Cierre de Télam refuerza el debate sobre la libertad de expresión en Argentina

France 24
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Telam cierre Argentina
Foto: Agustín Marcarian | Reuters

El pasado viernes 1 de marzo, el presidente argentino Javier Milei anunció el cierre de la agencia de noticias estatal Télam. La acusó de ser un agente “de propaganda kirchnerista”. Desde entonces, los más de 700 trabajadores de la empresa se movilizan para defenderla y evitar su clausura. La polémica medida abrió un debate en cuanto a la libertad de prensa y agrandó una grieta que el Gobierno parece no tener intención de achicar. Analizamos la importancia de la agencia para el periodismo nacional, los motivos que llevaron al Ejecutivo a tomar esta decisión y el futuro de los medios públicos.

“Saluden a Télam que se va…”, escribió en X (antes Twitter) el vocero presidencial, Manuel Adorni, minutos después de que Javier Milei anunciara el cierre de la agencia de noticias estatal Télam, el pasado 1 de marzo, en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación.

“Somos 700 personas, 700 trabajadores, 700 familias de las que te reís. Yo en tu lugar sentiría pena, pero bueno burlarse desde el Gobierno parece que es el modus operandi”, le contestó Carlos Aletto, un periodista de Télam que acababa de enterarse por televisión que se quedaba sin trabajo.

“Si trabajan, lo seguirán haciendo. Y no, no nos burlamos de los que trabajan ni de aquellos que desde su honestidad desean hacerlo”, replicó Adorni, que, como varios integrantes del Gobierno, suele utilizar las redes sociales de manera provocativa.

La discusión continuó, mientras miles de usuarios se posicionaban a favor y en contra en este cruce, uno de los tantos en los que se parece buscar legitimación de las medidas gubernamentales en las redes sociales.

“Vi la burla y sentí mucha indignación. Estás empezando a elaborar un duelo y que se rían es terrible”, declaró Aletto a France 24.

“Y no solo eso, sino que te mandan a todo el ejército de trolls. Tenés 3.000 pibes muy jóvenes atacándote, diciéndote chorro, ‘ñoqui’ (término despectivo para referirse a los empleados públicos) y delincuente. Es muy feo, porque no solo te despiden, también te estigmatizan”, añade el jefe de la sección Cultura en Télam.

El anuncio del cierre de la agencia de noticias volvió a agrandar una grieta que al Gobierno parece no interesarle achicar. Al contrario: con distintas medidas a todo nivel se trata de desligar de todo aquello que pueda estar asociado al kirchnerismo.

De hecho, el motivo que dio Milei en su discurso en el Congreso es que Télam fue utilizada en las últimas décadas como “agencia de propaganda kirchnerista”.

“Es una persecución”

Desde la agencia denuncian “persecución”. Para Aletto, es “un ataque a la libertad de expresión”.

“Hoy Milei está en el Gobierno. Él es el que puede hacer la bajada de línea de Télam, ya que es una agencia estatal. Es decir, lo que debe odiar es que hay kirchneristas. Es una persecución al kirchnerismo, al peronismo o a los militantes que no piensan como él”, sostiene.

“En Cultura jamás hicimos militancia. Somos profesionales, más allá del pensamiento político que pueda tener cada uno. Las notas son profesionales y transversales a las ideologías de los escritores y las editoriales. No hay un sesgo kirchnerista dentro de las noticias. Es un fantasma que tiene esta gente (el Gobierno)”, agrega el también escritor.

Sabino Cabrera, trabajador del archivo fotográfico y delegado de Télam, coincide en que la decisión atenta contra la libertad de prensa.

“Dieron de baja inmediatamente el portal de la agencia Télam, que era público y gratuito para informarse, y también la cablera, que de ahí salen los despachos periodísticos que los distintos medios usan de insumos. Es limitar que el Estado tenga un rol para garantizar el acceso a la información y que dependa solo de los medios privados, que tienen más espalda para generar contenido”, precisa a France 24.

El Gobierno se defiende de las acusaciones y rechaza que la medida sea un ataque a la libertad de expresión.

“No tiene nada que ver con el pluralismo de la información ni con cuestiones vinculadas a la libertad de prensa. Esto es cumplir con lo que el presidente prometió en campaña”, dijo Adorni en conferencia de prensa el pasado lunes 4 de marzo.

Por su parte, la canciller Diana Mondino cuestionó la eficiencia de la agencia y adujo la decisión a motivos económicos.

“¿Por qué habiendo chicos pobres tenemos que pagar una tarea que se puede hacer desde el punto de vista privado? Télam vendía servicios, puede seguir vendiendo servicios sin necesidad de que el Estado haga los aportes”, expresó la ministra de Exteriores el sábado 9 de marzo en el programa “La noche de Mirtha Legrand”, por El Trece.

Tras el anuncio del cierre, al ingresar al sitio web, los usuarios se encuentran con un cartel que dice “Página en reconstrucción”. Por el momento no hay manera de acceder a ningún contenido publicado. Es decir que todos los artículos escritos por los periodistas desaparecieron.

Cabrera denuncia “censura” y se lamenta por el trabajo de sus compañeros, que ya no existe.

“Además de lo laboral, pienso en lo personal. Es tu esfuerzo puesto ahí, tu dedicación, tu sentir. Y no está más. Es muy violento”, afirma.

Milei apuesta por su principal aliado: la opinión pública

El argumento de Milei para cerrar Télam tiene entre otros un fin claro. Él es consciente de que una gran parte de Argentina votó en contra del kirchnerismo en las elecciones presidenciales de 2023 y que el espacio político carga con acusaciones de corrupción.

Con la decisión sobre la agencia de noticias, pretende tener a la opinión pública de su lado. Lo mismo hizo con el cierre del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) y la prohibición del lenguaje inclusivo en la Administración pública. Parece dar más importancia al pasado de esos entes y políticas que a su funcionalidad.

Con el caso de Télam, queda en evidencia el desconocimiento acerca de las agencias de noticias. El común de la gente no sabe que es la principal fuente de los medios de comunicación, que, lógicamente, se verán afectados por el cierre.

En las redes sociales, inundaron las publicaciones de simpatizantes libertarios con estadísticas de Télam y las diferencias en el número de visitas con ‘Clarín’, ‘La Nación’ e ‘Infobae’, los principales portales de noticias de Argentina.

Desconocen que esas propias empresas son abonadas de la agencia y que, sin saberlo, leen todos los días los cables que envían en los medios que consumen.

Aletto cuenta a France 24 que debe explicar a diario el funcionamiento de la agencia.

“En la calle me dicen ‘yo no leo Télam’. ‘¿No lee Clarín?’, les pregunto. ‘Clarín sí’, responden. ‘Bueno, está leyendo Télam’, les explico”.

Pero no solo los periodistas de Télam destacan la importancia de la agencia. Desde otros medios lamentan que se quedarán sin una fuente confiable de información que, en definitiva, facilita su trabajo.

“Ustedes ni se imaginan lo importante que es Télam y qué son las agencias de noticias en la sociedad. No tienen por qué saberlo, ya que las agencias nutren a los medios. No hay un lugar donde se haga periodismo tan puro, con la materia prima de una noticia, como en una agencia”, escribió en X el periodista de ‘TN’ y ‘El Trece’ Sebastián Domenech.

El futuro de los medios públicos

Desde que se le conoce públicamente, Milei ha expuesto siempre su rechazo a la intervención del Estado en la economía. Dentro de su filosofía anarcocapitalista pretende que nada sea del Estado.

El caso Télam puso en alerta al resto de los medios públicos, que el presidente ya anunció que quiere privatizar. Al respecto, el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) advierte sobre esta situación y llama a respetar la libertad de expresión.

“El Foro de Periodismo Argentino ratifica la postura en favor de la existencia de medios públicos no gubernamentales, que apunten a respetar la libertad de expresión y el derecho a la información de los ciudadanos. Somos conscientes de que los medios estatales han sido utilizados en el país, en muchas ocasiones, como medios de propaganda política de una facción, dejando de lado el pluralismo que deben garantizar. Su función originaria es servir a todos los ciudadanos, fomentar una comunicación abierta, diversa y respetuosa para fortalecer la democracia. En un contexto de creciente desinformación, los medios públicos pueden y deben cumplir un rol determinante en la construcción de audiencias más críticas y mejor formadas, con inclusión y equilibrio de voces”, expresó FOPEA en un comunicado.

En diálogo con France 24, la presidenta de FOPEA, Paula Moreno, planteó la necesidad de que “los medios públicos se sostengan con carácter público”.

“Eso no significa que no deba ser revisada la actuación de Télam hasta el momento. Nos pronunciamos sobre la necesidad de que los medios tengan un perfil público, no gubernamental. Hay modelos en el mundo que son muy interesantes, con medios que tienen un control parlamentario y esquemas que les genera otro nivel de independencia de los gobiernos de turno. Nos parece que hay mucho para revisar en los medios públicos, pero esta manera del Gobierno no es el camino”, explica.

Según Moreno, que haya menos voces “tiene una repercusión directa en la libertad de expresión”. De todos modos, aclara que, por el momento, el cierre “es más discursivo que real”.

“Para mí, la manera, y esto lo hemos dicho desde FOPEA, es poner en valor lo que sirve, auditar, tener claro cuál es la realidad. Porque ahora van a hacer pedacitos de la historia de Télam. Que había tanta gente contratada que no correspondía, empresas que funcionaban… Pero también había gente que trabajaba muy bien”, concluye.

El Gobierno prorrogó la licencia de los empleados y abrió el retiro voluntario

A través de un comunicado, el interventor de Télam, Diego Chaher, informó al personal de la agencia la “extensión de la dispensa laboral”.

“Se comunica a todo el personal de Télam S.E que se extiende la dispensa de prestación de débito laboral con goce de haberes por siete (7) días desde las 0 horas del 11 de marzo de 2024″, consigna el texto enviado a los empleados.

En un segundo comunicado, el interventor notificó acerca de la posibilidad del retiro voluntario.

“En el marco de un proceso de reestructuración del Estado iniciado por el Presidente de la Nación, se anuncia la implementación del programa de Retiro Voluntario, por treinta (30) días, para todo el personal, de planta y contratado a plazo fijo, de Télam S.E, en los términos del archivo que se adjunta al pie de la presente comunicación”, dice el mensaje que lleva la firma de Chaher.

Trabajadores de Télam y sus seres queridos se movilizaron el domingo 10 de marzo desde una de las oficinas de la agencia hasta Plaza de Mayo para protestar contra el cierre.

Con los propios asistentes formando las palabras, se tomaron una foto colectiva que sintetiza el reclamo que nació hace diez días: “No al cierre de Télam”.