Deporte & Ecología |Yannick Wende

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Foto: Revista dat0s 235

2021 será un año de rencuentro con la naturaleza “Hay que apreciar los viejos buenos tiempos que son ahora”. – Yannick Wende, ciclista y especialista en downhill; durante el confinamiento y después de haber pasado el coronavirus “durísimo” como él lo describe, acaba dando sentido a su vida con el desarrollo de proyectos productivos ecológicos y ambientalistas, comenzar por La Paz, imprescindible.

Parecería que Yannick Wende está en todos los lugares al mismo tiempo, que posee el don de la ubicuidad. Él se ríe con una sonrisa de niño. La tercera vez que nos encontramos en muy corto tiempo es la vencida, así que nos sentamos a grabar esta entrevista. Claro, un tema obligatorio es cómo paso sumergido en la pandemia del nuevo coronavirus. Él dice que la pasó “durísimo” porque se contagió y que esa fase fue apretada. Superado lo peor, cree que nada será igual que antes. Por ejemplo, mañana se va a Lima, Perú, pero no como pensarán todos a participar de alguna competencia de ciclismo de alto riesgo su especialidad en la bicicleta que lo han convertido en un disciplinado y arriesgado piloto con títulos ganados a nivel internacional. Viaja a Lima luego pasa a Cuzco por un compromiso reforzado que asumió con el Medio Ambiente. Rutas de caminatas y trote para ponerse en forma, pero también para reencontrase con la naturaleza Estamos en el lobby de Hotel Marriott hablando de 2020 y de cómo será el 2021. En esta nueva normalidad que no parece acabar tan pronto que acabó sacando a muchos de sus casillas.

 

Se fue el 2020 ¿cómo la has pasado? Ha sido un año muy duro. Para empezar, nos contagiamos del bicho, me dio durísimo; ha sido un año de reflexión sí pero también de vulnerabilidad, porque sientes que muchas cosas que tenías bajo control han salido del centro. Hay que apreciar los viejos buenos tiempos son ahora y no hay más que ahora, es el único estándar para hacer nuestra mejor versión y actuar. No hay que esperar para cumplir tus sueños y decir lo que piensas.

¿Cómo si hubieras sufrido un choque? Si, antes esperabas una fecha para ir de fiesta o celebrar un acontecimiento, por eso digo que los buenos tiempos son ahora. La primera fase de la crisis la he vivido con mucha conexión conmigo mismo, hasta nos animamos a hacer una pequeña pista de bicis en casa para seguir participado con mis hijos. Hemos seguido entrenando y nos contactamos mucho con el hogar y con la naturaleza. (Jeanike tiene dos hijos varones. Vital y Dominic de 7 y 3 años).

¿Cómo sobrellevaste la enfermedad? Lo que más me ha costado recuperar ha sido la energía, si bien he tenido los síntomas conocidos, fiebre y ese tipo de cosas después he estado sin energías. De ahí quedas con secuelas, sientes más envejecido el cuerpo.

Una vez superado este proceso ¿qué sientes que debes hacer en 2021? Esta noche participaré de la cena que ofrece Samsung como embajador de la marca y terminando esto mañana me voy a Lima; luego a realizar un trabajo de exploración a Cuzco. Allí, estamos trabajando un par de rutas de turismo de caminata y trote, va a ser una buena forma de reencontrarme conmigo mismo. De hecho, la pandemia nos ha obligado a diversificarnos para ver que se puede hacer de aquí en adelante. Siempre he tenido la idea de trabajar en comunidad y vuelvo a hacer lo que ya hacía en Los Andes en La Paz y ahora más que nunca, porque después del covid-19 se ha venido una crisis climática con incendios, deshielos fuertes, fríos intensos y casi una sequía. Son cosas que me han hecho pensar que de alguna manera el trabajo con las comunidades es un poco mi rumbo y trabajar en la recuperación del Medio Ambiente.

¿Va a ser esa tu actividad principal? Me lo estoy planteando seriamente, ya llevo cuatro años trabajando en proyectos pilotos comunitarios en áreas cercanas a La Paz, ya he trabajado en Perú hace cuatro años, encontrando el equilibrio entre la naturaleza y la producción. Si algo bueno ha sucedido este tiempo es que me ha ayudado a asentar mis ideas.

¿La pandemia motiva replantearte un nuevo ciclo de vida? El orden dura poco, pero mientras dure y tengas el enfoque, es bueno asentarte en una idea y planteártela como un objetivo; obviamente en el entremedio pueden pasar muchas cosas, pero siempre he tenido ese rumbo; la bici me ha acercado a las montañas y a la gente de las montañas, es algo que siempre he soñado en hacer y la pandemia me ha dado la oportunidad de contactarme con gente que tiene la misma visión que tengo para aplicar este año.

¿Seguirás en competencias? Claro, una cosa va con la otra, si no fuera la bicicleta no hubiera tenido este acercamiento a las montañas, a las comunidades y al Medio Ambiente. La bicicleta ha representado un antes y un después en mi vida. Me acuerdo claramente mi niñez con bici y sin bici y es como ir del lado oscuro a la luz. Mi objetivo este año es apuntar una medalla, pero no dependo únicamente de mi porque tengo hijos y familia. Por lo tanto, dependo del apoyo de algunas empresas, si salen voy a apuntar a una Medalla Mundial Master. Si no, voy a seguir en mis emprendimientos productivos sociales.

¿La ecología es un camino? Creo que la ecología puede ser un factor de unión para la gente de mi generación, es lindo recuperar amistades visitando la naturaleza. Sería bueno que un factor de unión de las nuevas generaciones sea por el cuidado del Medio Ambiente. Por ejemplo, hemos estado en el Valle de las Ánimas trabajando con las comunidades de la zona, planteando que se preserve el lugar. El 2015 he presentado el proyecto a la Alcaldía y a un montón de otros lugares, incluso a la misma comunidad. Es interesante encontrarte con amigos en proyectos comunes de lugares que necesitan ser conservados y conocidos. La ecología se está convirtiendo en una constante, Dios quiera que toda una generación sea marcada por la unión a la naturaleza.

 

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