La quinta actividad laboral

Uno de los hijos del “Chapo” Guzmán, Ovidio, ha sido extraditado en tiempo récord a los Estados Unidos donde será juzgado por al menos 12 delitos. En el Estado de Illinois deberá enfrentar cargos que incluyen posesión de droga con intención de distribuirla, conspiración para importar, manufacturar y distribuir droga, conspiración para lavar dinero, portación de armas y ser miembro de una organización criminal. El más pesado de todos, sin embargo, se dilucidará en Nueva York por la comercialización de drogas sintéticas que están dejando un tendal de muertes entre jóvenes norteamericanos. Ovidio Guzmán, que es uno de los líderes del cartel de Sinaloa –el que quedó de los tiempos del dominio del padre- junto a sus hermanos “Los Chapitos”, han diversificado la exportación de drogas letales a EEUU.

Un tribunal neoyorquino lo espera para inculparlo como responsable a la adicción al fentanilo –mezcla letal de medicamentos prescritos con opioides- a sabiendas de que una combinación equivocada puede matar al consumidor, lo que está sucediendo efectivamente en el país donde el consumo de está droga sintética se ha disparado en niveles alarmantes.

Autoridades federales que combaten el consumo del fentanilo, han reportado que su consumo es responsable por la muerte de más de 1 millón de jóvenes en EEUU y el deceso fatídico de otros 30 millones en el mundo. Lo peor, informan las fuentes federales, tiene que ver con el empobrecimiento de una masa de famélicos que se vuelcan a los centros de consumo sin protección y desvalidos.

El poder de estas organizaciones criminales en México es de tal tamaño que, estudios especializados informa que la fabricación de drogas letales se ha convertido en la quinta actividad que más empleo demanda en el mercado laboral, solo detrás de gigantes como Petróleos Mexicanos (Pemex), Coca Cola y otros conglomerados de la industria transnacional que opera en territorio mexicano.

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