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Venom: lanzador de proyectiles antidisturbios múltiples que es utilizado por la policía como si fuera una ametralladora para dispersar las manifestaciones que ya ingresan a las cuatro semanas en Colombia. La CIDH denunció su uso porque atenta contra la vida y derechos humanos. Por su parte Human Rights Watch señaló que “Se trata de un arma con efectos indiscriminados y que, por lo tanto, es completamente inapropiada para manifestaciones pacíficas o mayoritariamente pacíficas. Además, la policía colombiana está empleando esta arma de forma peligrosa. Los cartuchos de gas lacrimógeno y aturdidoras siempre deberían dispararse de forma parabólica, y no de forma directa contra los manifestantes, como está ocurriendo en Colombia”.
Liberación de patentes: dada la propuesta de diferentes países (e incluso EEUU) de eliminar las patentes de las vacunas anticovid para que cualquiera pueda elaborarlas y así el mundo pueda acceder a ellas, surgió un argumento que tanto promotores como detractores de esta idea reconocen, y se trata de que liberar las patentes es solo el primer paso, hace falta además “conseguir que las empresas cedan su conocimiento y los secretos industriales para producir las vacunas; y finalmente conseguir financiación para establecer fábricas donde elaborarlas sin patentes”. Pequeño detalle que se suma a una discusión que bien puede durar hasta la siguiente pandemia.
Ceuta: ciudad autónoma de España que limita con Marruecos y por donde ingresaron miles de marroquíes y subsaharianos a pie y nado. Hombres jóvenes, familias enteras “corrían como liebres” describió la prensa española mientras la gendarmería se formaba como muro para evitar que más “liebres” ingresen a la ciudad y se queden en las playas para volver a deportarlos. Imágenes desgarradoras quedaron registradas en los ojos del mundo que, ya ha visto tantas que ha de parecerle un tanto normal. Luego -y bajando el impacto- circuló la información de que hubo poco o nulo control fronterizo en Marruecos por ciertos intereses políticos. A pesar de ello, se imaginarán los ojos del mundo ¿qué tan infernal puede ser vivir en la propia tierra que sus habitantes no ven más salida que atravesar otro infierno incierto y mortal en busca de una mejor vida o que al menos tenga menos de infierno? O solo dirán “qué pena”.
Palestina: “Usted me saca mi agua, quema mis olivares, destruye mi casa, me quita mi trabajo, roba mi tierra, encarcela a mi padre, mata a mi madre, nos hambrea a todos, bombardea a mi país, nos humilla a todos, pero yo soy culpable: les he mandado un misil”. Noam Chonsky al ocupante israelí.
Confinamiento: ante el incremento de casos y procurando contener el colapso sanitario (otra vez), algunas autoridades locales, departamentales y de la región, establecieron restricciones de circulación de días u horas (Argentina: 9 días, Cochabamba, Santa Cruz, Oruro, Chuquisaca: fines de semana y restricción en horario nocturno).
Desatención de enfermedades: por el incremento de casos Covid, nuevamente la atención en salud centra sus mermados esfuerzos y recursos a los contagios por coronavirus, en desmedro del resto de las enfermedades. Esto, por diversas causas: falta de personal, falta de medicamentos, infraestructura insuficiente, etc. Solo por mencionar una muestra: en el hospital de clínicas se suspendió el servicio de Oncología, Traumatología y Otorrinolaringología por falta de personal para atender a los pacientes. El resto de las especialidades redujo la atención de consulta externa al 50 %, cuando -en los hechos- hace mucho más tiempo solo se brinda atención de emergencia en varias especialidades.
Para cerrar y contrastar un poco este panorama
La Paz: “Yo amo La Paz, pero, cuando estoy lejos de ella”. Paciente recién llegado de Sucre cuando escuchó que debería permanecer en La Paz por dos meses.
“Ta potente”: niño de 8 años al ver una actriz despampanante en una película de zombis y su padre al escucharlo, afirmó: “nunca dije ‘ta potente’ a una mujer. He desperdiciado mi vida”.