Asesinan a familia de minero implicado en el caso barcazas

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Los Hur, de origen coreano, poseían una empresa de explotación minera en el país a nombre de Carlos Jang Hur Tórrez, prófugo e investigado por la venta irregular de barcazas al Gobierno

Extrañas circunstancias envuelven el asesinato a sangre fría de tres miembros de una familia boliviano-coreana, ocurrido en El Alto. El martes se conoció que el ciudadano de origen coreano Jurhamhur Kin Hur (74), la boliviano-coreana Mihua Cristy Hur Tórrez (21) y el niño de apenas tres años de edad, Dae Gil Kin Hur, fueron encontrados muertos en el domicilio N.º 1050, ubicado en la calle 7 de la zona Tejada Rectangular alteña.

La autopsia de ley que se realizó en la morgue del hospital de Clínicas de La Paz ayer especifica que fueron degollados por arma punzocortante y que murieron por un shock hipovolémico, a causa de la pérdida excesiva de sangre.

Los nexos

En la guía telefónica de Cotel aparece el nombre de Marlene Victoria Tórrez de Hur, cuya dirección ubicada en El Alto coincide con el lugar del crimen.

Ella y el fallecido Kin Hur son, presumiblemente, los padres del fallecido Cristy Hur Tórrez y de Carlos Jang Hur Tórrez, implicado en el caso de las Barcazas. El nombre de Carlos Hur está inscrito en el Colegio de Abogados de La Paz y ahora él está prófugo por la presunta venta irregular.

En 2012, la jueza Marcela Siles, luego de desvelarse ilegalidades en una auditoría especial, declaró en rebeldía a seis empresarios coreanos a quienes la Empresa Naviera Boliviana (Enabol) pagó por adelantado $us 28,9 millones para la construcción y transporte de 16 barcazas y dos remolcadores, que hasta ahora no se entregó. Allí aparece el nombre del abogado boliviano-coreano, Carlos Hur Tórrez, “que fue el principal nexo para el pago por adelantado”, según informaciones recabadas en publicaciones de la época.

El crimen se ha dado a conocer seis días después de la muerte del empresario Arturo Cuba, que, de acuerdo con el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, intentó estafar al Estado en un proyecto del programa Bolivia cambia, Evo cumple.

Referente al asesinato, en el Ministerio de Defensa manifestaron, escuetamente, que “el asesinado no es el procesado”.

Además, Hur Torres tenía una empresa de exploración y explotación minera que tiene su mismo nombre (con matrícula de Comercio 00183598, domiciliado en Alto Miraflores), según la Concesionaria de Registro de Comercio de Bolivia (Fundempresa), pero que en otros listados empresariales aparece como la “concesión minera aurífera Kinsa Wara”.  Ayer, ningún teléfono registrado contestó. Existe también un proceso iniciado en 2002, que seguía la madre Marlene Victoria Tórrez de Hur, contra Myeong Gi Mun, con domicilio en Santa Cruz, en la que disputaban derechos sobre los bienes de la empresa de Madera Heilla, según el Auto Supremo Nº 407 emitido el 24 de noviembre de 2010

La Policía arresta a un sospechoso

Una serie de operativos realizados ayer por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) derivó en la aprehensión de un hombre bajo sospecha de ser uno de los autores del asesinato de la familia coreana-boliviana de El Alto. Para el viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, el sangriento crimen de las tres personas es un caso “muy complicado” que merece una investigación cuidadosa.

El director nacional de la Policía anticrimen, Fernando Mercado, informó que los investigadores realizan operativos en La Paz y El Alto para dar con dos sospechosos más. El detenido fue interceptado en la calle 15 de Obrajes, de la zona sur de La Paz. No se brindó el nombre “para no entorpecer las investigaciones”. El sujeto, de 23 años, y fue encerrado en celdas de la Felcc.

EN INVESTIGACIÓN

Causas económicas
Para el fiscal Santos Valencia, que investiga el caso, las causas  de los crímenes serían de tipo económico.

Operativos policiales
Luego de declaraciones de personas allegadas a las víctimas y vecinos del lugar, la Policía ha realizado ayer al menos 4 operativos en busca de los autores.

Gente conocida
Se maneja la hipótesis de que los autores serían gente conocida ya que éstos habrían entrado sin forzar las puertas o ventanas. Serían bolivianos.

Esposa, convocada
La esposa del difunto, Marlene Tórrez, estaría radicando en Caranavi, donde tenía otro negocio. Fue convocada a declarar.