El 3 de octubre de 1974 se inició en EEUU el juicio a Richard Nixon por el caso “Watergate”.
Todo comenzó cuando el 17 de junio de 1972 cinco individuos fueron descubiertos por la policía forzando la entrada de la sede del Partido Demócrata ubicada en el edificio Watergate de Washington, Estados Unidos.
Si bien, la publicación de la noticia en la prensa al día siguiente no generó demasiado impacto en la opinión pública, la posterior investigación de dos periodistas del diario Washington Post reveló la trama oculta.
Bob Woodward y Carl Bernstein se acercaron al juzgado para presenciar la audiencia preliminar de los presuntos ladrones detenidos “in fraganti”. Allí descubrieron que uno de los indagados, James W. McCord Jr., era integrante de la CIA y coordinador de seguridad del Comité para la Reelección del Presidente Richard Nixon en los comicios previstos para noviembre de ese año.
De esta forma, comenzaron a conectar el hecho delictivo con el mandatario estadounidense al develarse que los detenidos no eran simples ladrones.
Eran, en realidad, agentes secretos que tenían como misión colocar micrófonos e intervenir teléfonos a pedido de dos integrantes del Comité de Nixon. La investigación reveló, además, que parte del dinero incautado a los detenidos provenía de donaciones privadas que tenían como fin cubrir gastos de campaña del republicano.
Pero la fuente más decisiva de información fue la que durante más de 35 años Bob Woodward mantuvo en el anonimato. Ocultó bajo el seudónimo de “Garganta Profunda”, se encontraba Mark Felt.
Te puede interesar: El escándalo Watergate (Garganta Profunda)
Debido al cargo que éste ocupaba dentro de la Administración la relación que mantenía con el periodista era lo más reservada posible.
Durante sus reuniones secretas, “Garganta Profunda” no revelaba ninguna información al periodista, pero sí corroboraba todos los datos que requerían comprobación y, lo más importante, orientaba a Woodward hacia donde debía encaminar su investigación.
También denunció la agresiva estrategia que estaba adoptando la Casa Blanca para espiar a sus rivales políticos, periodistas y a cualquiera que el Gobierno considerase desleal.
Ante todas estas informaciones, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos ordenó al presidente Nixon entregar las cintas secretas obtenidas en las escuchas a sus rivales políticos.
A partir de ese momento, Nixon perdió el apoyo de los propios miembros del Partido Republicano, que a esa altura estaban dispuestos a votar a favor de una solicitud del Congreso para iniciar un proceso de destitución.
Sin tener otra opción, el 8 de agosto de 1974, Richard Nixon presentó su renuncia. El 3 de octubre de 1974 comenzó el juicio final sobre el caso Watergate que finalizó tres meses después encontrando culpables a 48 funcionarios del gobierno saliente.
De esta forma, el caso Watergate reveló una red de espionaje llevada adelante por la Administración de Richard Nixon y considerada, hasta el presente, el mayor escándalo político de los Estados Unidos.
Desde entonces, el sufijo “gate” es utilizado frecuentemente por la prensa occidental para denominar escándalos a gran escala.