Intercambio de acusaciones entre la OTAN y Rusia

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Ante las acusaciones occidentales, Moscú asegura que no tiene tropas en Ucrania.

Las autoridades ucranianas, la OTAN y los Estados Unidos advirtieron a Rusia para que retire tropas que supuestamente habría introducido en Ucrania, pero Moscú niega que haya soldados de su ejército entre los separatistas.

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, denunció el despliegue de tropas rusas en Ucrania, donde el Ejército ucraniano combate en dos regiones del Este contra milicias separatistas, motivo por el que propuso una reunión urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU). El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, aseguró que Rusia incrementó sustancialmente su presencia militar en Ucrania, luego de que hace dos días un grupo de soldados rusos fuera detenido cerca de la frontera. El gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin, rechazó las acusaciones mediante un comunicado del Ministerio de Defensa que declaró que la afirmación de Kiev no tiene nada que ver con la realidad.

Moscú niega haber intervenido en Ucrania para armar a los rebeldes y asegura que los soldados rusos detenidos pertenecen a una patrulla fronteriza que entró por error al territorio ucraniano en una zona de la frontera que no está claramente delimitada. “Hemos dicho claramente que Rusia, con la excepción de diez soldados de frontera, no tiene tropas en el este de Ucrania”, aseguró Andrej Kelin, embajador ruso ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

El diplomático negó las acusaciones de Poroshenko e incluso de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sobre el despliegue masivo de militares rusos en suelo ucraniano y afirmó que su país no está interesado ni en una invasión ni en el envío de tropas, y agregó que no hay fundamento para esas acusaciones. Kelin aseguró que lo que ocurre en el este de Ucrania es una catástrofe humana ante la que Rusia hace esfuerzos para ayudar a la gente sobre el terreno.

Moscú envió el 12 de agosto un convoy de 270 camiones con dos mil toneladas de ayuda humanitaria, sobre todo alimentos, para la población del este de Ucrania, afectada por los combates entre los separatistas y las fuerzas del gobierno de Kiev. Las autoridades rusas y ucranianas intentaron negociar una fórmula para permitir que la ayuda humanitaria llegue a los civiles, sin que para ello sea necesario que personal ruso entre en territorio ucraniano, pero las conversaciones no tuvieron éxito y Moscú decidió unilateralmente que el convoy atravesara la frontera hasta Lugansk, una de las zonas más afectadas por los combates.

El embajador de Estados Unidos en Kiev, Geoffrey Pyatt, se sumó a las denuncias contra Rusia. “Un número cada vez mayor de tropas rusas está directamente implicado en acciones militares en territorio de Ucrania. Rusia ha enviado sistemas de defensa antiaérea de última generación al este de Ucrania”, escribió ayer el diplomático estadounidense en su cuenta de Twitter.

El embajador de Ucrania ante la Unión Europea (UE), Konstantin Yeliseyev, aseguró que la solidaridad debe ser absoluta e incuestionable, debe materializarse en decididas e importantes sanciones y un amplio apoyo técnico y militar a Ucrania con el fin de parar al agresor. Kiev, flamante socio de la UE, también solicitó que la cumbre que el bloque europeo celebrará mañana se centre en el conflicto ucraniano. “El mundo debe hacer una valoración sobre el repentino agravamiento de la situación en Ucrania”, pidió Poroshenko, quien convocó a una sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa ucraniano. Poroshenko canceló su visita a Turquía por el recrudecimiento de los combates en la región de Donetsk, plaza fuerte de los separatistas rebeldes.

Por otra parte, el primer ministro ucraniano vinculó directamente el despliegue de tropas rusas con la exitosa contraofensiva lanzada en los últimos dos días por los separatistas en el Este del país y la detención hace dos días de diez soldados rusos en territorio ucraniano. Horas antes, el mando militar ucraniano reconoció haber perdido el control sobre la ciudad de Novoazovsk (mar de Azov), localidad muy cercana a Rusia y a Mariupol, la segunda ciudad más importante de la región de Donetsk.

Según analistas, los rebeldes separatistas intentan abrir un tercer frente en el este de Ucrania que se suma a los de Donetsk y Lugansk.

El conflicto bélico estalló en abril, luego de que el presidente Viktor Yanukovich fuera depuesto y reemplazado por un partidario europeo, lo que determinó, un mes después, que la península de Crimea se independizara de Ucrania y se anexara a Rusia tras celebrar un referéndum.