras que se han desatado en Europa y en Oriente Próximo. “Son cambios drásticos con un impacto negativo no solo en niños y niñas sino en toda la humanidad; hemos llegado a una evolución global partida en dos corrientes. La primera de que el mundo se está acabando; las Naciones Unidas hace de todo para concientizar al mundo, algunos adoptamos las ideas, pero las potencias mundiales y ahí viene la segunda corriente; cuánto poder más van a acumular para dominar el mundo y generar guerras que están lejos de Bolivia, pero repercuten de igual manera”.

Se nota en los precios que la gente paga por un medicamento o en las demoras de entrega. Un efecto casi perverso que ha extrapolado la crisis a niveles, en algunos casos, hasta cierto punto dramáticos. Ella vuelve a hablar elocuente: “Todo es una cadena, hay impacto en la dificultad de transporte (logística); por la guerra se han disminuido vuelos, al disminuir el transporte hay menos posibilidades de transportar productos, eso hace que se encarezcan, afectando el costo y eso incide en el precio o bien, ya no te conviene y no los traes. En América Latina hay un desabastecimiento de productos que no se fabrican. Por ejemplo, los remedios oncológicos, los hemoderivados que se importan de Europa; el impacto en salud la es alto. No todos estamos haciendo políticas para evitar que se cumplan los objetivos de desarrollo”.

Se declara una firme impulsora por el cumplimiento de la Agenda 20-30, sabe de cerca -como miembro del Pacto Global- que el mundo debe avanzar en acuerdos para disminuir las brechas porque de lo contrario, estamos contribuyendo a la destrucción del planeta. “Me siento apasionada por los 17 ODS de las Naciones Unidas; soy directora del primer directorio de Pacto Global Bolivia y me brindo cuando me dicen que participe de una conferencia para hablar de sostenibilidad; entonces me apunto porque es la forma más clara de demostrar y transmitir que se está haciendo algo”.

Un ejemplo que los mueve en Bagó Bolivia es el afán de la producción limpia. “Nosotros hacemos un reciclado de las ampollas de vidrio, cumpliendo la economía circular – no solo recolectamos nuestras ampollas en hospitales e instituciones -, las enviamos a un emprendedor al que lo hemos dotado con una trituradora de vidrios, él hace bloques para reutilizarlos en muebles y en algunos acabados mezclando aditivos de revestimiento de paredes y en otros usos. Se trata de un esfuerzo en el ya no solo está Bago, sino Cofar e Inti, generando empleo y conocimiento, cumpliendo nuestros objetivos”.

Por todo, los desafíos de la industria farmacéutica son mayores; dos guerras han puesto en alerta máxima la salud pública en el mundo entero. Ella es consciente de que cabe en este periodo mucha cercanía con la gente y advierte que la capacitación es clave para enfrentar el reto. Este periodo crítico, que derivó con pasos agigantados el desarrollo desmesurado de la inteligencia artificial, por ejemplo, a la que ella prefiera llamarla simplificando “ia”, es ineludible en la industria. “Todos la tenemos clara (se refiere a la compañía que lidera), nuestro propósito es trascender por el bienestar de los bolivianos, -dice usando la combinación binaria -los-las- para ir más allá de la comercialización de medicamentos”.

El bienestar al que se refiere la pone al frente del liderazgo que ha asumido. María Reneé habla de proximidad con la gente, desde el núcleo de la familia y de aquellos que representa a diario en la empresa. Ella es continuamente invitada a conferencias para fijar posición y orientar criterios sobre los cambios que se plantean a la actividad empresarial en su conjunto. Por eso, su voz consciente es tomada en cuenta entre los líderes que no disputan una final, sino que juegan en un campo movedizo que pueden cambiar el ciclo de las aguas de la noche a la mañana.

Redes Sociales e Inteligencia Artificial

En ese papel, la CEO de Bagó Bolivia habla de la comunicación, tan crucial en estos tiempos en los que la proliferación de información a veces no alcanza a discernir la verdad de una mentira. Ella hace dos distinciones. Sin mucho rodeo dice que el papel de quienes trabajan en las plataformas sociales es controvertido porque juega con emociones. “Las redes sociales son un arma de doble filo; ser responsable, cuidar lo que publicas y saber cuándo difundir opinión, es vital en el proceso de la comunicación si has decidido ser un influencer, por ejemplo; eso tiene que ver con accountability, el hacerte cargo de tu proceder”. Antes de cerrar este capítulo vuelve una y otra vez al concepto sobre el desarrollo -como teoría- de la utilidad de las redes sociales sin perder el compromiso de autoafirmación de ética y responsabilidad.

Y sobre la inteligencia artificial tiene conceptos muy definidos. Por un lado, opina que la ´ia´ siempre ha existido en el avance de la medicina. Pero más allá de su utilidad científica, a nivel personal volviendo ríe: “Me acaba de hacer un documentazo sobre el manual de calidad de la empresa; es la recopilación en fracción de segundos de toda una enciclopedia”. A esa utilidad, que se ha vuelto tan común entre quienes acuden a preguntas y respuestas, repasa la historia de la medicina, sus hitos y encuentra un solo resultado: inteligencia artificial. ¿Qué es la telemedicina sino inteligencia artificial? (se pregunta). El seguimiento de las patologías clínicas bien manejadas son una herramienta fundamental para el avance de la medicina. Reconoce, en cambio, su temor de que prescinda del ser humano. “¿O cuán de humano tiene? (vuelve a reír y pregunta) los avatares que se han convertido en libros de consulta patológicos, sus creadores y esa dosis de relación con el Metaverso nos abstraen de la realidad”.

Bagó Bolivia es una de las industrias que afirma procesos de automatización casi en todos los campos de producción y el modelo de compliance que determina la cultura de ética y honestidad que la ubica en la vanguardia. Son aspectos que determinan su relación con el medio ambiente, la equivalencia con sus productos y los conocimientos de sus 700 empleados.

María Renné Centellas cree que todos estos elementos refuerzan la relación de los seres humanos frente a la tecnología y la evolución del negocio. “La inteligencia artificial es una herramienta que la debo validar, debo validar sus respuestas, la admito y me resuelve muchas cosas, pero la conclusión y la etapa final pasa por una evaluación humana”.

 Empresa y familia

“Estoy convencida que el hogar y el trabajo son fundamentales en mi vida. Soy el testimonio –lo dice en primera persona- que cuando hago lo que me gusta realmente es así. Si cumples un propósito en tu vida y te desarrollas en eso, deja de ser un trabajo, pasa a ser una dedicación”.

Su carrera como química farmacéutica se ha desarrollado con esa dedicación sin reglas definidas que a veces se convierten en una trampa dentro del espacio laboral.

“Hace 30 años, comencé como analista de control de calidad, pasé a jefe de control de calidad, gerente de producción y como gerente general hace 12 años”. En este tiempo, ha desarrollado una capacidad innata para detectar los movimientos del negocio. “La capacitación y el conocimiento son herramientas claves”, afirma sin dudar dos veces cuando habla de los temas en la agenda de asuntos de interés global.

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