Bolivia tuvo el martes un segundo día de confrontaciones en las calles por el paro convocado por organizaciones de la oposición al presidente Luis Arce ante la controvertida ley 1386, también conocida como “ley madre”.
Luego de que el lunes las protestas terminaran con más de un centenar de detenidos, este martes la presencia de manifestantes en las calles de varias ciudades del país fue menor. Sin embargo, nuevamente ocurrieron confrontaciones en marchas y bloqueos entre opositores, simpatizantes del oficialismo y la policía.
Rechazo a Ley 1386 “Ley madre”
Los convocantes del paro rechazan la llamada Estrategia Nacional Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y el Financiamiento al Terrorismo, llamada “ley madre”, que fue aprobada en agosto.
La ley 1386 causa polémica en Bolivia específicamente dentro de los sectores del transporte, de la salud y de la economía informal por el contenido que prevé ajustes en el Código Penal y medidas contra la informalidad. Sus detractores consideran que con ella el gobierno busca “imponer” un “totalitarismo económico y financiero” en contra del pueblo boliviano, dando facultades discrecionales al gobierno.
De los siete artículos que tiene la cuestionada ley, tres generan preocupación. Uno de ellos abre la posibilidad de hacer ajustes “mediante decreto” a una estrategia que está detallada en un anexo de 53 páginas. “El paro durará lo que tenga que durar”, aseguró el jueves el vicepresidente del Comité pro Santa Cruz, Fernando Larach, la institución que lideró las movilizaciones contra Evo Morales en 2019.
Por su parte la viceministra de Comunicación de Bolivia, Gabriela Alcón, acusó que era un “paro sin argumentos” y añadió que todas las demandas están siendo atendidas por el gobierno.
Algunos sectores que rechazan la ley, como los transportistas y los comerciantes, no se sumaron al paro de actividades convocado de manera “indefinida”.
Medidas de fuerza
Las protestas y bloqueos más numerosos fueron vistos en las regiones de Santa Cruz, Cochabamba, La Paz, Tarija, Potosí, Oruro y Beni.
Para contrarrestar el paro, el gobierno del presidente Arce -quien el lunes cumplió un año en el poder– desplegó a la policía y advirtió que habrá sanciones a las trabajadores de la salud que suspendan sus labores en medio de la cuarta ola de la pandemia en el país.
El viceministro de Régimen Interior de Bolivia, Nelson Cox, informó que el lunes hubo 125 detenidos en todo el país.
Desde el paro cívico del pasado 11 de octubre y las movilizaciones del día 21, los líderes sindicales ya habían advertido con tomar nuevas medidas de fuerza si el gobierno no los escuchaba o derogaba completamente la “ley madre”.
“La Policía no hace nada cuando los masistas [simpatizantes del gobierno] bloquean, pero cuando el verdadero pueblo está en las calles de manera brutal han agarrado y nos han gasificado”, dijo en la protesta del martes un manifestante en Cochabamba.
Sectores oficialistas han rechazado esta medida que consideran busca “desestabilizar” al gobierno y advirtieron que harán lo propio para defender la “democracia” y el gobierno de Arce. Según el viceministro Cox, varios detenidos tenían en su poder armas punzocortantes y gases lacrimógenos.
“Lamentamos que hubo puntos de bloqueo con actitudes beligerantes, hay un nivel de violencia en personas que han estado en puntos de bloqueo”, sostuvo Cox