Un enfrentamiento entre miembros de la Guardia Nacional y criminales, entre los que se encontraba Ovidio Guzmán, uno de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, líder del cartel de Sinaloa, desató el terror en las calles de Culiacán, al norte del país, durante horas. La incertidumbre y el caos se apoderaron de la capital de Sinaloa y se extendió por todo el país en la medida en que las imágenes de las balaceras, con armas de gran calibre, se propagaron por las redes sociales. En un primer momento se informó de la detención del hijo de El Chapo y horas después, trascendió su liberación, supuestamente para que los enfrentamientos no fueran a mayores, sin que este extremo fuese, al menos hasta medianoche, confirmado de forma oficial.
La confusión sobre lo que sucedió es total. Según la versión oficial, divulgada por el secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, una patrulla de la Guardia Nacional, integrada por unos 30 miembros, realizaba un patrullaje de rutina en el fraccionamiento de Tres Ríos, en Culiacán, cuando, en torno a las 15.30 fueron agredidos desde una vivienda. Los militares, siempre según la versión de Durazo, repelieron el ataque y tomaron el control de la vivienda. Dentro había cuatro personas. “Se identificó a uno como Ovidio Guzmán”, aseguró Durazo. Antes de publicarse el mensaje del secretario, comenzó a circular una foto de Guzmán presuntamente después de su arresto.
Tras tomar el control de la vivienda, varios grupos rodearon la misma “con una fuerza mayor que la de la patrulla”, explicó Durazo. “Al mismo tiempo, otros grupos realizaron acciones violentas contra la ciudadanía en diversos puntos de la ciudad generando una situación de pánico”, incidió. Ante esta situación, el secretario aseguró que se acordó “suspender acciones” para salvaguardar a la sociedad de Culiacán, una ciudad de 800.000 personas, sin aclarar si eso implicaba la liberación del detenido. Ovidio Guzmán López, alias El ratón, es fruto del matrimonio de El Chapo Guzmán -recluido en una prisión de máxima seguridad de Estados Unidos después de haber sido condenado a cadena perpetua en julio- y Griselda López.
Poco después de conocerse el mensaje de Durazo y ante la confusión generada por sus palabras, varios medios mexicanos comenzaron a informar de la liberación del hijo de El Chapo, citando al propio Durazo, al igual que la agencia Reuters. El abogado de la familia del narcotraficante aseguró a Milenio Televisión que la familia estaba tranquila, porque había podido hablar con Ovidio Guzmán, deslizando su liberación. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no quiso comentar nada de lo ocurrido en Culiacán antes de abordar un avión comercial rumbo al Estado de Oaxaca. Tampoco lo hizo cuando aterrizó. López Obrador se limitó a decir que el Gabinete de Seguridad informaría de los hechos y él se referirá a ello en la conferencia matutina de este viernes.
Tampoco ha trascendido una cifra oficial de víctimas, solo que una treintena de personas resultaron heridas. El secretario de Seguridad de Sinaloa, Cristóbal Castañeda, aseguró, no obstante, que hay “varios” muertos. Los vecinos difundieron imágenes donde se ven a hombres abatidos en el pavimento, vehículos incendiados, bloqueos de calles y camionetas con hombres fuertemente armados circulando a plena luz del día y por las principales avenidas con fusiles Barret instalados en la plataforma de una camioneta.
Castañeda ha confirmado que además de los enfrentamientos hubo una fuga masiva en la cárcel de la ciudad. Entre 20 y 30 personas huyeron del penal, de los que han sido capturados cuatro hasta la noche del jueves. Horas antes, los disparos sembraron el terror en colegios, calles, restaurantes y centros de trabajo desde el mediodía del jueves hasta bien entrada la tarde. Las autoridades también cancelaron el partido de fútbol que el equipo local, Dorados de Culiacán, iba a disputar frente al Atlante de Cancún. Ninguno de los equipos pudo salir de los hoteles por la violencia desatada. También el transporte público quedó suspendido.
“Hubo cuatro balaceras simultáneas a las 15.30 de la tarde”, explica a este diario el fotógrafo César Ernesto, quien estaba muy cerca del choque. “Entonces las redes sociales comenzaron a difundir que llegaba gente de Sonora, Chihuahua y Durango, por lo que todo el mundo corrió a quedarse en lugares seguros como su casa o su centro de trabajo”, añade Ernesto. Al caer la noche, las calles de la ciudad “estaban completamente desiertas y había varios vehículos ardiendo, pero ya no se escuchaban tiroteos”, asegura el fotógrafo.
La región más afectada por los enfrentamientos fue la exclusiva zona de Tres Ríos, cercana a la Fiscalía General del Estado, y posteriormente, en la calle Enrique Sánchez Alonso Universitarios. El analista Alejandro Hope dijo a Milenio televisión que “las autoridades militares no elaboraron un cerco de seguridad y subestimaron la capacidad de fuego de los grupos criminales” tras la detención. En algunos audios difundidos por los usuarios se escucha a la población anunciando que “bajaron más de 100 camionetas” de la sierra para rescatar al hijo de El Chapo y advierten de que habrá “mucho muerto”.
El hijo de El Chapo Guzmán era considerado uno de los sucesores del negocio de su padre tras su detención y posterior extradición a Estados Unidos. Después de una purga interna del cartel de Sinaloa, el grupo criminal trata de recuperar la hegemonía que le ha disputado la organización Jalisco Nueva Generación.