COP28: acuerdo histórico para una “transición” lejos de los combustibles fósiles

France 24
0
900
cop28 medio ambiente Dubai
Foto: Amr Alfiky | Reuters

Tras prolongar la cumbre una noche más, este miércoles 13 de diciembre países de todo el mundo aprobaron en la COP28 de Dubái un compromiso calificado como “histórico” por su llamamiento sin precedentes a abandonar progresivamente los combustibles fósiles, principales culpables de la emisión de gases de efecto invernadero y del calentamiento global.

Un compromiso “histórico”. Después de horas de debates que ocuparon buena parte de la noche, y en tiempo de descuento respecto al calendario previsto, la COP28 finalizó este miércoles 13 de diciembre con un texto que pide abandonar progresivamente los combustibles fósiles por primera vez en la historia de las cumbres climáticas.

“La COP28 podría marcar el principio del fin de los combustibles fósiles.  Por primera vez en 30 años, podríamos estar acercándonos al principio del fin de los combustibles fósiles. Estamos dando un paso muy, muy significativo para limitar el calentamiento a 1,5°C”, sostuvo el comisario europeo de Clima, Wopke Hoekstra, poco antes de la votación.

Te puede interesar: Transición energética (energías limpias)

En la apertura de la sesión plenaria de clausura, los delegados adoptaron la decisión preparada por los Emiratos Árabes Unidos, con una gran ovación y un estruendoso aplauso de los delegados.

Desde su inicio el 30 de noviembre, la cumbre acordó la implementación del fondo destinado a financiar las “pérdidas y daños” climáticos en los países más vulnerables, para centrarse más tarde en la cuestión de los combustibles fósiles, la principal de la cumbre.

Varios potencias, incluida la Unión Europea , pidieron una mención explícita -por primera vez en un acuerdo final- sobre la necesidad de abandonar progresivamente el petróleo, el gas y el carbón, las principales causas del calentamiento global. Su deseo, sin embargo, se encontró con la firme oposición de varios países productores de petróleo, en particular del líder regional Arabia Saudita.

“Transición lejos de los combustibles fósiles”

En busca de un compromiso espinoso entre todos los países, el lunes por la tarde los Emiratos Árabes Unidos causaron un gran revuelo con una propuesta considerada como “insuficiente” por los Estados más ambiciosos.

Después de una última maratón de negociaciones, los emiratíes alcanzaron una nuevo borrador que pedía “hacer la transición lejos de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos, de manera justa, ordenada y equitativa, acelerando la acción en esta década crucial, con el fin de alcanzar la neutralidad de carbono en 2050 de acuerdo con las recomendaciones científicas”.

El llamado a acelerar la acción en esta década fue una demanda de la Unión Europea y muchos otros países.

Al elegir el término “transición”, el texto ya no habla de “eliminación gradual” del petróleo, gas y carbón, un término que desde hace meses se ha convertido en la bandera detrás de la cual se han alineado más de cien países y miles de ONG.

Una señal de avance aún insuficiente

Más allá de esta frase inédita, el texto ratifica otro avance importante de esta COP: el objetivo de triplicar la producción de energías renovables y duplicar la eficiencia energética en 2030. También se llama a los Estados a reducir el uso de carbón -una instrucción ya incluida en Glasgow durante la COP26-.

El texto, sin embargo, trae consigo algunas preocupaciones para las ONG de defensa ambiental.

“El acuerdo votado en la COP28 contiene una señal política hacia la salida de los combustibles fósiles. Pero la cuenta no está ahí: no se han puesto los medios financieros para apoyar a los países que más lo necesitan. También hay muchas menciones muy preocupantes: el gas como energía de transición, la captura y almacenamiento de carbono o incluso la energía nuclear. Esta COP no está a la altura de las ambiciones prometidas”, sostiene Gaia Febvre, responsable de políticas internacionales de la organización Réseau Action Climat.

De hecho, el texto abre el camino a la explotación prolongada del gas, ya que reconoce que “los combustibles de transición pueden desempeñar un papel para facilitar la transición energética y garantizar al mismo tiempo la seguridad energética”.

Algunos países, encabezados por los Emiratos Árabes Unidos, presionaron para que en el texto final se mencionaran los “dispositivos de mitigación”, en particular las técnicas de captura, almacenamiento y revalorización del CO2, consideradas por los científicos como poco confiables, poco desarrolladas y muy costosas.

“Estas tecnologías nos serán útiles, pero no cambian el hecho de que es esencial detener el uso de combustibles fósiles”, insistió Wolfgang Cramer, geógrafo y colaborador del IPCC, a principios de diciembre.

La financiación, el punto débil del acuerdo

Otra de los lamentos de las distintas ONG entrevistadas es que la cuestión de los combustibles fósiles parece haber eclipsado otro asunto clave, el de la adaptación al cambio climático a través de los recursos puestos en marcha para preparar a los países, sobre todo a los más vulnerables, para el calentamiento actual. “No se han puesto sobre la mesa los recursos financieros para apoyar a los países que más lo necesitan”, agrega Gaïa Febvre.

Es cierto que la creación, al inicio de la COP28, del fondo “pérdidas y daños” -una herramienta destinada a compensar los daños causados por catástrofes o pérdidas irreversibles vinculadas al cambio climático- provocó una ola de promesas de financiación por parte de los países desarrollados por un total de 655 millones de dólares.

Pero las promesas de financiación mundial para la adaptación se consideran demasiado bajas. Alemania ha prometido 65,7 millones de dólares, Francia ha puesto sobre la mesa 10,9 millones, Suecia y España 22 millones, y Estados Unidos 17,5 millones. Son sumas casi irrisorias comparadas con los 215.000 a 387.000 millones de dólares que habría que movilizar cada año de esta década para adaptarse al cambio climático, según cálculos de expertos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

“La puesta en marcha del fondo para pérdidas y daños permitirá por fin ayudar a las personas afectadas por los peores impactos del cambio climático”, afirma Fanny Petitbon, portavoz de la ONG Care France. “Pero sigue faltando financiación global. Necesitamos mil veces más de lo que se ha puesto sobre la mesa para satisfacer las necesidades de la gente. Son los nervios de la guerra”.

El texto votado el miércoles “insta” a los países desarrollados a duplicar su ayuda a los países en desarrollo para la adaptación al cambio climático de aquí a 2025. Varios países pedían compromisos más concretos, en particular sobre los recursos que deben destinarse.

“El texto de la COP muestra el duro trabajo que tenemos por delante: reestructurar el sistema financiero, tomar medidas para aumentar significativamente las energías renovables y la eficiencia energética y, sobre todo, prestar mucha más atención a la adaptación, que se ha descuidado, poniéndonos a todos en peligro”, afirma Tom Evans, del grupo de reflexión sobre el clima E3G.

“La próxima COP será una COP financiera. Tendremos que asegurarnos de que proporcionamos los recursos para esta transición energética y para satisfacer las necesidades de los gobiernos en términos de adaptación y mitigación”, concluye Febvre.

La próxima COP se celebrará en Bakú (Azerbaiyán), organizada esta vez en un país productor de gas.