Acuerdos parciales en Conferencia sobre Cambio Climático

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La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el clima concluyó con una histórica decisión que abrirá el camino a la coordinación internacional para ayudar a los países afectados por fenómenos meteorológicos extremos, como tifones, inundaciones y sequías. Hubo un estallido de júbilo entre los delegados cuando en el último minuto de las negociaciones se aprobó el “Mecanismo Internacional de Varsovia para reducir las pérdidas y daños asociados a los impactos del cambio climático”.

Con este nuevo mecanismo se espera que surjan los fondos, la tecnología y las actividades para la creación de capacidad dentro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que complemente la labor de otros organismos para enfrentar las pérdidas y daños asociados al calentamiento global.

La reunión de Varsovia tuvo como sombrío telón de fondo la devastación y las más de cinco mil muertes causadas por el tifón Haiyan en Filipinas. Esto incentivó a los delegados, que trabajaron en la creación del mecanismo para hacer frente a “las pérdidas y daños”, según la jerga de las Naciones Unidas.

Ya existen organizaciones oficiales de las Naciones Unidas y grupos de voluntarios (Cruz Roja, Médicos sin Fronteras, Oxfam) que entran en acción cuando ocurren desastres como el tifón de Filipinas, el tsunami asiático de 2004 o el terremoto de Haití. Pero en cada caso deben recaudarse fondos, lo que causa pérdida de tiempo. Por otro lado, los países afectados a menudo quedan tan devastados que no pueden responder con la rapidez requerida. Pasaron muchos días antes de que las víctimas del tifón en Filipinas o el tsunami en Aceh, por ejemplo, pudieran ser localizadas y asistidas, y llevará muchos años la reconstrucción de las viviendas, ciudades y tierras de cultivo destrozadas.

El mecanismo creado en Varsovia está destinado a completar las lagunas organizativas y financieras dentro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que actualmente moviliza fondos para mitigación (reducción de emisiones) y adaptación (preparación para sus efectos, como construcción de muros de contención y sistemas de drenaje), pero hasta ahora no tenía el mandato claro para ayudar a los países a recuperarse de las pérdidas y daños.

Los daños causados por los desastres naturales han aumentado en una década de aproximadamente 200,000 millones de dólares al año a 300,000 o 400,000 millones. Los científicos consideran que el cambio climático está exacerbando la incidencia y la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos.

La decisión de establecer el mecanismo para reducir las pérdidas y daños asociados a los impactos del cambio climático revirtió la decepción que había prevalecido durante las dos semanas de negociaciones de la 19ª Conferencia de las Partes (COP 19) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

En Varsovia hubo otras dos buenas noticias: la adopción de un programa para la reducción de emisiones derivadas de la deforestación y degradación de los bosques (REDD-plus) y las promesas de los países desarrollados de proporcionar cien millones de dólares para el fondo de adaptación, cuyos recursos habían desaparecido después de la drástica caída de los precios del carbono.

Las malas noticias se refieren a la falta de avances en los principales temas de financiamiento, la forma de movilizar los fondos para llegar a 2020 con los ya prometidos 100,000 millones de dólares por año, con los cuales se ayudaría a los países en desarrollo a la adopción de medidas para enfrentar el cambio climático. Hasta ahora apenas si ha habido un goteo de fondos y ninguna hoja de ruta de aquí a la fecha límite de 2020.

Otro tema que también demandó gran atención en Varsovia fue la forma de llevar adelante las negociaciones en los próximos dos años (la Plataforma de Durban), para que conduzcan a un nuevo acuerdo sobre el cambio climático en diciembre de 2015 en París, en la COP 21. Algunos países desarrollados estaban decididos a romper el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas en materia de mitigación, pero varios países en desarrollo lucharon por conservar la protección que les aporta la diferencia entre los compromisos de los países desarrollados (que suponen mayores obligaciones legales) y las medidas mejoradas de los países en desarrollo (que deben ser apoyadas con financiamiento y tecnología).

La dificultad para llegar a un acuerdo sobre un párrafo crucial de la decisión en esta cuestión estuvo a punto de provocar el colapso de las negociaciones sobre la Plataforma de Durban. En el último minuto, los países acordaron un texto neutral sobre la forma en que todos los países presentarían detalles de sus “contribuciones” (en lugar de sus “compromisos”) para las futuras discusiones.

Sin duda que la “contribución” de los diferentes países en las actividades de mitigación y adaptación, así como para asegurar el financiamiento y la tecnología que las permitan, será objeto de intensas negociaciones el año próximo.

Martin Khor, fundador de TWN y director ejecutivo de South Centre.

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